Carabineros asume responsabilidad en el desalojo de la U de Chile pero asegura que decano autorizó el ingreso

Pasadas las 14:00 horas del jueves 21 de agosto, varios piquetes de Fuerzas Espaciales de Carabineros acordonaron el frontis de la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile, para dispersar al centenar de vecinos y estudiantes que ahí se encontraban expresando su apoyo a los pobladores que, desde hace cuatro horas, ocupaban la casa de estudio en protesta por  “la exclusión de los más pobres de la educación superior pública”.

Por Arturo Ledezma

23/08/2014

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CARABINEROS 

En un operativo que no duró más de diez minutos, los policías desalojaron el recinto universitario y destruyeron todo lo que encontraron al paso, incluyendo lienzos y papelógrafos con mensajes sobre unión, lucha y justicia social.

En total, 34 pobladores resultaron golpeados y detenidos, entre ellos una menor de edad. Las autoridades universitarias, respondieron inmediatamente al reclamo de los abogados de derechos humanos y el cuerpo estudiantil de aquella facultad, explicando que no tenían responsabilidad alguna en los hechos y que la orden de desalojo provenía de la intendencia.

Esta versión fue ratificada por funcionarios de policía de la 33 comisaría de Ñuñoa, hasta donde llegaron los detenidos, cerca de las tres de la tarde.

A las 17:00 horas el Intendente de Santiago, Claudio Orrego, se entrevistó con la prensa para hacer un balance de la jornada de movilización estudiantil y al ser consultado sobre la orden de desalojo respondió que: “lo ocurrido en la facultad de derecho nada tiene que ver con las demandas estudiantiles… fue el decano subrogante, Pierino Perazzo, quien me llamó para solicitar el desalojo inmediato de los pobladores”, dichos en los que insistió a través de su cuenta en twitter.

Así las cosas, y cuando la verdad era disputada entre las autoridades universitarias y la intendencia, cerca de las diez de la noche comenzó a circular entre los académicos de la facultad un correo de Pierazzo, titulado declaración pública, en el que aseguraba que no había solicitado a ninguna autoridad política ni universitaria la intervención de la fuerza pública.

El correo iba acompañado de un acta de ingreso emitida por la 19 Comisaría de Providencia, en donde se dejaba constancia que los uniformados habían procedido al desalojo por considerar la toma como un “delito flagrante y ocupación ilegal”. Lo que no informó el decano en su declaración pública fue que, previo al desalojo, se entrevistó con el teniente Claudio Valencia para discutir la situación y que él, Perazzo, fue quien autorizó la entrada de los uniformados, firmando un consentimiento que, según aseguró el coronel de la Prefectura Oriente, Ricardo Yáñez, se encuentra debidamente archivado en la fiscalía.

Realizada la consulta en la 19 Comisaría de Providencia sobre la reunión entre carabineros y el decano, el mayor Eduardo Iuseff, jefe operativo de providencia, informó que fue la policía quien tomó la iniciativa de acercarse a conversar con Perazzo para proponerle el desalojo, ya que consideraban que la forma en que se estaban manifestando los pobladores no se podía tolerar, porque violaba todas las reglas del orden público.

El gran problema que hay aquí es que el decano no se atreve a decir las cosas como son, por que los alumnos son muy delicados. Estamos conscientes que es muy noble la actitud de los jóvenes, pero hay un límite. Somos los llamados a mantener el orden y no podemos permitir que los pobladores se instalen en la frontis de la Facultad de Derecho, prendan fogatas e instalen carpas, también hemos sido tolerantes con ellos, pero abusan”, afrimó Iuseff.

Consultados los funcionarios policiales por los dichos del intendente, quien reconoció haber ordenado el desalojo a petición del decano, no quisieron referirse al tema argumentando que era información que no manejaban y que aquello no era de su competencia.

Fue el secretario de comunicaciones del Centro de Alumnos de Derecho, Sebastián Mansilla, quien hizo un análisis de todo lo ocurrido asegurando que entre tanta información cruzada y declaraciones contradictorias de la intendencia, las autoridades universitarias y carabineros, lo único que quedaba claro es que alguien estaba mintiendo y su cobardía generaría costos políticos a los más débiles. A esto agregó que “lo importante aquí es tener en cuenta que hay una intención, de parte de las autoridades, de reprimir cualquier intento de articulación entre pobladores y estudiantes que asegure terminar con la segregación y la exclusión de los más pobres”.

Al cierre de esta nota, no fue posible contactar al decano (s) para que entregara su versión de los hechos, esta periodista llamó a la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile y a la Escuela de Oficiales de Carabineros, instituciones donde trabaja el señor Pietro Pierazzo, para consultar al aludido por su versión, sin resultados positivos.

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