Referentes mapuche se pronuncian frente al tema:

Latifundista alemán pagó a encapuchados para amedrentar y amenazar a comunidades mapuche

Los imputados por amenazas de muerte y daños a la ruca de la Lagmien Verónica Henríquez, de la comunidad Román Millapán, reconocieron en la audiencia pública del Tribunal de Paillaco haber recibido órdenes del alemán Broder Redlefsen Guterman.

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Foto: Diario Paillaco

El miércoles 25 de noviembre, a las 16:30 horas, Redlefsen junto a dos de sus trabajadores, a rostro descubierto, ingresaron hasta la comunidad en donde destruyeron cercos y un puente con enormes rocas, las que llevaron en una retroexcavadora. Alertados por miembros de la comunidad, Carabineros llegó al lugar y detuvo a los atacantes. Durante esa misma tarde, y mientras se encontraban detenidos en Paillaco, otro grupo de trabajadores de Redlefsen, esta vez a rostro cubierto, fue detenido luego de atacar con palos a Verónica Henríquez, dirigenta de la comunidad, a quien amenazaron de muerte. Ambos grupos fueron formalizados por daños simples y amenazas, y con la medida cautelar de mantenerse a no menos de 200 metros del sitio en disputa, medida cautelar que violaron en distintas oportunidadas, que razón por la cual el latifundista y sus trabajadores fueron detenidos y formalizados al día siguiente.

Este jueves durante la audiencia pública de dicho caso, dos de los tres hombres que el año pasado amenazaron encapuchados y con palos a la comunera mapuche, le pidieron disculpas públicas y reconocieron haber cumplido órdenes del propietario del Fundo El Refugio: Por una parte,  Ángel Custodio Villagra Ferrada señaló: “Pido disculpas a usted y a la comunidad. Si cometimos un error, don Broder fue quien mandó esto; en ningún momento fue voluntad de nosotros”. Por su parte, Juan Ignacio Fernández Flores agregó: “yo igual le pido disculpas a la comunidad, si yo mismo cometí un error, ‘buta’, pido mil disculpas a todos y usted sabe que fue don Broder quien nos mandó a nosotros”.

Henríquez manifestó su conformidad frente a las disculpas y el reconocimiento de los acusados a los actos en su contra. Sin embargo, exigió un mayor respeto y conciencia hacia todas las comunidades mapuche que se han visto afectadas: «me hicieron pedazos las papas, me han hecho tanto daño. A mi me jodieron la vida. Yo ya no soy la misma de antes, estoy con sicólogo. Llega una camioneta, como llegaron ese día ustedes, yo me pongo a tiritar. Yo nunca voy a decir que no soy mapuche, porque no puedo esconderme detrás de una vestidura de Wingka, porque mis ancestros ya están en mi Piwke, en mi corazón y lo llevo en mi sangre y donde me pare voy a decir que soy mapuche», relató ante el tribunal, la Lagmien de la comunidad Millapán Maguer.

La dirigenta mapuche Millaray Painemal, Coordinadora nacional de la Comision Indigena y vocera de la Asociacion nacional de Mujeres Rurales e Indigenas ANAMURI, conversó con este medio y señaló saber de este tipo de tratos, «todos sabíamos que muchos de los atentados suceden por gente que paga a otros para luego culpar a quienes pelean por la reivindicación de una deuda histórica, incluso podemos ver que es el Estado quien no se ha preocupado de cerrar ciclos y nunca se han preguntado por qué existe tanta impunidad para esas personas. Los poderes que manejan todo son grandes empresas y consorcios que demuestra que este es el país de las grandes injusticias».

Desde la visión legal, la abogada de origen mapuche Orietta Llauca Huala, aclaró que el juicio que se llevó a cabo ahora es distinto al que se está llevando con el alemán Broder, «acá se miró sólo la causa de los encapuchados, pero el cual en donde se enjuicia a Broder aun no termina, porque el Fiscal se encuentra acumulando denuncias para llevarlo a juicio por todo lo que ha ocurrido».

A propósito del nulo pronunciamiento de parte de la embajada alemana, la jurista declaró que siempre que hay irregularidades con algún extranjero, están acostumbrados a informar a las embajadas, pero como aún no ha sido condenado, «no procede que digamos a la embajada que se pronuncie porque mientras no exista una sentencia que lo condene es considerado inocente». Además, Llauca dijo que la declaración de los encapuchados mejoró bastante el escenario considerando la gran cantidad de denuncias que ha recibido el agricultor durante estos últimos años, en donde posterior a los ataques denunciados, siguió cometiendo actos violentos a las comunidades.

«En el momento que estamos viviendo y tomando en cuenta cómo opera el sistema, nosotros como abogados recalcamos que las posibilidades de enjuiciar y encarcelar a este hombre son bastantes escasas. Porque se lidia con muchísimas irregularidades que se traducen sólo en quién golpea la mesa más fuerte. Entonces, de uno a diez, yo apostaría un tres a que él será juzgado». explicó la defensora pública. 

Esta situación ocurrida en Paillaco es bastante excepcional, cuenta Orietta, porque sabiendo que hay una intervención importante de terceros vinculados a servicios públicos que blindan a estos personajes, es primera vez en Chile que se detienen a verdaderos encapuchados, se descubre su identidad y de parte de quién vienen.

Lamentablemente, a pesar de todas las pruebas que existen, el Ministerio Público aún no se ha hecho notar, pudiendo haber actuado y declarado que estamos siendo testigos de un acto terrorista, pero como es por parte de los latifundistas no lo han hecho. «Por eso desde esta trinchera luchamos y peleamos frente a las adversidades y con el miedo también que siembran estas personas a través de constantes amenazas violentas y agresivas», finalizó la experta legal. 

A fin de mes, la comunidad Román Millapán volverá a encontrarse con Redlefsen en el tribunal por la querella criminal contra quienes resulten responsables de las lesiones graves sufridas por un comunero y los daños causados a las viviendas, oportunidad en que esperan que las declaraciones de Villagra y Fernández sean una de las pruebas importantes contra el ciudadano alemán.

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