La violencia desbordada en Guerrero dejó este 5 de junio un saldo de tres personas asesinadas, nueve elementos de la Guardia Nacional heridos y dos restaurantes calcinados en Zihuatanejo, sin que hasta el momento haya detenidos.
La crisis de seguridad alcanzó su punto más crítico en la región de Tierra Caliente, donde un grupo armado irrumpió en la comunidad de Zihuaquio, municipio de Coyuca de Catalán, asesinando a tres civiles e hiriendo al comisario municipal, según confirmó Francisco Rodríguez, subsecretario de Asuntos Políticos y Sociales del Estado.
Emboscan a la Guardia Nacional en Zihuatanejo
Durante la madrugada, un comando armado atacó a elementos de la Guardia Nacional cuando atendían un llamado de emergencia en Vallecitos, municipio de Zihuatanejo. El saldo fue de nueve agentes heridos, dos de ellos de gravedad. Todos fueron trasladados al Hospital General IMSS Bienestar “Bernardo Sepúlveda”.
En la zona del ataque, las autoridades aseguraron armamento de alto poder: un fusil Barret calibre 50, ocho fusiles AK-47, cartuchos útiles, así como varios vehículos, entre ellos cuatrimotos y camionetas Rubicón. No hubo detenciones.
Ataques incendiarios en plena zona turística
Horas más tarde, dos restaurantes fueron incendiados simultáneamente en el fraccionamiento Costa Azul, a escasa distancia del módulo de la Policía Turística. Los establecimientos, propiedad de una misma persona, fueron atacados por hombres armados que golpearon al guardia de seguridad y rociaron los locales con gasolina antes de prenderles fuego.
El incendio dejó daños totales en áreas clave como la cocina, el comedor y la barra del restaurante “Yoyas”, además de una televisión completamente calcinada. El guardia fue atendido por paramédicos y no requirió hospitalización.
Militarización sin resultados: la violencia persiste
Ante la escalada de violencia, elementos del Ejército, Guardia Nacional y Policía Estatal fueron desplegados para reforzar la seguridad en la región. Sin embargo, no se ha reportado la detención de los agresores, lo que vuelve a poner en entredicho la efectividad del modelo de militarización de la seguridad pública.
La situación en Guerrero evidencia el colapso de las estrategias oficiales para contener al crimen organizado, mientras las comunidades continúan siendo blanco de ataques, sin justicia ni protección efectiva por parte del Estado.
Sin Embargo / El Sur Acapulco
Fotografía: X | @ramirezlalo_
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