¡Lanza tu firma al mar!

Amigos, coterráneos, visitantes, habitantes, Mapuche, No-Mapuche, chilenos, viajeros, navegantes, turistas, buzos, mariscadores, cochayuyeros, recolectores, amantes de la playa, comensales de productos del mar y resaca de las orillas: ¡El Mundo es ¾ agua! ¡Los océanos están conectados! ¡Las lluvias se producen en gran medida por evaporación! ¡Los hielos se están derritiendo! ¡Si el agua del […]


Amigos, coterráneos, visitantes, habitantes, Mapuche, No-Mapuche, chilenos, viajeros, navegantes, turistas, buzos, mariscadores, cochayuyeros, recolectores, amantes de la playa, comensales de productos del mar y resaca de las orillas:

¡El Mundo es ¾ agua! ¡Los océanos están conectados! ¡Las lluvias se producen en gran medida por evaporación! ¡Los hielos se están derritiendo! ¡Si el agua del Mundo fuera un envase de un litro, sólo una gota de ese litro sería de agua dulce! ¡Chile tiene 4 mil kilómetro de costas y más de 9 mil kilómetros si se cuenta cada recoveco! ¡En Antofagasta comenzarán a producir agua potable a partir de agua de mar como en los sultanatos de Oriente!

¡Qué cosas tan repetidas! ¿No? Pasemos a las novedades entonces. Si usted no conoce las costas de Biobío, Araucanía, Los Ríos y Los Lagos (al sur de Valparaíso y al norte de Puntas Arenas y el Cabo de Hornos), se ha perdido gran cosa.

¿Sabía que hay un largo trecho sin puertos contaminantes y donde la pesca ha sido por siglos «artesanal» y por milenios la ocupación de los Lafkenche (gente del mar)?

Si en cambio ha disfrutado de las costas que están más al norte o más al sur -de Chile, de América, del Pacífico- no se preocupe, algo ha visto: las corrientes hacen que las mismas aguas circulen por aquí y por allá. Pero le contamos que se ha perdido el Lago Budi, salado como él solo y con cisnes de cuello negro. Y añadiremos que esas mismas costas son las que vieron levantarse furioso al mar después del terremoto más grande registrado en la Historia de la Humanidad, el de Valdivia en mayo de 1960.

¿Le comentaron que pasaron navegando por esas mismas costas siglos atrás los marinos, piratas y corsarios de las historias que oyó en la niñez? Magallanes, Drake, Sharp, Byron y Cochrane, entre otros. ¿Oyó que en embarcaciones a vela es más fácil y rápido ir a la Isla Juan Fernández que inspiró el Robinson Crusoe de Daniel Defoe) que hacerlo sólo por la orilla del continente?¡Esas son las corrientes de Günther y Humboldt! ¡Esos son el fenómeno de La Niña y El Niño! ¿Sabía que la Isla Mocha era paso obligado para llenar de agua dulce las embarcaciones que navegaban «La Mar del Sur»? ¿Supo que la corriente de Humboldt rica en fito y zooplancton tomó el nombre del sabio alemán maravillado con la vida del lugar? Téngalo presente, éstas no son costas cualquiera.

Pues bien, sabiendo todo eso y haciendo oídos sordos al sentir de un Pueblo, la empresa CELCO (Celulosa Arauco y Constitución) del grupo Angelini (cuyo fundador se hallaba antes de morir entre las 200 primeras fortunas del Mundo), ha mantenido la presión para liberar un ducto con los desechos de una planta de celulosa que procesa con materiales clorados y que libera riles (cancerígenos ambos). Hasta ahora, los desechos se liberaron en el Humedal del Río Cruces protegido por la Convención de Ramsar 1972. ¿Resultado? Coincidentemente con la entrada en funcionamiento de la planta de celulosa, los cisnes de cuello negro (Cygnus melancoryphus), aparecieron muertos, emigraron y disminuyeron su población hasta casi desaparecer.

La empresa culpa a cambios climáticos, en cambio los científicos de la Universidad Austral mencionaron en sus estudios la presencia de metales pesados en el cauce, lo que habría complicado la ingestión de alimentos, entre otras alteraciones a la vida natural.

No contentos con eso, los empresarios comenzaron a buscar otro destino para sus desechos mortíferos y fijaron la vista en Mehuín, una caleta de pescadores asentada en el sur del Mundo en donde la mayoría de los habitantes son de origen mapuche. En realidad, Mehuín estuvo considerado desde un comienzo como el depositario de los desechos pero la férrea oposición de sus habitantes dio como resultado que la empresa descargara en otro lugar.

¿Resultado? Los valientes pescadores se transformaron en Defensores del Mar, oponiéndose tenazmente y aun a costa de arriesgar la vida, han logrado frenar el vertimiento de los desechos contaminantes al mar, su mar, fuente de vida de todo una costa aledaña.

La existencia de las corrientes mencionadas implicaría contaminar mucho más que el borde costero inmediato. Las consecuencias se extenderían cientos de kilómetros al norte y al sur, cerca de 300 mencionan algunos. En territorios ya amenazados por un río Biobío sumamente contaminado y por una industria salmonera en expansión en los fiordos australes, es alarmante oír algo así.

a) Véalo con criterio turístico: ¡Qué gran posibilidad desperdiciada pudiendo mantener un ambiente limpio para conocer!

b) Véalo con mentalidad médica: ¡Las enfermedades aumentarán! ¡Las personas morirán!

c) Véalo como un romántico: ¡El mar era lo último puro y libre que nos quedaba!

d) Véalo con afanes antropológico-sociológicos: ¡La comunidad quedará destruida! ¡Hay miles de usos, tradiciones, mitos y costumbres que se perderán!

e) Véalo con mezquindad: ¡Mañana mismo instalo mi tubito para botar los desechos directo al mar!

Por lo mismo, apelando a su buen criterio y a los deseos de no contaminar un ambiente que incide directa o indirectamente en su vida, le hemos escrito para solicitar que adhiera a este movimiento ciudadano y envíe una carta dirigid a doña Carolina Echeverría Moya, Subsecretaria de Marina del Gobierno de Chile. Es la carta que adjuntamos a continuación, cuyo párrafo central señala:

«Rechazamos categórica y absolutamente la solicitud de amparar una franja de 10 metros de ancho la instalación y usufructo de una cámara de carga y un emisario submarino de 2.029 metros de largo y 1,0 metro de diámetro para la evacuación de los efluentes de la planta Valdivia de la empresa CELCO. Todo lo anterior protegido por un área de seguridad norte y otra sur de 100 metros de ancho c/u, en playa Pichicullin, XIV Región de los Ríos, comuna de San José de la Mariquina, localidad de Mehuín».

Las formas de hacer llegar dicha carta de protesta son 3:

1.- En sobre sellado a nombre de CLAUDIA INGLES, AVDA. YUNGAY # 524, VALDIVIA.

2.- Vía e-mail en archivo adjunto al correo: [email protected]

3.- Asistiendo a la Marcha del 12 de octubre y concurriendo al stand del Movimiento por la Defensa del Mar decididos a firmar la carta.

Para finalizar, no sabemos si usted supo que una botella con un poema lanzado al mar por una mujer en Iquique el año 1992 fue descubierta en una isla ahora el 2008, cerca de Tahiti. ¡Y el poema se podía leer! Eso por si no cree que las aguas circulan de verdad y que el papel y sus desechos son difíciles de hacer desaparecer.

Se recomienda no andar lanzando botellas al mar. Para protegerlo, mejor firme.

Por eso decimos: ¡Lance su firma al mar!

Atentamente:

Comité de Defensa del Mar (Mehuin)

Movimiento por la Defensa del Mar (Santiago)

Nota 1: Si usted cree que se repitió mucho la palabra «MAR» firme también y reclame.

Nota 2: Si sabía todo… ¿por qué no lo escribió antes e invitó usted a firmar?

Nota 3: Por favor, difundir.

Más informaciones: www.noalducto.com

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