Taller de Serigrafía Instantánea cumplió 5 años de estampado y propaganda en las calles

Ya se cumplen 5 años desde la primera vez que el Taller de Serigrafía Instantánea salió a estampar en vivo en las calles, expandiendo la difusión de su trabajo a la evaluación y reflexión de los transeúntes.

La primera vez ocurrió un 14 de julio de 2011, cuando decidieron salir a viralizar la propaganda del movimiento estudiantil, que por esos días se encontraba en pleno apogeo.

Hasta la fecha, acumulan más de 350 intervenciones y numerosas prendas estampadas en actividades sociales de todo tipo. Marchas, carnavales, peñas, tocatas, concentraciones y otros eventos han tenido como epicentro las acciones y demandas de los movimientos sociales, a los acompañan en sintonía con su trabajo serigráfico.

La serigrafía es un elemento protagónico de la organización, que agrupa a cerca de 12 voluntarios permanentes. Su elección no es casualidad, ya que se plantea como una herramienta democratizadora, de bajo costo, que además permite enseñar la técnica a más personas y organizaciones que necesiten difundir su trabajo de propaganda y difusión.

«Creo que el trabajo que hemos realizado ha contribuido a que la gente vuelva a entender que la gráfica es una potente herramienta de lucha conjunta y que ella es capaz de difundir ideas y conceptos que no han sido posibles de instaurar en otras instancias o plataformas. Hemos querido realizar un trabajo de enseñanza de la serigrafía para volver a popularizarla, pero también entendiéndola como una herramienta de autoedición y clave en los proyectos autogestionados«, cuenta César Vallejos, uno de los organizadores del grupo.

El voluntariado agrupa a cerca de 12 personas que han decidido sacar la serigrafía a la calle para reposicionarla. De esta manera, esperan contribuir a la realización de un trabajo propagandístico que se realiza por convicciones y que busca apoyar «en la expresión de muchas organizaciones y movimientos sociales en que puedan expandir sus ideas y eso ha permitido que ellas se expandan por los muros y en las prendas estampadas sin necesidad de un editor de por medio y se difundan por todas partes donde las personas anden con ellas», recalca Vallejos.

LA REPRODUCCIÓN DE LAS CONSIGNAS

El interés de las personas por aprender la técnica serigráfica ha alimentado el trabajo del Taller de Serigrafía Instantánea, que realiza cursos y clases continuamente para activistas y organizaciones sociales. «Nos permitió reproducir infinitas veces una consigna», acota Vallejos, asegurando que para muchos sigue siendo un momento mágico el presenciar la ejecución de la técnica y del estampado en vivo en los más diversos materiales: poleras, papeles, chaquetas, polerones, cartones y mucho más.

Pero hay otro elemento que la volvió imprescindible para los activistas y organizaciones sociales: «En la suma y resta es una de las formas más baratas e independientes para poder realizar propaganda callejera», afirma.

Hasta la fecha, los jóvenes autogestionados han realizado más de 200 talleres de serigrafía y han enseñado la técnica a más de 5 mil personas. «Nos hemos dedicado a hacer labor pedagógica en torno a la serigrafía, el diseño y la propaganda callejera y ese ha sido un punto importante para que seamos muchos más en la lucha y organización de las bases populares. Sin embargo, consideramos que seguimos siendo pocos los que trabajamos desde esta trinchera», apunta César Vallejos.

El proyecto ha propiciado el vínculo de los voluntarios con  los movimientos sociales y sus protagonistas, además del conocimiento de las diversas demandas. Reconociéndose críticos de la capacidad éstos, buscan dar continuidad a la autogestión de una labor que abre una vía de comunicación para los proyectos colectivos.

«Lo importante es que hemos instado, mediante las diversas enseñanzas y conocimientos expandidos, a que sean los mismos movimientos los que sigan en esto y no dependan de nuestro colectivo. La idea es que traspasen este conocimiento a sus bases y en su territorios, para que cada día seamos más», puntualiza Vallejos.