Federación de sindicatos abogan por la defensa de las empresas públicas

Representantes de federaciones de sindicatos de Metro y de Codelco han mantenido encuentros a instancias de la Central Unitaria de Trabajadores

Representantes de federaciones de sindicatos de Metro y de Codelco han mantenido encuentros a instancias de la Central Unitaria de Trabajadores. Apuntan a coordinarse ante las amenazas que rondan a las empresas públicas y desmitificar los prejuicios vinculado al sector.

En un foro organizado por el sindicato de trabajadores del tren capitalino, el presidente de la Federación de Sindicatos de Metro, Eugenio Valenzuela, el abogado asesor de los trabajadores de Metro, Alfredo Peñaloza, el representante de los profesionales de Codelco, Ricardo Calderón y el presidente de la CUT (Central Unitaria de Trabajadores) Arturo Martínez, cuestionaron la existencia de empresas públicas en el Chile neoliberal de hoy.

Todos ellos participaron en el debate “Unidad sindical para la defensa de las empresas públicas” y subrayaron  la existencia de amenazas para las 25 empresas todavía a manos, de manera directa o indirecta, del Estado chileno.

El abogado Peñaloza planteó la existencia de amenazas al sector empresarial público: De las 500 empresas públicas creadas en los años 60 y administradas por Corfo, actualmente la mayoría se ha traspasado al sector privado.

El traspaso se puede explicar  por la definición misma de lo que es una empresa pública, dado que  la definición contiene una primera amenaza: solo una ley puede crear una empresa pública. Según Peñaloza, “la institucionalidad legal deja el campo abierto a los particulares ya que existen numerosos elementos que restringen fuertemente la creación de empresas por el Estado”.

Peñaloza explicó que estos elementos estriban en la Constitución del año 80. Para ser aprobada, una ley exige una mayoría de parlamentarios a favor de la ley, que se establecen las metas de la empresa y sobre todo se exige la subsidiariedad del Estado en materia de economía. Esta subsidiariedad  implica que la participación del Estado está restringida a la no participación de los particulares, o sea el Estado puede participar si y solamente si los particulares no implementan las actividades.

Ricardo Calderón, representante de profesionales de Codelco, añadió que “el problema es la Constitución del año 80. Chile nunca tuvo una constitución democrática, ni siquiera pudo expresarse la soberanía popular. El gran reto  jurídico sería de definir qué espacio debe ser inviolable por ser un bien social, como el agua por ejemplo, y qué son los otros espacios libre de competencia, por ello debe emerger una asamblea constituyente”.

Las otras amenazas destacadas por el abogado son “las concepciones político-económicas actuales del Gobierno, los apetitos de los grupos económicos, la inercia de la población y de sus organizaciones, los argumentos mentirosos del Gobierno”.

El argumento mentiroso puede ser la necesidad de vender empresas para vivir de la renta de la venta con el fin de apoyar la Defensa chilena, ilustró Peñaloza. Lamentó  que “estos argumentos convencen”.

Tales argumentos fueron refutados por el ex-senador Jorge Lavandero en su investigación sobre el “saqueo del cobre chileno”. En su campaña presidencial, Piñera propuso privatizar el 20% de Codelco. Sin embargo, en 2002, la empresa estatal generó 198 toneladas de cobre. Al saber que una libra de cobre sobre el mercado de los metales vale, por ejemplo, 3 U$, Codelco hubiera generado un billón de dólares. “¿Cuánto es el 20% de un billón? Mucho más que la renta de la venta.  “Además, hoy en día el cobre está a 4,27 dólar la libra”, explicó Lavandero.

Incluso el abogado lo subrayó: Las empresas publicas “son un buen negocio”, con 40.000 trabajadores, con activos por 35.600 US$ millones,  con un patrimonio contable de US$ 7.700 millones, y con ventas por US$ 16.700 millones en 2005.

“La idea que las empresas públicas no son eficientes por ser públicas es el problema de todo el mundo público, tenemos que sacar estos prejuicios y mostrar nuestra eficacia económica”, subrayó Ricardo Calderón.

El ex-senador Lavandero desmanteló estos tópicos: Con el tercio de la producción, Codelco paga un  40% de impuestos al Estado chileno lo que le genera 10 mil millones de dólares. Con los dos tercios de la producción, las empresas privadas pagan un 10% de impuestos y 2.500 millones de dólares al Fisco, “lo que equivale a un déficit de 17.500 millones de dólares para el estado, cada año”.

Calderón por su parte, insistió sobre el hecho de que Codelco no es una empresa en crisis sino “la empresa más importante de Chile con 47 mil millones de excedentes el año pasado. […] Chile tiene fuentes de recursos, produce el 30% del cobre que se exporta en el extranjero”. Según él, lo que falta es una política de financiamiento hacia la empresa pública para que pueda seguir invirtiendo.

Añadió que además de generar rendimientos, existe un “impacto de la minería en otros sectores como el laboral”; las empresas públicas también generan empleos.

Y en el marco de estos empleos, “La unidad sindical es la única forma de garantizar los derechos y beneficios de los trabajadores de las empresas públicas y de la sociedad en su conjunto”, según los dirigentes del los trabajadores de Metro. Eugenio Valenzuela insistió sobre  la importancia de esta unidad sindical, tanto al nivel interno como inter-sindical.

Arturo Martínez  de la CUT agregó la necesaria valoración de  “la sindicalización para la defensa de las empresas públicas […] que permite posicionar el valor del trabajo, aunque las empresas privadas lamentan su fuerza”.  Precisa que “en las empresas públicas las tasas de sindicalización están superiores a las de las empresas privadas”.

Por Mélissa Quillier

El Ciudadano

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