Según Eduardo Mondaca, investigador Centro Estudios Sociales de Chiloé (CESCH)

Sentimiento de la comunidad chilota: «El Estado nos trata como una colonia interna»

Desde que finalizaron las movilizaciones de mayo pasado, los chilotes siguen organizándose para hacerse respetar ante la andanada de proyectos extractivistas que amenazan la región. "Lo que ha pasado es la negación del mar a un archipiélago, por lo que estamos en un proceso delicado que se ve agravado por otras dimensiones de este modelo" señalan.

Por Jose Robredo

10/06/2016

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CH01. CHILOÉ (CHILE)

Han pasado casi un mes de finalizada la movilización social que protagonizó la comunidad chilota en protesta por la contaminasción del mar a causa de la acción de la industria salmonera, la que ha tenido como consecuencia altos niveles de cesantía y la privación del mar como fuente de recursos de sustento de los habitantes del archipiélago.

Pero la crisis de la industria salmonera no es la única amenaza que golpea a la Isla Grande de Chiloé. Las concesiones mineras, para exploración y explotación, significan un grave riesgo de contaminación de una zona, junto con  la acción de la industria forestal que a la fecha a depredado 10 mil hectáreas de bosque nativo para reemplazarlo por 6 mil de pino.

Además de tolerar el desprecio de las autoridades, tanto regionales como centrales, a la hora de considerar las demandas de los habitantes de Chiloé.

En este contexto,  Eduardo Mondaca, investigador del Centro de Estudios Sociales de Chiloé (CESCH) explica a El Ciudadano que «Chiloé hoy está viviendo la amenaza minera, en la actualidad hay 310 conseciones en el archipielago – 209 de exploración y 101 de explotación – y se configura como un peligro pues estos derechos están por sobre de cualquier otro tipo de propiedad y con preferencia por sobre cualquier otra actividad productiva».

«Estas concesioiones pretenden el arribo de capitales extranjeros brindándoles todas las garantías. Hemos estado generando diálogos entre diferentes territorios frente a este monstruos de la minería»agrega Mondaca.

Al mismo tiempo, el investigador del  CESCH explica que este proceso de instalación de la industria extractivista en el archipiélago genera fuerte resistencia entre los diferentes espacios de la comunidad, lo que se ha visto representado en la serie de movilizaciones que durante los últimos años  ha protagonizado la comunidad chilota.

«Chiloé esta viviendo un escenario de elevada consciencia antiextractivista. Este es un archipiélago que está viviendo un violento y silenciado proceso de saqueo territorial a causa de este modelo que superpone y combina el patrón colonial de poder, que permite que el Estado nos trate como una colonia interna; y también un modelo neoliberal que busca el despojo de nuestros recursos naturales» recalca Mondaca.

A su vez agrega que «Se ha venido madurando una consciencia que explotó hace algunas semanas atrás. Es un escenario propicio para enfrentarnos a una nueva amenaza a través de estrategias sociales y jurídicas».

La Sequía: Una crisis oculta 

«La industria forestal viene avanzando a una velocidad, ya son 600 héctareas de bosques de eucaliptus y en paralelo son 10 mil héctareas de bosque nativo arrasado».

De esta forma, Eduardo Mondaca sintetiza el grado de avance, amenaza y voracidad de la industria forestal en el archipiélago de Chiloé, cuya principal consecuencia se traduce en la profunda sequía que afecta a la zona y a la productividad de la tierra, con las nefastas consecuencias que esto tiene.

En este sentido el investigador del CESCH señala que «Este escenario tiene consecuencias, al ser nosotros un  archipiélago por lo que no  tenemos glaciares ni cordillera, solo nos abastecemos de agua a través de  las aguaslluvia. En Chiloé llueve entre 2000 y 2500 mm de agua al año, pero el año pasado tuvimos seis meses de sequía, eso es indignante».

«El año pasado la municipalidad de Ancud repartió 10 millones de litros de agua entre diferentes comunidades. Esto tienen que con que la gestión del recurso hídrico se ve afectada por la imposición y avance de los monocultivos forestales» agrega Mondaca.

Autoridad indolente, silente y ciega

Tal como se pudo ver en la última movilización de mayo, la autoridad no se salió del marco establecido por La Moneda para la «gestión de la crisis» y no dio las respuestas al fondo de los asuntos planteados durante la movilización. Tal es así, que durante esta semana se registraron nuevos cortes de camino ante la inoperancia del en la ejecución de sus compromisos.

Al respecto Mondaca señala que «La respuesta de la autoridad es de una indolencia desvergonzada. Por eso la respuesta de la comunidad de Chiloé es muy amplia, por eso 10  comunas se movilizaron a través de 200 kilometros de barricadas, porque había un sentimiento común de indignación frente a este trato colonial. Nos tratan como territorio de segunda categoría de forma histórica».

Y también, en vista de los últimos hechos, se hace presente la concomitancia del poder económico y el poder político por lo que, en palabras de Eduardo Mondaca «son pocos los representantes políticos a nivel de consejos municipales que puedan salvarse de ese vínculo,lo que queda demostrado en el actuar de ellos en las recientes movilizaciones donde no eran considerados como interlocutores válidos respecto de las demandas históricas y coyunturales».

«La sensación que quedó después de las grandes movilizaciones fue que la lucha por una gestión democrática del territorio y por delinear nuestro futuro depende de la capacidad de la capacidad o poder soberano para ello. Se ha tomado conciencia de la lucha y a través de la organización del archipiélago, que viene soportando siglo y medio de postergación, estamos canalizando ese sentir histórico» finaliza Mondaca.

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