Movimiento «Campesinos Sin Tierra» de Brasil anuncia mayor ofensiva en años

Tras haber mantenido una tregua con el ex Presidente Luiz Inacio Lula da Silva por más de ocho años, el Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST) alzó la voz nuevamente y anunció una serie de acciones debido a los nulos contactos entre la organización y la nueva presidenta Dilma Rousseff

Por Claudia

02/02/2011

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Tras haber mantenido una tregua con el ex Presidente Luiz Inacio Lula da Silva por más de ocho años, el Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST) alzó la voz nuevamente y anunció una serie de acciones debido a los nulos contactos entre la organización y la nueva presidenta Dilma Rousseff.

Desde mediados de enero de 2011, el líder de la agrupación José Rainha ha movilizado a más de cinco mil personas y ocupado diversas haciendas en la zona oeste de Sao Paulo, debiendo enfrentarse a la policía militar y a los dueños de los predios.

Según la prensa brasileña, estas invasiones son consideradas como una medida de presión a la nueva mandataria para medir su compromiso con la reforma agraria, ya que el estado de Sao Paulo es uno de los más ricos y populosos de Brasil que está en manos de la oposición.

“Nuevo gobierno, nueva lucha.  El Gobierno permaneció adormecido en los últimos años en torno a la reforma agraria y tenemos que hacernos oír para que actúe”, señaló Rainha a La Nación de Argentina.

UNA HISTORIA DE LUCHAS

El Movimiento de los Trabajadores Rurales sin Tierra (MST) nació en 1984 como una articulación de campesinos que lucha por el derecho a tierra y por la reforma agraria en Brasil.  Desde sus orígenes contó con el apoyo de la Comisión Pastoral de la Tierra y del Partido de los Trabajadores, liderado por Lula da Silva.

En 1988 la Constitución brasileña validó la expropiación de tierras que fueran declaradas legalmente como improductivas y no estuviesen trabajadas por sus dueños.

Durante la administración de Fernando Henrique Cardoso, entre los años 1995 y 2003, la relación del gobierno con el MST fue muy conflictiva por la fuerte resistencia de los dueños a ceder los terrenos y a cumplir el mandato judicial, lo que provocó bloqueos de caminos, tomas de fábricas y sangrientos enfrentamientos con policías.  Sin embargo, fue en este periodo que lograron la mayor cantidad de expropiaciones -más de 10 millones de hectáreas- en contraste con las 3 millones obtenidas durante el mandato de Lula da Silva.

El grupo actualmente se encuentra entre los movimientos sociales más grandes de Latinoamérica, contando entre sus miembros a más de un millón y medio de campesinos sin tierra organizados con presencia en 23 de los 27 estados de Brasil.

Pese a haber apoyado en las elecciones pasadas a la actual mandataria, Dilma Rousseff, ahora el movimiento está reorganizándose para volver a poner en el debate la reforma agraria y el cumplimiento de los dictámenes judiciales referentes a la improductividad de las tierras.

Por Claudia Pedreros

El Ciudadano

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