Latinoamérica

Brasil: huelga general contra la reforma previsional de Michel Temer

La iniciativa del Gobierno de Michel Temer fija una edad de jubilación no estipulada en las actuales leyes brasileñas.

Varias ciudades de Brasil vivieron este lunes una huelga general contra la reforma jubilatoria que impulsa el Gobierno de Michel Temer y que se comenzó a votar ayer mismo, según manifestó el presidente de la Cámara de Diputados brasileña, Rodrigo Maia.

Sin embargo, el Gobierno de Brasil ha suspendido la tramitación de la polémica reforma de las pensiones en el Congreso, según informan los medios locales.

El pasado diciembre, el ministro de Hacienda de Brasil, Henrique Meirelles, indicó que esa modificación busca combatir un crónico déficit del sistema de previsión social, que consume «el 50 % de los presupuestos» del Estado y en una década podría alcanzar el 80 %.

Numerosos trabajadores rechazan esa medida porque, entre otras cosas, establece la edad mínima de jubilación en 65 años para los hombres y 62 para las mujeres, cuando hasta el momento los varones se pueden retirar con 35 años de cotización y las féminas con 30, sin límite de edad.

De acuerdo a la Central Única de Trabajadores (CUT), el nuevo marco legal requeriría 49 años de contribución para tener acceso a la jubilación total, con lo cual los jóvenes tendrán que empezar a trabajar a los 16 años para jubilarse a los 65.

#QuieroJubilarme

#QueroMeAposentar (#QuieroJubilarme) es el lema y el ‘hashtag’ de la movilización organizada por gremios laborales como la CUT, la Central de Trabajadores Brasileños (CTB), Força Sindical, Intersindical, Nueva Central y la Unión General de Trabajadores (UGT), una iniciativa a la que se han adherido empleados de sectores como la salud, la banca, el transporte, la educación o la metalurgia.

En Fortaleza, capital del estado de Ceará, la marcha ha sido encabezada por profesionales del periodismo mientras que en Belo Horizonte —ciudad principal de Minas Gerais— han sido convocadas asambleas de trabajadores del gremio sanitario, quienes han paralizado sus actividades, informa RT en español.

Al tratarse de una modificación de la Constitución de Brasil, la medida gubernamental necesita el voto afirmativo de dos tercios del plenario para su aprobación. El presidente de la CUT, Vagner Freitas, asegura que hasta ahora no los tiene «por nuestras movilizaciones», así que ha proclamado «victoriosos» a los manifestantes ante una modificación normativa que «es un desajuste».

Vagner ha catalogado esa reforma como «la joya de la corona» que Temer ha tratado de entregar a «los patrocinadores del golpe que destituyó a la presidenta Dilma Rousseff».

 

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