La promesa de una Cuarta Transformación (4T) que redefina el rumbo de México resuena con fuerza en las bases de Morena y en su intelectualidad como también en sus máximos lideres. Sin embargo, este proyecto histórico enfrenta una barrera estructural insalvable con el marco jurídico vigente: la Constitución de 1917, profundamente alterada por décadas de neoliberalismo, ya no refleja el contrato social que México necesita.
La verdadera transformación nacional exige, imperiosamente, un nuevo pacto fundacional, ya sea mediante un proceso constituyente soberano o reformas legislativas de gran calado que necesitan de mayorías que permitan los cambio que México necesita.
El Legado Histórico: Constituciones que Cimentaron las Grandes Transformaciones
La historia de México confirma que todo cambio profundo exige un nuevo pacto jurídico como lo hizo desde su acto fundacional al 1824. Luego Benito Juárez, arquitecto transformador (La Reforma), sepultó el orden colonial y oligárquico con la Constitución liberal de 1857, estableciendo el Estado laico y los derechos individuales. Francisco I. Madero, (Revolución Mexicana), abrió camino al movimiento que, bajo Venustiano Carranza, culminó en la Constitución de 1917 – la primera en el mundo en consagrar derechos sociales. Lázaro Cárdenas, símbolo de la Tercera Transformación (Nacionalismo Revolucionario), no requirió nueva carta magna porque la de 1917, aún vigorosa en su espíritu social, le permitió materializar la reforma agraria, la expropiación petrolera y la educación socialista. Hoy, la Cuarta Transformación impulsada por Andrés Manuel López Obrador cuyo legado está en manos de la Presidenta Claudia Sheinbaum enfrenta una paradoja: revertir el neoliberalismo con una Constitución matriz del orden vigente de la desigualdad. Sin un nuevo texto fundamental, un nuevo contrato social, la 4T carecerá del soporte jurídico que requiere y con democracia y leyes de importancia estructural será como avance.
El Desafío de Continuidad: Sheinbaum y la Corona de la 4T
La presidenta Claudia Sheinbaum, heredera política del proyecto obradorista, tiene ante sí la tarea histórica de consolidar la Cuarta Transformación. Para ello, su gobierno y la fuerza política de Morena deben entender que la verdadera coronación de este proceso no estará en programas sectoriales o obras simbólicas, sino en dotar a México del instrumento jurídico que selle la ruptura con el modelo neoliberal y establezca las bases perdurables de un México justo y sustentable. Al igual que Juárez con la Reforma, Madero y Carranza con la Revolución, o Cárdenas con el nacionalismo revolucionario, corresponde a esta generación plasmar en un nuevo contrato social constitucional el ideario eco-socialista que reclaman los pueblos y la tierra. Sin este acto fundacional, la 4T quedará incompleta y vulnerable.
El Trastrocamiento Neoliberal: Mercantilización de Derechos
El proyecto económico impuesto desde los años 80 desnaturalizó el espíritu social de la Constitución original. Datos duros evidencian la conversión de derechos en mercancías:
• Salud Fragmentada: Cerca del 35% de la población (más de 44 millones) carece de afiliación a servicios públicos de salud (ENSANUT 2022), forzando el gasto de bolsillo. El gasto privado en salud supera el 50% del total nacional (OCDE), señal de un sistema público insuficiente.
• Educación Desigual: Aunque la cobertura aumentó, la calidad y la infraestructura presentan brechas abismales. México ocupa el puesto 51 de 81 en educación entre países de la OCDE (PISA 2022), perpetuando desigualdades.
• Recursos Naturales Saqueados: Concesiones mineras cubren casi el 12% del territorio nacional (INEGI), muchas en zonas de alta biodiversidad y sobre acuíferos sobreexplotados (70% de los acuíferos presentan estrés hídrico – CONAGUA). La reforma energética de 2013 priorizó ganancias privadas sobre soberanía y sustentabilidad.
• Desigualdad Estructural: El 1% más rico concentra más del 36% de la riqueza nacional (World Inequality Lab), mientras el 43.5% de la población (55.7 millones) vive en pobreza (CONEVAL 2022).
Este modelo, blindado por reformas constitucionales neoliberales, convirtió derechos fundamentales en privilegios accesibles solo para quienes pueden pagarlos, fracturando el tejido social y ambiental.
La Urgencia de un Nuevo Contrato Social: Hacia un México Eco-Socialista
La 4T no será completa ni sostenible si no se sienta sobre bases jurídicas renovadas que prioricen al pueblo y a la Tierra. Se requiere una Constitución que:
1. Consagre los Derechos Sociales como Verdaderamente Universales y Gratuitos: Salud, educación, agua, vivienda digna y seguridad social como pilares inalienables, con financiamiento y garantías estatales sólidas, revertiendo su mercantilización.
2. Adopte el Paradigma Eco-Socialista:
o Derechos de la Naturaleza: Reconocer a la Madre Tierra como sujeto de derechos, no como mero recurso.
o Soberanía Alimentaria y Energética: Priorizar modelos agroecológicos campesinos y energías limpias comunitarias, frenando el extractivismo depredador.
o Justicia Ambiental: Acceso equitativo a recursos, defensa del territorio frente a megaproyectos impuestos, y obligación del Estado de prevenir el ecocidio.
3. Refundar la Democracia: Profundizar la democracia participativa y comunitaria, ir más allá del modelo representativo agotado. Garantizar la revocación de mandato efectiva y la rendición de cuentas permanente.
4. Reivindique la Propiedad Pública Estratégica: Recursos naturales, energía, agua y sectores clave deben estar al servicio del bien común, no de consorcios privados.
La Vía: Proceso Constituyente o Reformas Transformadoras
El «cómo» es crucial. Un proceso constituyente democrático, participativo e incluyente – con asambleas populares, consultas a pueblos originarios y debate nacional – sería el cauce ideal para plasmar la voluntad soberana. Es la vía para una refundación profunda.
Si la coyuntura política lo dificulta, reformas constitucionales de fondo impulsadas desde el ejecutivo o bien con origen en el órgano legislativo deben apuntar a los mismos principios: desmontar el andamiaje neoliberal y sentar las bases eco-socialistas. Reformas tímidas o cosméticas serán insuficientes.
Arriba México, Arriba la Cuarta Transformación y su Nueva Constitución.
El Ciudadano
Palabras de Claudia Sheinbaum en entrevista realizada por El Ciudadano
CS: Pues, primero con los principios, que nos da la esencia de nuestro movimiento. Nosotros decimos que no somos un partido político, somos un movimiento social, porque nosotros estamos permanentemente en movimiento, movilizando al pueblo de México por demandas. No porque llegas al gobierno, debes dejar de movilizarte. Nosotros tenemos principios. Nuestros principios básicos son no mentir, no robar y no traicionar al pueblo, y eso nunca puede modificarse. Al mismo tiempo, lo que deja el presidente Andrés Manuel López Obrado, que es mucho, en estos que van a ser seis años, y de ahí, partir a lo que yo llamo el segundo piso de la Transformación o el segundo escalón de la Transformación, que en esencia tiene que ver con seguir construyendo lo que son los derechos del pueblo de México. Porque la educación pública es un derecho del pueblo; porque el acceso a la salud es un derecho; porque el acceso a la vivienda digna es un derecho; porque el salario digno es un derecho; porque el empleo digno es un derecho; porque el apoyo al campo es un derecho.
Entonces, si construimos por los derechos del pueblo de México, entonces, si construimos sobre los derechos del pueblo de México, nunca vamos a equivocarnos. Y, al mismo tiempo, seguir fortaleciendo la democracia participativa en nuestro país.
Nosotros hoy, tenemos un gran reto, que nos lo hemos puesto, que es modificar la Constitución para un cambio fundamental, que, en América Latina, y en nuestro país, es muy significativo, la modificación del Poder Judicial, para que jueces y ministros de la Corte Suprema de Justicia de la nación, sean electos por el pueblo. Eso es un elemento central que estamos planteando.
(Fragmento de Entrevista realizada por El Ciudadano)