Organizaciones ciudadanas se oponen a nuevo plan regulador de Santiago

El proyecto propone ampliar la extensión del límite urbano de la capital en aproximadamente 10 mil hectáreas, lo que para el 2030 debería captar, según las autoridades encargadas 1,6 millones de habitantes más para Santiago.

El polémico Plan Regulador Metropolitano de Santiago (PRMS 100) fue reingresado en diciembre al Consejo Regional por la seremi (secretaria regional ministerial) de Vivienda, Marisol Rojas, para ser sometido a votación, luego de que el proyecto original fuera rechazado en junio por 2 votos de diferencia.

Según las autoridades, quedan sólo 6.400 hectáreas disponibles para la construcción urbana, suelos que se agotarían en nueve años. Bajo esta perspectiva, las autoridades responsables de la cartera urbanística de la región han insistido en que la aprobación del Plan Regulador de Santiago es urgente. “Hay que dirigir el crecimiento de estas comunas. De lo contrario crecen sin normas y aumentan los conflictos urbanos que se instalan sin la regulación adecuada”, señaló la Seremi de Vivienda.

La propuesta, que fue originalmente planteada en el gobierno de Michelle Bachelet, ha generado las críticas de diversos expertos en el tema, que ayer martes 11 se reunieron frente al Palacio de La Moneda para entregar una carta al Presidente de la República que exige el congelamiento de dicha modificación urbanística.

“El Plan Regulador Metropolitano que propone el Minvu (Ministerio de Vivienda) es un mal plan porque no tiene factores estratégicos que supere los antiguos conflictos que provocaba la aplicación de los planes reguladores”, explicó el arquitecto urbanista y académico de la Universidad de Santago, Jonás Figueroa. El experto aseguró, además, que este proyecto “no es preventivo, ya que instala desarrollos urbanos en suelos de baja actitud urbana, suelos inundables, inestables, sujetos a riesgos sísmicos. Después de febrero de 2010, no podemos seguir con esta política de que todo el suelo es materia de urbanización. Nos cuesta en vidas humanas y destrucción de patrimonio”.

Los manifestantes opinaron acerca de las consecuencias de la aplicación de planes reguladores de dicha naturaleza, argumentando que potencia la segregación física y social de la Región Metropolitana. “No puede ser que el urbanismo siga instalando depósitos de basura, vertederos, termoeléctricas en las zonas más pobres”, señaló Figueroa. En este sentido, recordó lo ocurrido en el incendio del 24 de diciembre en Cerrillos, donde el accidente, que comenzó en una fábrica de plásticos, logró dañar algunas viviendas por la inexistencia de un límite que las separara de la industria.

Por otra parte, Patricio Herman (en la foto), presidente de la Fundación Defendamos la Ciudad, se refirió al centralismo como otra posible consecuencia del proyecto que planea realizar una expansión urbana de la capital. “No podemos seguir con esta lacra del centralismo y concentración de actividades solamente en la Región Metropolitana porque aquí están solo los que mandan en Chile”.

El líder de la organización Defendamos la Ciudad, se refirió a los intereses personales del intendente de la Región Metropolitana, Fernando Echeverría, con la modificación del Plano Regulador de Santiago: “Tenemos terrenos aptos para construir en Santiago para 20 años, 20 hectáreas libres para seguir construyendo todo tipo de viviendas, por lo tanto, estamos ante un antojo del Intendente, que es actor inmobiliario, para tener estos terrenos baratos y para poder obtener plusvalías patrimoniales”.

Por su parte, ante la votación del proyecto PRSM 100, que se llevará a cabo el próximo jueves, Echeverría aseguró que “según lo que hemos conversado, habría una base y cierto consenso desarrollado en torno a la aprobación del plan”.

Por Vanessa Vargas Rojas

Fotografía por Ismael Muñoz

El Ciudadano