Ovalle en lucha por el agua

La última crisis hídrica de la IV Región deja de manifiesto una situación que afecta a miles de personas de la zona

Por Cesarius

09/08/2012

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La última crisis hídrica de la IV Región deja de manifiesto una situación que afecta a miles de personas de la zona. Si bien las personas de las ciudades no han vivido un drama alrededor de la escacez, también lo es que un 20% de la población, que habita las zonas rurales y que viven de los cultivos históricos o de la crianza de cabras y ganado, ven amenazada una tradición de siglos.

En Ovalle, Provincia del Limarí, diversas organizaciones se han organizado desde hace tiempo en una iniciativa que han llamado “Asamblea del Agua”. La idea es que, con el apoyo de especialistas y con la conciencia de la experiencia, se realicen actividades que generen conciencia e incidencia en torno a las políticas para tener acceso al agua, que se ha privatizado y entregado su manejo a intereses empresariales, en desemedro de las comunidades.

Sergio Gahona, Intendente de la Región de Coquimbo, le dijo a CNN-Chile que esto no es una novedad, dado que se arrastra desde hace un año y medio y que desde el gobierno regional han venido tomando medidas para enfrentarlo.

Según el Intendente, el tema es que gran parte del problema de acceso al agua de esta región se relaciona con las npas subterráneas que se han secado. «Esta región es una de las que tiene los mejores sistemas de embalses, pero requerimos de que haya agua para poder almacenarla».

Gahona no apunta al tema de las políticas públicas ni a las formas en que se han ido entregando las concesiones a los empresarios del agro o las mineras, que en definitiva concentran el acceso al agua.

Juan Carlos Cadoceo Contreras, presidente de la Asociación de Crianceros de la Provincia del Limarí, explica que en el norte, en la zona que habita, “la sequía es una cosa que está grande. Siempre ha habido poca agua, pero ahora son períodos más largos. Antes eran de 4 años de sequía y tres de agua”, en cambio desde hace un tiempo se ha llegado a una relación de 7 años secos por 1 en que se cuenta con el agua, según dice.

El tema del agua no se limita a un problema generado por la realidad y la naturaleza, tiene que ver también con políticas públicas que han cedido concesiones a las empresas mineras y a los grandes latifundistas que tienen empresas agrícolas asociadas a exportación de cultivos.

Guillermina Valdivia Ramos, dirigenta del concejo de Desarrollo Local (CDL) de la comuna de Ovalle, plantea que “las mineras se están apropiando de todas las napas de aguas subterráneas y las están contaminando”. Según la también consejera de la sociedad civil, a las mineras no les interesa que el agua cumpla otra función que no sirva para la producción de los minerales.

En la misma línea expresa su preocupación Eliécer Maluenda, miembro del CDL y del Consejo Regional Campesino de la IV Región de Coquimbo. “El agua en la zona se concentra en unas pocas manos. No sólo en las mineras, sino que los agricultores grandes se quedan con las concesiones de agua o hacen sus arreglos para que no les falte, pero los pequeños agricultores no tienen los recursos para poder mantener el agua en los tiempos de escasez”, por lo cual planta que la conclusión es que no hay protección para que el pequeño campesino tenga asegurado su acceso al vital elemento, y en eso hay fallas.

La ley puede decir una cosa, pero la legitimidad otra. Los tres representantes de la sociedad civil, quienes participan de la Asamblea del Agua de la región, coinciden en que es posible que la ley permita que se hagan ese tipo de distribuciones a unas pocas manos, o que se entreguen las concesiones a las mineras, por lo cual lo que se debe cuestionar es la legislación vigente. Los diputados y senadores son quienes deben resguardar el derecho de las personas y las comunidades, cosa que no han hecho, dado que se dan situaciones como la que ocurre en esta región en distintas partes del territorio nacional.

“Aquí el que tiene plata tiene agua. La tierra se ha concentrado en pocas manos y esas mismas manos son las que concentran el agua”, agrega Guillermina Valdivia.

Cadoceo, quien también se desempeña como consejero comunal de la Socieldad Civil de la Comuna de Ovalle, expresa que “el agua es vida, o debería ser… Han disminuido las napas subterráneas porque se les ha extraído de manera indiscriminada. Esto ha sido una lucha permanente. Las leyes las hacen los hombres, así que también las pueden transformar las personas”, cuestiona.

Y agrega que “si se han hecho leyes que no son justas, se deben modificar. A nosotros nos dicen que lo que se hace con el agua es de acuerdo a la ley y eso es lo que nosotros decimos que se tiene que cambiar”.

Según la postura de los comuneros, pequeños agricultores y organizaciones ecologistas el Gobierno central no tiene intención de cambiar eso, tampoco hay quienes lo hagan de manera seria en el parlamento. “Aunque ahí es a donde nosotros queremos apuntar, porque deberían proponerse cambios en las leyes que permitan que los pequeños campesinos podamos tener acceso al agua”, expresa Cadoceo.

Y Valdivia complementa: “Políticas estatales de desarrollo campesino han sido todas fracasadas. Eso ha generado la emigración campesinas a las ciudades”, dejando que las tierras se sigan concentrando cada vez en menos manos. “Nosotros queremos que se hagan políticas de desarrollo para el mundo rural. Un período de implementación de esa política”, dice la representante social. “Hemos sido escuchados porque representamos la voz campesina en la región. Pero hay un peligro constante de mal uso del agua y que esas políticas no se implementen de manera justa y equitativa”.

El problema que viven estas comunidades es una constante en términos de ausencia de políticas públicas que traten el tema del acceso al agua como un derecho y no como una mercancía que se concesiones a los mejores postores.

 

Por César Baeza Hidalgo

Twitter: @Cesar_inBH

El Ciudadano

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