Organizaciones sociales se la juegan por reforma constitucional

Un plebiscito, pero ya

Un plebiscito, pero ya. Es lo que piden a gritos diferentes organizaciones ciudadanas ante la crisis del sistema neoliberal en Chile. Ayer, 20 de octubre, se tomaron la sede del Senado en Santiago por 10 horas, lo cual, a pesar de las represalias, consideran que fue un “éxito”. Gracias a la actividad obtuvieron el compromiso de parlamentarios para presentar el proyecto ciudadano ante el Congreso.

En este año se han evidenciado con gran fuerza todas las falencias e injusticias dentro de la Constitución chilena. Esa reforma que nos dejó la Dictadura antes de irse en 1980, ya tiene hartos a los ciudadanos, quienes organizados han comenzado un proceso de actividades para lograr el plebiscito vinculante para cambiar de una vez por todas la base de la desigualdad de oportunidades.

Democracia para Chile congrega cerca de 70 organizaciones sociales y ciudadanas, quienes no están de acuerdo actualmente con las políticas que inciden en la vida de los ciudadanos. Luis Mariano Rendón, miembro de la organización, por medio de Acción Ecológica comentó que la democracia es de las mayorías, “no de una minoría que logra tomar el poder político y que, coludida con los grandes poderes económicos, gobierna en función de unos pocos”, haciendo referencia a lo que ocurre hoy en el país.

Y es que la educación no es el único tema que mantiene inconformes a los ciudadanos, sino que una diversidad de políticas públicas que van en desmedro de la democracia. Como lo son la falta de estrategias ecológicas y sustentables que detengan la implementación de planes que depredan la naturaleza como Hidroaysén y el proyecto carbonífero de Isla Riesco; la falta de leyes que fomenten la diversidad sexual y cultural; la ineficiencia ante la reconstrucción; el desconocimiento de la soberanía del pueblo mapuche y la gran brecha económica salarial, son sólo unos de los tantos.

Rosario Carvajal, presidenta Asociación Chilena de Barrios y Zonas Patrimoniales, comentó que la única demanda de ellos es conseguir una nueva Constitución que pueda “zanjar los diversos conflictos que afronta el país. Que se devuelva la soberanía a nosotros”.

LA TOMA FUE UN ÉXITO

Los dirigentes catalogaron de exitosa la toma porque obtuvieron un compromiso firmado por parte de parlamentarios como Guido Girardi (PPD), el senador Alejandro Navarro (MAS), y los diputados Hugo Gutiérrez (PC) y Sergio Aguiló (IND), entre otros, para “comenzar el cambio constituyente”, dijo Rendón.

El jueves 27 de octubre entregaran en el Congreso la propuesta ciudadana, para lo cual convocan a todas a las organizaciones para reunirse y hacer una gran asamblea para definir la nueva propuesta constitucional. “No bastará dejarlo en manos de parlamentarios, necesitaremos que la fuerza ciudadanía se exprese. No estamos dispuestos a aceptar decisiones que no están en dentro de lo que desea la soberanía de Chile”, manifestó el dirigente de Acción Ecológica.

VIOLENCIA

Hematoma que dejó el chorro del Guanaco a apoderada, Ester Cumilef, que estaba fuera del ex Congreso Nacional.

Los senadores Andrés Zaldívar (DC), Hernán Larraín (UDI), Francisco Chahúan (UDI), Alberto Espina (RN) y el ministro de Educación Felipe Bulnes quienes estaban presentes durante la toma, condenaron la “violencia” de la situación.

Esteban Maturana, dirigente de la Confusam (Confederación Nacional De Funcionarios de la Salud Municipalizada) interpeló al senador Espina porque en 1973, antes del golpe de Estado, el mismo Congreso fue tomado por la derecha. También, condenó el uso de fuerzas especiales para el desalojo. “aquello fue un abuso de poder, la fuerza es el último recurso para disuadir”.

Rendón, junto al resto de los dirigentes sociales -quienes en su mayoría eran adultos, no estudiantes como se enfatizó en varios medios- reiteró que la ocupación fue pacífica, “no hubo violencia sino que emplazamiento y no fue sólo a un Ministro, sino que a toda la clase política representada en las oficinas del Senado. Ser pacífico no significa actuar con pasividad, nosotros procedimos sorpresivamente en forma de desobediencia civil”.

Durante el desalojo, que debió haber sido pacífico, al menos tres «guanacos» y carros lanza gases dispersaron a quienes apoyaban la toma desde las afueras del edificio. Tras los ataques quedó gente herida, entre ellos Ester Cumilef. Integrante de la Corpade (Coordinadora de Padres y Apoderados por la Educación) que fue a apoyar la actividad y cuando se disponía a retirarse junto a su hija de 12 años, fue impactada fuertemente el chorro de agua. ”Yo sólo puse el cuerpo para que no le llegará a mi hija, fue espantosa la situación, traumática y dolorosa. Durante la noche no pude dormir de las molestias”, manifestó.

Por Estefani Carrasco Rivera

El Ciudadano

Síguenos y suscríbete a nuestras publicaciones