Estado Islámico arrasa Nimrud, ciudad patrimonio arqueológico de Irak

Autoridades iraquíes anunciaron este jueves que integrantes de Estado Islámico habían arrasado la antigua ciudad de Nimrud, considerada una de las joyas arqueológicas más célebres y preciadas del patrimonio de Irak.

Nimrud Irak

Un comunicado de prensa difundido a última hora de este jueves anunciaba que Estado Islámico había saqueado y demolido la antigua ciudad asiria de Nimrud, ubicada a treinta kilómetros al sureste de Mosul, en Irak. Este hecho se produce días después de que el grupo armado difundiera un vídeo en el que hacían alarde de la destrucción que habían provocado en estatuas del museo de Mosul y en dos toro alados situadas en una de las entradas a la antigua Nínive.

Fuentes oficiales citadas por la cadena de televisión Al Yazira dijeron que los atacantes «llegaron al medio día con un buldócer y comenzaron a destruir el palacio«.

La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura –UNESCO– calificó la destrucción llevada a cabo por Estado Islámico como un «crimen de guerra«.

Según las informaciones difundidas por el diario El País, los ataques con bulldozers comenzaron tras la plegaria del medio día del jueves. Las autoridades anunciaron que la mayoría de los objetos arqueológicos de Nimrud se trasladaron hace tiempo a los museos de Mosul, Bagdag, Londres o París, aunque aún quedaban algunas piezas como los lamasu, estatuas gigantes de toros alados con cabezas humanas y relieves.

Nimrud fue fundada en el siglo XIII a.C a orillas del río Tigris y está considerada como uno de los principales vestigios de la era asiria. Axel Plathel, director de la oficina de la UNESCO en Irak, reconoció que la destrucción de Nimrud es «otro lamentable ataque al patrimonio de Irak«. La directora general de la UNESCO confirmó los ataques de la semana pasada al museo de Mosul en Nínive, y solicitó reunirse urgentemente con el Consejo de Seguridad de la ONU, así como con el Tribunal Penal Internacional para pedirles su intervención ante el temor de que su próximo objetivo sea la ciudad de Hatra, Patrimonio de la Humanidad desde 1985.

«Quieren destruir los símbolos de la cultura de Irak que no corresponden con sus creencias, pero también mostrar su poder. Están diciendo: no respetamos los valores que tenéis y vamos a destruirlos«, explicó Plahte al diario El País.

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