INDH presentó manual de DD.HH para comunicadores y comunicadoras y debatió sobre responsabilidad social de los medios

Durante la mañana de este viernes, el Instituto Nacional de Derechos Humanos, liderado por su directora Lorena Fríes, presentó su Manual de Derechos Humanos para Comunicadores y Comunicadoras. La instancia, que se realizó en el Museo de Violeta Parra, contó con la presencia de la presidenta del Colegio de Periodistas, Javiera Olivares, el presidente ejecutivo de América Solidaria, Benito Baranda, María Olivia Mönckeberg (Premio Nacional de Periodismo 2009) y la moderación de la periodista Beatriz Sánchez.

El panel abrió un debate sobre la necesidad de analizar la responsabilidad social del periodismo y su apego a la defensa y el respeto de los derechos humanos. En este sentido, los panelistas debatieron sobre el quehacer del oficio por estos días, que muchas veces se aleja del ideal ético que inspira el deber ser de los comunicadores y comunicadoras.

«La asertividad, el ser punzante y golpeador requiere como condición un respeto básico a los derechos humanos y las garantías de las personas. De lo contrario, la posibilidad de generar un cierto golpe periodístico a costa de discriminación a diversos sectores de la población, no es un ejercicio ni responsable ni el de mayor calidad«, recalcó Javiera Olivares.

La dirigenta del Colegio de Periodistas felicitó la iniciativa del INDH de involucrarse en el debate ético del gremio y agregó que el ejercicio del periodismo debe contar con marcos de regulación y orientación. Sobre todo, considerando que la crisis actual del oficio en Chile se vincula directamente con la concentración mediática y los principios del mercado.

«El mercado determina el sistema de medios, lo que provoca que los contenidos surjan por criterios de rentabilidad», recalcó.

El rol del periodismo en el debate sobre delincuencia

Para el director ejecutivo de América Solidaria, Benito Baranda, quien se reconoció como crítico del ejercicio del oficio actual, no es posible un periodismo punzante sin un respeto a la dignidad de las personas. En este sentido, cuestionó la realización de programas policiales que persiguen a delincuentes de barrios estigmatizados e invaden sus casas, como es el caso de «En su propia trampa», el espacio de Canal 13 conducido por Emilio Sutherland.

«Uno se pregunta por qué no hacen esa persecución con la gente del barrio alto, que no paga sus imposiciones, por ejemplo. Si no lo haces, es porque entiendes que el otro tiene mayores instrumentos para defenderse y al que no lo tiene, eres capaz de violentarlo», recalcó.

Además, culpó a los medios de comunicación de haber incidido en el debate político sobre delincuencia, dificultando la elaboración de políticas públicas serias que efectivamente reviertan las situaciones delictuales en Chile. Al respecto, Baranda recalcó que pocas veces el gremio se ha atrevido a entender de forma profunda las injusticias laborales y salariales que afectan al país.

Además, dio otros ejemplos: «¿Quién ha investigado qué ha hecho con la plata la policía? Nunca en la historia Carabineros de Chile había tenido tanto dinero. ¿Y qué hace la inteligencia de Carabineros? Los recursos que el Estado ha puesto en eso han sido mucho más grande que los recursos que han puesto para integrar a los jóvenes que están fuera del sistema».

La crítica al rol del golpe periodístico

A través de su experiencia, esencialmente investigativa, María Olivia Mönckeberg recordó que en 1981 los colegios profesionales perdieron la tuición ética, lo que ha afectado la integridad del ejercicio periodístico. «No se trata de andar castigando a la gente, pero es importante que el respeto a los derechos humanos sea piedra angular de la carta ética de los periodistas», recordó.

Mönckeberg recordó además la responsabilidad de la concentración mediática en la existencia de un periodismo «de espectáculo, de la búsqueda desesperada por el golpe periodístico. En ese sentido prefiero el periodismo de calidad. Muchas veces tratan de impactar y es ahí donde ocurre la irresponsabilidad. Esos programas poco profundos que persiguen con la cámara oculta al delincuente de calle y lo venden como periodismo de investigación, a mí que me dedico a eso me provoca cierto malestar».

Los panelistas llamaron a los comunicadores a revisar el manual entregado por el INDH, especialmente en el tratamiento de temas que hoy muestran las debilidades del oficio. Por ello, el informe se divide en temas conflictivos para el gremio que exigen mayor sensibilidad y cuidado: esto es, en cuanto a personas privadas de libertad, pueblos indígenas, diversidad sexual, mujeres, infancia y adolescencia, personas migrantes, adultos mayores y personas en situación de pobreza. 

El lanzamiento del manual lanza una señal, a la vez, de llamado de atención del organismo al quehacer y ejercicio actual del periodismo, un gesto que nuevamente vuelve a marcar precedente sobre la gestión actual del INDH y que fue saludado por la dirigenta del gremio, Javiera Olivares.