A un año del paro, Magallanes reivindica su lucha por el gas

Con una nutrida agenda de actividades la Asamblea Ciudadana de Magallanes inaugura hoy, miércoles 11 de enero, la conmemoración de lo que fue la primera acción colectiva en la cadena de manifestaciones sociales que marcó el pasado 2011: el paro regional por el alza del precio del gas. La movilización intervino el aeropuerto, cortó las principales vías de acceso a Punta Arenas, cerró los pasos fronterizos y dejó un saldo de dos mujeres muertas, una de ellas con un embarazo en curso.

La celebración del aniversario se abrirá a las 19 hrs de esta tarde con un taller dictado por el Consejo de Transparencia del Estado para socializar la importancia del acceso a la información pública como un derecho fundamental. La cita es en la sede del sindicato de Enap (Empresa Nacional del Petróleo) ubicada en Lautaro Navarro 1196. La convocatoria es abierta y gratuita.

Al término del debate, la invitación es a trasladarse hasta la intersección de las calles Rómulo Correa con Videla, lugar donde se realizará, desde las 23 horas, una velatón en homenaje al fallecimiento de Claudia Castillo y Melisa Silva, quienes murieron atropelladas en las cercanías de una barricada durante la primera madrugada del paro de enero de 2011.

El día viernes 13, desde las 20 horas, se ofrecerá una muestra documental producida por un grupo de audiovisualistas locales que captaron valiosos registros del paro regional. Los cortometrajes se proyectarán en el Salón Pacífico, ubicado en José Menéndez 741, Punta Arenas.

Las actividades continuarán el domingo 15 con una romería que partirá a las 10 de la mañana desde Videla con Rómulo Correa –lugar de deceso de las dos mujeres- y llegará hasta el Cementerio Municipal de la ciudad. La semana conmemorativa culminará con un acto central a las 18 horas de ese mismo día en la Plaza de Armas de Punta Arenas.

LA SEMANA DE PROTESTAS QUE BOTÓ A UN MINISTRO

A fines de diciembre de 2011, el Ejecutivo anunció un alza de un 16, 8% en la tarifa del gas para la región de Magallanes, zona que, además de ser la principal productora del combustible en el país, es gran consumidora del mismo por las inclemencias del clima austral –en Punta Arenas, incluso en verano, la temperatura no sube de los 15 grados-.

Pese al amplio rechazo, el Gobierno defendió el alza escudándose en los altos precios internacionales del crudo y en la inminente quiebra de Enap, petrolera que según las declaraciones del Presidente Sebastián Piñera, tenía una deuda de 4.000 millones de dólares y unas reservas que se agotarían al año 2017.

En la práctica, las familias del extremo sur del país pasarían de pagar un promedio de 20 mil pesos por cuenta, a uno de 25 mil. Producto de la indignación, los magallánicos paralizaron la ciudad de Punta Arenas a partir del día martes 11 de enero. La situación se extendió por una semana, tiempo en que se golpeó fuertemente al turismo, principal actividad productiva de la región.

La oposición y organización ciudadana, logró que el Gobierno redujera el alza a un 3% y motivó el primer cambio de gabinete del Presidente. En siete días cayó el entonces ministro de Minería Ricardo Rainieri y semanas después renunció la hoy ex intendenta de Magallanes Liliana Kusanovic.

A un año del conflicto, que se inició el 9 de enero del año pasado con 15 mil personas en las calles, los magallánicos insisten en una tarificación preferencial para la doceava región. El actual subsidio fiscal permite que los hogares de la zona austral paguen aproximadamente 22 mil pesos por una cuenta de gas natural que en el valle central sería de 190 mil. A simple vista la asistencia es grande, pero según los magallánicos el gasto por familia se dispara considerando el exorbitante precio de los productos de primera necesidad que son, en su mayoría, importados.

Pero el problema de fondo, según reclaman, es que el alza de precio recae injustamente en la ciudadanía, que obtiene 1 millón de metros cúbicos diarios, y no sobre la industria, que se lleva aproximadamente 10 millones de metros cúbicos cada jornada, como la trasnacional canadiense Methanex.

El Ciudadano