Syriza, Podemos y la cuestión del feminismo en la nueva izquierda europea

Con el triunfo de Syriza en Grecia y el crecimiento destacado de Podemos en España, se reabrió una vieja discusión entre feminismo e izquierda. ¿Cómo incorporan estas expresiones populares y transformadoras las reivindicaciones y perspectiva de género? En esta primera parte, la situación en Grecia.

Por Director

10/02/2015

Publicado en

Mundo / Organización social

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En Grecia hay un 25,8% de la población desocupada. Entre las mujeres, el número asciende al 29,2%. Por solo repasar algunos datos indicadores, desde 1986, la interrupción voluntaria del embarazo es libredurante las primeras 12 semanas y solía ser gratuito aunque ahora las griegas deben pagar 300 euros y las extranjeras, 600.  Además, un estudio realizado por la Agencia de Derechos Fundamentales en 2014registró que el  67% de las mujeres griegas indica que sufren violencia por parte de los hombres de forma frecuente.

Son varias las activistas y militantes de Syriza y diversas organizaciones las que plantean que en la sociedad griega el feminismo no tiene una inserción profunda, ni dentro de la izquierda ni en otras organizaciones sociales y colectivos, a pesar de que son muchas las mujeres que se organizan para reclamar distintos derechos.

Pero que hay feministas, las hay. Es el caso de Sissy Vovou, integrante de la Marcha Mundial de Mujeres, del Foro Social Griego y de Syriza. Al momento de la fundación del partido, incluso fue candidata a dirigirlo. Esta mujer de 65 años, que aporta desde su feminismo al nuevo gobierno griego, plantea que más allá de las críticas y las deudas que puede haber en Syriza, existen diferencias importantes en cómo se lo incorpora en relación a otros partidos. “Hay más representación femenina que en el resto de partidos, los derechos de las mujeres están presentes y hay feministas que luchan a diario en la organización”, explica.

Grecia, el nuevo gobierno y las críticas desde el feminismo español

La primera piedra del debate la tiró el Fórum de Política Feminista de España con su Carta Abierta a Alexis Tsipras “Sin mujeres no hay democracia”. Allí, expresaban su “enorme decepción porque haya constituido el gobierno más masculinizado de Europa” y le exigían una “rectificación” al primer ministro electo. La crítica al gobierno de izquierda se difundió rápidamente y resonó en distintos puntos del planeta. Incluso mucho más en otros países europeos que en la propia Grecia.

De hecho, en el Estado español fue donde la cuestión de cuántos cargos ocupados por mujeres había en el gobierno de Grecia y cómo esto traducía o no un problema de fondo del proyecto de Syriza, más impacto generó. Hasta el conservador diario El Mundo se hizo eco de la acusación.

El 2 de febrero, Carla Leiras reflexionaba desde Vigo, en respuesta al Fórum: “Es muy mala noticia la mínima participación de la mujer en esta nueva formación de izquierdas, a todas luces. Pero debemos matizar que el gabinete de gobierno de Grecia no es ni similar al organigrama español, no podemos extrapolar los cambios que habrá en el mismo de manera simplista”.

También afirmó que “estamos ante un problema cultural, educacional y de mucha más envergadura que decretar unas listas paritarias de obligado cumplimiento: quienes reducen sólo a esto la solución, atentan contra la importancia real del problema y su raíz”.

En un sentido similar opinó la cronista especializada en Grecia B. Jaimen, en un extenso artículo al respecto: “Veo con auténtica decepción que feministas de larga experiencia hayan caído en la campaña de intoxicación masiva y alimentada en algún caso de manera interesada sobre que ‘no hay mujeres en el gobierno de Syriza”.

Desde InfoGrecia, la periodista remarcó que Syriza es el partido que “más cuota de poder a dado a las mujeres en la historia de Grecia, aunque insuficiente para nuestro contexto cultural  y para lo que sería deseable”. “Ellas y Ellos tendrán que ir avanzando”, indicó.

¿Hay mujeres en el gobierno griego?

La respuesta es, simplemente, sí. Jaimen, la periodista especializada, relevó los principales cargos ocupados por mujeres y destacó que todas ellas cuentan con un curriculum intachable y que no se encuentran ahí por cubrir algún cupo sino porque son las personas más adecuadas para la tarea. Acusó al mismo tiempo a las mujeres del Fórum de desconocer el sistema político griego y no entender la jerarquía de los distintos despachos.

En primer lugar, la primera ministra adjunta del Ministerio de Finanzas: Nadia Valavani. “Nadia participó en el año 1973 en la mítica ocupación del Politécnico de Atenas, contra la dictadura militar, fue detenida y torturada”, dice la periodista y recuerda que también ha participado en una misión civil internacional de apoyo a las tropas populares kurdas de Kobane en su lucha contra ISIS. Desde el cargo que ocupa, en el poco tiempo que lleva en el gobierno, anunció, por ejemplo, la disolución del TAIPED, el organismo que concentraba y privatizaba el patrimonio estatal griego.

Otra de las dirigentes mujeres que ocupa un cargo de mayor importancia en el gobierno griego -aunque técnicamente no es un ministerio, como exigen algunas feministas españolas- es Zoe Konstantopoulou. Será la presidenta del Parlamento más joven de la historia de Grecia, con 38 años. Menuda tarea para un país con un sistema parlamentarista. Abogada comprometida con los derechos humanos, fue electa en 2012 diputada y en su mandato participó de las comisiones de Transparencia e Instituciones, Orden Público y Justicia, Asuntos Europeos, el Comité Permanente de Administración Pública y el Comité de Reparación de la Guerra Alemana.

Según el repaso de Jaimen, también es una mujer, Rena Dourou, la que gobierna desde septiembre de 2014  la región del Ática, donde se concentra el 40% de la población griega y se genera el 35% del PBI. Fue diputada entre 2012 y 2014 y es del primer círculo de confianza de Alexis Tsipras.

Otra mujer es responsable de un área de vital importancia en Grecia. Se trata de Tasia Christodoulopoulou, abogada e histórica activista por los derechos humanos y ahora viceministra de Inmigración. Como indica la periodista española, Grecia tiene el 86% del total de cruces ilegales hacia la Unión Europea, lo que la convierte en un punto central de la política griega y para la región. La funcionaria ya anunció que Syriza respetará su compromiso de dar la nacionalidad a los hijos de inmigrantes nacidos en Grecia, los llamados inmigrantes de segunda generación.

Además, la economista Rania Antonopoulou es la nueva viceministra de Empleo y se ocupará de uno de los principales problemas de la sociedad griega: la desocupación. Es además asesora del Área de la Mujer de Naciones Unidas y del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).

Quedan afuera de este relevamiento, sin duda, otras mujeres destacadas syrizistas, como Teano Fotiou o Sofia Sakorafa.

Feminismo y cambio social

Seguramente en el país mediterráneo, como en los procesos de cambio que se han abierto en las últimas décadas en América Latina, los desafíos para el feminismo y la conquista de derechos para las mujeres y la diversidad sexual serán elementos a los que prestar atención. Pero atender a esa cuestión de modo comprometido y profundo no implica ni abrir el paraguas desde el minuto cero ni atacar para liberar culpas y sentirse “a la izquierda de”.

Además, el avance en la conquista de derechos para las mujeres y las personas LGBT, no necesariamente es consecuencia directa de la presencia de mujeres al frente de las instancias de gobierno. “¿Qué democracia nos han traído las Ángela Merkel y Lagardes (FMI)?”, se pregunta Jaimen. “Lo importante es cambiar el modelo social  y muchas mujeres  ministras y poderosas no  garantizan ese cambio”, agrega.

Más fácil es seguro, pero ¿es más importante criticar a los procesos de cambio social o hacer un esfuerzo en pensar cómo el feminismo puede fortalecerlos, en un proceso dialógico y de enriquecimiento?

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