La Pintana es la Comuna más ecológica de Chile

  La Pintana trabaja sigilosamente hace años en un plan ambiental integral, que por sus resultados, merece ser lo primero que se nos venga a la cabeza cuando pensemos en ella

Por Andrea Peña

30/07/2015

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La Pintana trabaja sigilosamente hace años en un plan ambiental integral, que por sus resultados, merece ser lo primero que se nos venga a la cabeza cuando pensemos en ella.

Cuando muy pocos hablaban del cambio climático y la sustentabilidad, La Pintana creó, en 1995, la Dirección de Gestión Ambiental (DIGA), que tiene como ejes el desarrollo urbano y social de su comunidad. ¿La clave para generar cambios reales? Involucrar a todos los actores de la cadena: desde los vecinos hasta los altos cargos de gestión.

Los pilares concretos con que se están transformando a esta comuna son los siguientes:

 

Programa de compostaje: 

Se hace cargo desde el tratamiento de la parte vegetal de los residuos generados en las viviendas y ferias libres, hasta la minimización y utilización de las podas de árboles y residuos producto del mantenimiento de áreas verdes, para producir compost, un abono orgánico, que luego es utilizado en las áreas verdes de la comuna.

Además de dar un uso práctico a los residuos, la idea es reforzar y fomentar en la población el concepto de manejo apropiado de residuos sólidos, con la finalidad de que los residuos dejen de ser un problema y sean vistos como materia prima reutilizable en nuevos procesos.

 

Plan de creación de jardineras: 

Busca el manejo apropiado de residuos sólidos urbanos, construyendo con neumáticos usados y escombros abandonados, jardineras con revestimiento de mortero. El plan pretende recuperar los sitios eriazos con focos de insalubridad producidos por la disposición ilegal de residuos, utilizando las jardineras para bloquear el acceso a camiones con escombros.

 

Reciclaje de aceite usado: 

Uno de los proyectos estrella de la comuna, siendo la única de la Región Metropolitana que cuenta con una planta de producción de biodiesel. El municipio recolecta el excedente de aceite de las casas, restaurantes y carritos de sopaipillas (y el que vecinos de otras comunas traigan), para convertirlo en biodiesel. Este es un biocombustible líquido que se obtiene a partir de lípidos naturales como aceites vegetales o grasas animales, con o sin uso previo, y se aplica en la preparación de sustitutos totales o parciales del petrodiesel o gasóleo obtenido del petróleo.

Más de un 25% de la flota de camiones municipales se moviliza con el biodiesel obtenido por este plan.

 

Huertos orgánicos: 

Este es programa de riego y cultivo hidropónico doméstico, de bajo costo y alto impacto. A través de diferentes módulos demostrativos a pequeña escala, se invita a los vecinos de la comuna a establecer cultivos orgánicos en espacios reducidos: patios, ante-jardínes, sitios eriazos, patios de sedes vecinales, escuelas y, sobre todo, en las seccionales ambientales agroresidenciales y agrícola.

 

Labor educativa: 

Se realizan una serie de talleres, donde se le enseña a los pobladores a reciclar, cuidar la tierra, construir plazas en sitios eriazos, crear invernaderos, huertos orgánicos, fomentar la tenencia responsable de mascotas, respetar a las especies nativas, etc.

Estos son los principales pilares de DIGA, pero cuenta con una serie de otros servicios como servicio de podas, recolección de residuos voluminosos, escombros , servicios de fumigación, entre otros.

 

Conveniente y un ejemplo mundial

De este modo, la comuna no sólo logra educar a sus habitantes en el cuidado del medioambiente y reducir su huella ecológica, sino que además contribuye a un uso mucho más eficiente de sus recursos, aprovechando como un beneficio todo aquello que en otras comunas es considerado desechos, y liberando recursos para ir en la ayuda de sus habitantes.

El municipio está trabajando, desde el 2009, con el Sistema Nacional de Certificación Ambiental, donde ha obtenido el cumplimiento de todos los indicadores con nota máxima, lo que se traduce en una actual certificación de excelencia para La Pintana.

Pablo Allard, arquitecto urbanista, escribió una columna haciendo referencia al ejemplar caso de esta comuna y contó cómo, en un seminario en el que participó en un proyecto tecnológico en Estocolmo, en el cual el Instituto Real de Tecnología KTH expuso como proyecto ejemplar de recuperación de basura orgánica para el compostaje, el caso de la municipalidad de La Pintana. Allard se alegró y al mismo tiempo sintió vergüenza de no tener idea de lo que hacía la comuna. Por eso es que hay que difundir su extraordinaria labor en pro del medioambiente y participar activamente, si es que alguien se anima, a través del sitio www.digap.cl

 

4.5

La próxima vez que escuchemos a alguna persona o noticiero referirse a La Pintana en términos negativos, recordemos todo esto antes juzgar y procuremos dar a conocer lo que hacen ¡Ojalá hablemos tanto de ella, que su ejemplo se imite en otros municipios!

 

 

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