Colombia: Gobierno y camioneros llegan a acuerdo tras 45 días de paro

Los trabajadores lograron mejores condiciones económicas y laborales así como más recursos para chatarrizar los vehículos.

paro colombia

Finalmente el Gobierno y líderes de los camioneros en Colombia llegaron, este viernes, a un acuerdo que puso punto y final a un paro que duro 45 días -el más largo de su historia- y que trajo consigo varios heridos y la muerte del joven Luis Orlando Sáenz, quien falleció en una de las manifestaciones a consecuencia del impacto de una granada.

Los líderes de los transportistas y el Gobierno trabajaron en la elaboración de un documento de preacuerdo, así lo informó el secretario de la presidencia de la República, Luis Vélez, quien comentó que dicho acuerdo les permitirá pensar en una reforma estructural de la política de transporte de carga pesada en Colombia.

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Según informa TeleSUR, el ministro de Transporte, Jorge Eduardo Rojas, informó en rueda de prensa que el acuerdo firmado entre el Gobierno Nacional y los cuatros gremios de transportistas que aún continuaban en paro consta de 27 puntos, pero que básicamente se podían resumir en 4 vértices:

1. Condiciones económicas. No se volverá a la tabla de fletes y en cambio seguirán con un sistema de costos eficientes que tiene como base la libertad vigilada y un valor de referencia.

2. Desintegración vehícular. Rojas señaló que el Gobierno finalmente entendió que la chatarrización es importante para ayudar al pequeño transportista que tiene vehículos de más de 25 años y de más de 10,5 toneladas. Por eso, según indicó, se destinarán los recursos necesarios para garantizar que el pequeño transportista pueda chatarrizar su vehículo, «pero sin corrupción y sin oscuridad, sin mafia y sin intermediarios», recalcó.

3. Condiciones laborales. Se garantizará el trabajo digno mediante sueldos justos para el trabajador del volante y el cumplimiento de la normativa laboral colombiana. Rojas señaló que debe propiciar un ambiente en el que «ese trabajador tenga derecho a profesionalizarse, que tenga dignidad en los sitios de carga y descargue, que en la vía tenga lugar para descansar y que se baje el riesgo de accidentalidad», enumeró.

Rojas también señaló que los Ministerios de Transporte y de Trabajo realizarán un estudio para evaluar los riesgos a los que se enfrenta el gremio de transportistas de carga, así como el tema la jubilación de los conductores. También se ha puesto sobre la mesa la puesta en marcha de un programa de vivienda para estos trabajadores, apoyado desde Ministerio de Vivienda y Transporte.

4. Gran Observatorio de Carga de Colombia. Rojas explicó que ello se realizará con miras a revisar y reevaluar en pleno la política de transporte en el país y no solo desde el punto de vista de los costes.

Acuerdo «realista y equilibrado»

El presidente de Colombia, Juan Mauel Santos, recalcó durante su alocución que durante los 45 días de paro que duró la huelga de los transportistas, el Gobierno Nacional siempre estuvo abierto al diálogo, pero con la firme postura de no permitir la violencia ni ceder a un acuerdo que afectara a los involucrados. Por lo que expresó sobre el reciente documento firmado con el gremio de transportistas que «el acuerdo es realista y equilibrado».

«Por eso desde cuando se inició la inmovilizacion ordené que se buscaran soluciones equilibradas y realistas para los problemas del sector transportador. El diálogo y la concertación no pueden darse en contra de los derechos de los colombianos, del interés general y en contra de la movilidad y el normal abastecimiento», subrayó.
«Haber seguido a las retenciones de las agremiaciones que promovieron el paro, habría significado un alza desproporcionado y permanente de los productos de la canasta familiar y un duro golpe a la competitividad del país, con el consiguiente efecto negativo sobre el empleo», vaticinó el mandatario.

Santos reiteró que su Gobierno respeta el derecho a la protesta, pero siempre y cuando esta no se haga con el empleo de la violencia. Y es que desde su perspectiva, el bloqueo carretero es una forma de violencia para el pueblo colombiano porque no solo es ilegal, sino que «dispara» la inflación, una situación que afecta directamente a los colombianos más pobres.

Bajo este argumento, pues, el mandatario justificó que se emplearán unos 50 mil efectivos con la orden expresa de garantizar el libre tránsito en las carreteras mediante el desalojo de los protestantes de las vías, así como de la protección de las 2.500 caravanas de transportistas que no se unieron al paro e impidieron que la inmovilización fuera total.

En este sentido, luego de haber hecho un recuento en el que informó que la Superintendencia de Transporte suspendió más de mil 300 licencias de tránsito a conductores y empresas que estaban bloqueando las vías, recalcó que en los días siguientes la Fiscalía continuará con las investigaciones para sancionar a los responsables de los hechos violentos ocurridos durante los días de paro, y que en muchas ocasiones ni siquiera estaban relacionados con el gremio que exigía justicia para sus derechos.

Así mismo anunció que en los próximos días, el Gobierno estará vigilante para que la movilización se normalice y con ello los precios de los productos básicos y los alimentos. «Este paro es otra demostración de que las vías de hechos no inciden en el resultado final de la negociación y solo causan daño», concluyó. Agregó que los dispositivos de seguridad se mantendrán este fin de semana en las vías por lo que instó a los usuarios a conducir con cuidado.

Consecuencias de un paro de 45 días

El paro de camioneros no solo trajo consigo heridos, muerte y daños materiales, también afectó el bolsillo de los colombianos producto del aumento de los productos alimenticios, en el caso de Bogotá, productos como el tomate y la cebolla han tenido un incremento de hasta el 40%.

Otro de los sectores gravemente afectados fue la industria de la construcción, la inmobiliaria y las obras de infraestructura, las cuales se encuentran paralizadas.

El sector de combustibles declaró escasez en casi el 50 por ciento de los municipios del país, y la industria textil también ha sufrido las consecuencias.

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