Teletón

Teletón no somos todos

TELETÓN   Hablar de la teletón es complicado

Por Arturo Ledezma

29/11/2014

0 0


1384239_10152334000452470_2088784409496702794_n

TELETÓN

 

Hablar de la teletón es complicado. O se hace una apología directa y heroica o se hace una crítica punzante que puede sonar a cualquier cosa.

Personalmente puedo decir que nací en el 84. Seis años después de que se le ocurriera la brillante idea a Don Francisco y de que consiguiera la adhesión de Antonio Vodanovic y de Raúl Matas. Nací, apenas 8 días antes de que se restableciera el estado de emergencia en Chile como consecuencia de disturbios que se estaban produciendo en las manifestaciones populares. En ese año recrudecieron las detenciones en los recintos dispuestos por la DINA.

Toda mi vida ha transcurrido entre teletones y yo era la típica pendeja apestosa, que cantaba “levántate papito” y obligaba a mi familia a que fuéramos a realizar nuestro aporte. Sin embargo, la Teletón me tocaría más profundamente cuando en 2° básico entré a un colegio con “integración” y me tocó ser compañera C. Nunca tuve muy claro qué problema tenía. Pero era de nacimiento y una enfermedad degenerativa que, de a poco, iba reduciendo su movilidad. Para ella, el tratamiento que ofrecía Teletón no era gratuito. El papá de C. trabajaba en una empresa de alimentos y su sueldo no era para que perteneciera a Fonasa en la letra A o B. Por esta razón debía pagar la atención y los medicamentos, plus, terapia extra con el kinesiólogo. Lamentablemente a la mamá de C. le dió cáncer y hasta ahí nomás llegó C. en la Teletón.

¿Por qué parto este reportaje hablando de C.? Para retratar una realidad distinta de la que se muestra en las campañas de Teletón. Un hecho puntual. Cotidiano. De primerísima fuente y que no tenía absolutamente nada de heroísmo ni de farándula.

A partir de hechos puntuales y cotidianos, uno va adquiriendo una perspectiva diferente para hablar del tema y para cuestionar ciertos procesos. Personalmente nunca vi gestos altruistas de parte de nadie hacia C. ni a su familia. Es más. Cuando ya estábamos en cuarto básico, nos cambiaron a un pabellón que quedaba en un segundo piso y subir a C. a la sala era todo un tema.

Finalmente C. decidió dejar de salir a recreo a menos de que J. o N. o yo, nos comprometiéramos a ayudarla y entre los tres hacíamos lo posible. Pero 3 niños de 9 años tampoco éramos una red de apoyo suficiente para ella. Es más, puedo afirmar con absoluta seguridad que muchos de los compañeros, lejos de ayudarla, la volvieron objeto de burla. Pero cuando se acercaba diciembre, era una locura. Había una suerte de “orgullo” por tener a una niña lisiada en el colegio. Como que nos daba un “aire solidario”. Una especie de santidad esquizofrénica. A C. le cargaba noviembre-diciembre justamente por lo mismo. De ser “la chueca” pasaba a ser “la niña símbolo”. Y los mismos pendejos que caminaban detrás de ella, como jugando al monito mayor en marzo, se le acercaban en los días de campaña, para invitarla a jugar. Eso duraba lo que duraba la propaganda nomás. Después, volvía a ser lo mismo de siempre.

Podríamos decir “claro, pero eso era en los 90’s” sin embargo, la cosa no ha cambiado con los años. La gente que tiene movilidad reducida o alguna discapacidad visual o auditiva, en términos reales no tienen cabida en nuestra sociedad, ni son parte de las cotidianidades de la mayoría. Pero nadie quiere sentirse un conchesumadre por eso, y tampoco queremos hacer nada extraordinario a nuestras propias realidades porque ya estamos superados con nuestras propias vidas. Por esta razón, es que anualmente “celebramos” un espectáculo de proporciones mayúsculas a modo de catarsis colectiva. No sé si sea para expiar nuestras culpas porque intuimos que, como sociedad, estamos en falta con las personas discapacitadas. Algo de eso hay, pero creo que hay un trasfondo más primitivo. Como si fuera un ritual para alejar la desgracia de un accidente que nos pueda dejar en una condición similar a las que vemos en las 27 horas de amor, por la TV. Y para que nuestra descendencia “nazca sanita”. Es como poner una cruz de parque tras la puerta o como donar plata a los bomberos, “por si se te quema la casa” o tocar madera para alejar a la mala suerte.

Nos llenan la pantalla con “imágenes de superación”. Vemos niños extraordinarios que pintan con los pies o que caminan con las manos y uno -que de cuea levanta los pies para caminar a casa al volver de la pega- se siente miserable. Un rata por no saber valorar lo maravillosas que son nuestras extremidades y entonces aparece Rafael Araneda diciéndonos que hacen falta más centros de rehabilitación porque los que existen no dan abasto o que hay tal o cual niño en una localidad que queda demasiado lejos del centro más próximo y es necesario comprar una camioneta para que lo vayan a buscar a su casa y eso está bien, pero ¿Por qué tenemos que correr nosotros con los gastos? ¿No debiera ser una política de Estado?

Cuando hablamos de teletón no estamos hablando únicamente de rehabilitación y solidaridad. Estamos hablando de algo mucho más grande y profundo.

 

HISTORIA

Como dije anteriormente, la primera Teletón se realizó en nuestro país en 1978. En ese año pasaron varias cosas importantes: a parte de la cagada que estaba con los derechos humanos, en los centros de detención y tortura, en enero se realizó el referéndum para consultar a los ciudadanos por el apoyo o rechazo a la legitimidad de la dictadura. Obviamente la opción Sí ganó el plebiscito. En la época no existían registros electorales y tampoco había ningún mecanismo que garantizara transparencia en el proceso. Esta votación se realizó sin oposición, sin propaganda, en estado de excepción vigente, en un momento en el que los partidos políticos eran ilegales y estaba prohibido cualquier tipo de reunión con fines políticos.

Además, el año 1978 estuvo marcado por el conflicto del Beagle que nos tuvo en una fuerte tensión con Argentina.

En este marco histórico es que sucede la primera Teletón. Una idea copiada por Mario Kreutzberguer de Estados Unidos. Este modelo televisivo fue implementado en 1966 por el actor Jerry Lewis a beneficio de la Asociación de la Distrofia Muscular llamada «MDA Labor Day Telethon» y Don Francisco decidió implementar esa idea en Chile para “retribuir al país el éxito que ha tenido en pantalla, gracias a su programa sábados Gigantes.”

Para implementar esta iniciativa en Chile, logró convocar a todos los canales para que transmitieran las 27 horas de amor.

 

LAS EMPRESAS

Una parte muy importante de este evento son las empresas. El apoyo financiero que brindan es fundamental para que se logre la meta que año a año se propone Teletón.

Se ha dicho bastante en las redes sociales sobre el juego económico que hay detrás de los aportes a Teletón y sobre el “lavado de imagen” que hacen las empresas a través de sus donativos. Puede que haya algo de cierto al respecto, sin embargo existe una ley de donaciones y las empresas se acogen a esta, a la hora de hacer sus balances comerciales. ¿Qué pasa entonces desde el punto de vista tributario?

Si una empresa tiene utilidades tributarias por 1.000.000, debe pagar al estado una tasa de impuestos del 20%. Esto es 200.000 pesos.

Si esta empresa decide donar el 1% de sus utilidades a Teletón, este monto equivale a 10.000 pesos.

Si la empresa NO realiza la donación, le quedan disponibles 800.000 pesos (Utilidades menos impuestos).

Si la empresa realiza la donación, con beneficio tributario Art. 46 del D.L. 3.063, tenemos entonces que su base imponible ya no es de 1.000.000, sino de 990.000 pesos. Por lo que el 20% que debe pagar al estado es de 198.000 pesos.

La empresa entonces no está donando completamente 10.000 pesos, porque tiene que pagar 2.000 pesos menos de impuesto, entonces sólo está donando, de manera efectiva, 8.000 pesos.

Por otra parte, el Estado está dejando de percibir 2.000 pesos para los fondos públicos que son los que permiten financiar hospitales, colegios, combatir la pobreza, etc.

El 1 de diciembre del año 2002, Gladys Marín hizo un llamado claro a los grandes grupos económicos y a las empresas transnacionales a donar el 1% de sus ingresos para solucionar el problema de la Teletón; sin farándula ni el espectáculo del morbo que estamos acostumbrados a ver año tras año.

Si tomamos en cuenta que el Grupo Luksic, en el año 2013 ganaron 3.650 millones de dólares y el dólar está a 575 pesos, saquemos la cuenta:

575 x 3.650.000.000 = 2.098.750.000.000 de pesos chilenos.

El 1% de esta cifra es de 20.987.500.000 veinte mi novecientos ochenta y siete millones, quinientos mil pesos.

La meta de teletón para este año 2014 es de 25.445.520.245

Parece que Gladys Marín tenía más que razón.

Si bien, el tema de la distribución de la riqueza es esquizofrénico en nuestro país, el tema importante, relativo a Teletón, es que por cada donación que hace una empresa, el país deja de percibir una cantidad importante de recursos que están vinculados con los beneficios tributarios. Los empresarios quedan como reyes ante la opinión pública, pero de alguna forma el Estado se está haciendo “cargo” en alguna medida de esas donaciones. No porque pague, sino por lo que deja de percibir. Y estos fondos se van a una institución privada, como lo es Teletón y no a una entidad estatal como el Servicio Nacional de la Discapacidad.

Otro punto que es importante a tener en cuenta a la hora de hablar de Teletón, es el del manejo mediático que hacen las empresas en el tiempo de campaña y que se intensifican durante los días de Teletón. Últimamente hemos podido ver que dicen públicamente que los aportes están condicionados por la cantidad de compras que haga la gente en un determinado lapso de tiempo. Eso incrementa las ventas de tal o cual marca de manera considerable y de esta forma, la caridad se vuelve un ejercicio que resulta detestable.

Hay estudios que indican que una cantidad importante de personas cambia sus preferencias de marca en tiempos de Teletón, por las que están “comprometidas con la causa” y esos datos deberían llevarnos a la reflexión obvia de ganancias versus aporte y cuánto, de toda esta danza de millones llega efectivamente en ayuda concreta para las personas con discapacidad.

Hace algunos años atrás, cuando Francisco de la Maza era alcalde de la comuna de Las Condes, tuvo un problema con Don Francisco en tiempos de Teletón por la utilización del espacio público para la propaganda. En este altercado (que se puede consultar en la web de El Mercurio) el ex edil señaló que “las empresas pagan por participar bajo condiciones que todos desconocemos y que espera que dentro de éstas no esté la ocupación del espacio público.”

Este dato es algo que no se habla. Porque si las empresas pagan por estar en Teletón, eso quiere decir que no todas las empresas “donan” bajo las mismas condiciones y se deduce que algún beneficio importante deben tener, como para realizar una inversión. Y además, hace una acusación muy potente sobre Don Francisco y su actitud de «no querer darle una institucionalidad más sólida a la Teletón» es irresponsable porque «él no es eterno y va a llegar un minuto en que no va a poder sostener esto como persona».

Finalmente, De la Maza en su momento explicó que, en la que en su momento fue su comuna, se pueden colocar avisos de la campaña, pero no de las empresas asociadas.»No tengo por qué autorizar campañas publicitarias de empresas que están haciendo un negocio con la Teletón», enfatizó.

DON FRANCISCO

 

“Dispara usté o disparo yo”

 

Don  Francis es un sujeto que siempre es igual a controversia. Se convirtió en el rey de las comunicaciones en los tiempos más oscuros de nuestra historia y utilizó ese poder como un catalizador de las intenciones oscuras de la dictadura para hacerlas llegar al público a través de la TV.

Escucharlo gritar en Sábados Gigantes “Dispara usté o disparo yo” mientras en las casas de detención y tortura, miles de chilenos padecían de los excesos de los militares me resulta siniestro y más aún al pensar que, a través de “la tomboleta” incentivó a que la gente comenzara a exigir las boletas en el negocio de sus poblaciones, villas y barrios para enviarlas al programa ya que te podías ganar una casa. Eso no existía. Y gracias a Kreutzberguer, el orden político penetró en nuestra vida diaria.

Frente a un hecho concreto como este, no puede decir que era inocente de las políticas estatales y, por lo mismo, fue un cómplice.

Don Francisco es el hombre que nos mostró una realidad que no era nuestra, como “posible” con La Cámara Viajera y fue una promesa constante de progreso en la peor manifestación de esta palabra. A través de sus concursos nos obligó a soñar la posibilidad de volvernos millonarios, vinculando siempre a las empresas con nuestras necesidades y formando aspiraciones para que tuvieran aún más presencia en nuestras vidas. Don Francisco era todo. Y es más. No podemos olvidar que sus aspiraciones mesiánicas no vienen exclusivamente de la mano con Teletón. En en caso de Rodrigo Anfus Papi, el niño que estuvo desaparecido 11 días y que apareció en un peladero, muerto (y que todavía no se esclarece por completo ya que tiene una arista política importante) Don Francisco se ofreció como “moneda de cambio” para los secuestradores a través de las pantallas de TV, apareciendo públicamente como un Cristo salvador. ¡Qué cosa tan rara!

También hay otros aspectos de Don Francis que no dejan de hacer ruido.

El 17 de Agosto de 1994, ya consolidado como un ícono del éxito y la solidaridad en Chile, fue acusado de acoso sexual por una ex modelo de Sábado Gigantes, en Estados Unidos. A razón de esta acusación, el animador recibió múltiples manifestaciones de apoyo tanto de artistas como de políticos y de rostros mediáticos, antes de que las investigaciones comenzaran, lo que -evidentemente- fue un fuerte golpe sobre la mesa con el que Kreutzberguer daba cuenta del respaldo e influencia que tiene en el país y en buena parte de Latinoamérica.

Ana Isabel López lo acusó de intento de violación en las inmediaciones del Hotel Sheraton de Miami, en 1989, entre otras cosas y a pesar de que la modelo incluso pidió un detector de mentiras en el juicio, para demostrar la veracidad de sus acusaciones, fue vilipendiada públicamente. La acusaron de tener intereses monetarios y de venganza por haber sido despedida un año antes de su acusación. Frente a este escenario, Ana explicó que el motivo por el que no realizó antes la denuncia, fue por el temor de «que mi carrera artística se dañara, pero se dañó de todas maneras. Ya he perdido el miedo», aseguró.

En aquella oportunidad, Canal 13 ofreció un apoyo inmediato e incondicional al animador, mediante una declaración pública donde destacaban la «generosidad» que había demostrado en su trayectoria, ligada al impulso de la Teletón.

En este cuento, la prensa también hizo lo suyo para lavar la imagen de Kreutzberguer. Por dar un ejemplo, el diario Las Últimas Noticias publicó el 24 de Agosto de 1994, dos semanas después de que se diera a conocer la denuncia, un especial con la vida de Don Francisco que se titulaba «El Precio de la Fama».

Mientras tanto, Univisión, la gigantesca cadena televisiva de Estados Unidos de propiedad de Gustavo Cisneros, quien es un gran amigo y protector de Mario Kreutzberguer; que emite Sábado Gigante en ese país, demandó a la modelo, presentando los siguientes cargos en su contra: Difamación contra el animador, Difamación contra el programa, e interferencia en los negocios de la empresa.

Finalmente, ambas partes llegaron a un acuerdo extrajudicial. Don Francisco pagó 100.000 dólares (cerca de 50 millones de pesos) por el silencio de la modelo, el retiro de los cargos en su contra y la posibilidad de negar todas las acusaciones de hostigamiento y acoso sexual.

Según diversas fuentes de internet, hay otro tema respecto de la biografía de Mario Kreutzberguer que hay que tomar en cuenta.

Cito textual:

¿Recuerdan cuando comenzaron los rumores de políticos en la Red de Pedofilia de Claudio SPINIAK el 2003? La versión dada a conocer al aire en el programa radial «La Gran Mañana Interactiva» de Radio Agricultura al otro día del escándalo desatado por Pía Guzmán fue la siguiente, en la voz del director del área de Prensa de la estación radial, Alejandro De la Carrera:

«Se habla de dos senadores de la Alianza por Chile, otro de la Democracia Cristiana y de un destacado animador de televisión, empresario y famoso emprendedor de obras de caridad».

Textual. ¿Les suena conocido? Fue la única vez que a alguien se le escapó alguna insinuación. Pueden revisar los registros de la emisora del día siguiente a la denuncia de Pía Guzmán. Más increíble aún es constatar que Don Francisco fue quien financió y trajo desde Estados Unidos al periodista de escándalos Víctor Gutiérrez, luego de que éste revelara los supuestos abusos sexuales a menores del cantante Michael Jackson. Kreutzberguer pagó su costosa defensa, y lo protegió de la justicia estadounidense. De esta manera, Víctor Gutiérrez quedó hipotecado al comunicador judío.

Pero los antecedentes de depravaciones sexuales y tráfico y consumo de drogas de KREUTZBERGER son mucho más antiguos. Un dossier del Ancla 2 (Servicio de Inteligencia de la Armada de Chile) revelaba interesantes datos a mediados de los 90, como las reiteradas visitas suyas a una granja ubicada en Santa Rosa, sector La Pintana, donde se sabía que prostituían animales (Zoofilia). También se le sindicaba en los 80 como el segundo hombre del Narcotráfico en Chile. El mismo Ancla 2 señalaba que las peleas con Mandolino y Yeruba fueron un tongo para ubicar a uno en el Sur y al otro en el Norte como «ejecutivos» suyos en sendas sucursales sin tener que explicar su salida de «Sábados Gigantes».

Pueden ver el artículo completo en: http://nikolateslarevolucion.blogspot.com/2011/12/la-verdad-sobre-la-teleton-y-el-dinero.html

En realidad hablar de Don Francisco puede ser eterno y da como para que aparezcan reptilianos, masones, templarios y extraterrestres. Lo único cierto es que es un sujeto que tiene un poder inmenso, que ha desplegado y se ha visto, como sucedió en el caso de la demanda por acoso sexual que hizo la modelo. También, que está bajo la mirada crítica de mucha gente ya que el emprendimiento Teletón es controversial y poco transparente, no sólo por el manejo de dineros que hay detrás, sino también por la función que cumple a nivel país respecto de la ausencia de políticas de tratamiento, rehabilitación y desarrollo integral que debiera existir de parte del Estado.

Finalmente hay que reconocer que la Teletón es una piedra de tope para que la discapacidad sea un tema abordado con todas las complejidades que requiere el caso.

 

DE LAS GANANCIAS

Poco es lo que sabemos realmente sobre la distribución de las ganancias de la Teletón. Y por ser una fundación de carácter privado, no podemos acogernos a instancias como las de la ley de transparencia para pedir un informe al respecto. Sin embargo circulan en las redes datos que son un poco alarmantes:

Dentro de los artículos y videos que critican a la institución podemos encontrar la siguiente información: “En la primera Teletón, el columnista de El Mercurio Daniel de la Vega aportó 60 millones de pesos. Para su sorpresa, al anunciar su aporte en pantalla dijeron que era solo de 30 millones. Al pedir explicaciones le dijeron que los gastos de la Teletón estaban calculados en 50% de lo recibido; por lo que en pantalla se mencionaba sólo el 50% efectivo.”

Lo extraño de este dato es que Daniel de la Vega, quien fue un conocido periodista, no sólo del Mercurio, sino también de Las Últimas Noticias, es que falleció en 1971. Por lo tanto, difícilmente pudo realizar este donativo.

Hay un reportaje realizado por la revista Qué Pasa el 15 de septiembre de 1995, en donde se señaló que la distribución de los fondos de la Teletón es la siguiente:

– Un 30% destinado a costear la terapia de los niños impedidos.

– Otro 30% se destina a construir nuevos centros de tratamiento.

– Un 10% es destinado a contratar a la agencia de publicidad y realizar la campaña para la próxima Teletón.

– Un 25% de los fondos se destina a pagar el costo del show, el aparataje de la transmisión y a algunos “artistas”.

– Y 5% restante de los fondos, supuestamente va como remuneración a Mario Kreutzberger “Don Francisco”. Desconozco si estos porcentajes se mantienen al día de hoy, pero el artículo existe.

Respecto al tema, sólo se ha pronunciado Vivi Kreutzberguer, hija del animador, quien ha dicho que “los que realizan este tipo de acusaciones, en realidad no saben nada”. Pero tampoco profundizó en el tema.

Yo, personalmente llamé a teletón, hablé con la encargada de prensa para pedir la versión oficial de la institución respecto a esta información y, a pesar de mostrarse muy amables y atentos, lamentablemente mi petición, hasta el día de la publicación de este artículo, no tiene respuesta.

Hay que destacar el hecho de que, al ir a la Biblioteca Nacional a pedir la revista, esta no se encuentra en el archivo.

En la foto podemos ver que de la edición del 9 de septiembre de 1995 se pasa inmediatamente a la del 23 de septiembre. La edición de la revista en la época era semanal.

Ahora, ¿Por qué es tan importante tener alguna idea de los que se hace con estos dineros recaudados en las 27 horas de amor?

Porque la gente que dona desde sus casas, lo hace con esfuerzo y porque se ha apelado directamente a las emociones más primitivas del ser humano, como la compasión. Yo misma doné cuando niña lo que lograba juntar en un chanchito y obligaba a mis papás a realizar sus donativos; sin embargo, al entrar a la web de Teletón y ver quienes son los directivos de la institución, da un poco de pudor el pensar que con tanto cariño uno depositó cinco lukas en la cuenta 24.500-03

 

DE LOS DIRECTIVOS Y LA RELACIÓN DE TELETÓN EN CASO PENTA

Carlos Alberto Délano, quien está más implicado en el caso Penta, era, ni más ni menos que el Presidente del Directorio de la Fundación Teletón. Por esta razón, presenta su renuncia y según consta en la misma página web de la institución, el 2 de septiembre de 2014. Obviamente esta renuncia se da porque el vínculo de la Teletón con Délano podría traerle serios problemas de imagen y de cuestionamientos, que se sumarían a los que ya se intuyen.

Esta situación fue un durísimo golpe para la Teletón, ya que su directorio está constituido por altos directivos de empresas privadas vinculadas con los financiamientos de la política. Varios de ellos, al igual que Délano, vinculados estrechamente a Sebastián Piñera; como por ejemplo, Alfredo Moreno quien ostenta en su currículum los cargos de ex Canciller de la administración piñerista y “Presidente Empresas Penta S.A.”, quien también preside actualmente el comité de crisis de la compañía. Además de Ignacio Cueto, Gerente General de LanChile (una de las empresas que auspician a Teletón), antiguo socio y cercano a Piñera. No es de sorprenderse que los Cueto, también participan del financiamiento de la política a través de Latam Airlines Group y su filial LAN Cargo S.A cuyo presidente es José Cox.

Hay que considerar que este año se viene una nueva campaña para reunir fondos y, a pesar de que esta renuncia fue medianamente bullada por los medios, no siguieron dando tanda con el asunto. No hay que ser muy suspicaz para entender qué influencias se movieron a nivel de medios para que esto no se siguiera investigando y visibilizando.

Por dar un ejemplo de lo que se podría encontrar en este oscuro saco, es que -Como queda de manifiesto en reporte.cl- dentro del Directorio de Teletón, aparecen una y otra vez, sujetos que cumplen con el mismo perfil del señor Délano. El Vicepresidente es Patricio Jottar, representante del Grupo Luksic como Gerente General de Empresas CCU y profesor de la Universidad de los Andes, quien tiene a tres marcas (Cachantún, Bilz y Pap, Cerveza Cristal) como auspiciadoras del evento. Hay que mencionar que el grupo realizó potentes aportes reservados a la política en las últimas elecciones a través de las empresas Cervecera CCU Chile Limitada y Embotelladoras Chilenas Unidas S.A.

También dentro del saco podemos encontrar a Lázaro Calderón, quien es el Gerente General de Ripley  y al tesorero de la fundación, don  Alfredo Schönherr, Director de FASA (Farmacias Ahumada).

Ahora, no podemos olvidar que FASA estuvo acusada en el caso de la colusión de farmacias por el alza escandalosa de medicamentos que afectan a miles de chilenos. Lo bonito de este asunto es que Farmacias Ahumada estaba coludida con otras farmacias y que aportan en cada campaña para reunir fondos para el funcionamiento de la Teletón (ya sabemos que estos aportes dan beneficios tributarios a las empresas) y uno de los personajes que tenía acciones en FASA, era nuestro ex presidente Sebastián Piñera, el que las vendió discretamente, antes de verse involucrado en tan nefasto asunto.

Ojo, que el hecho de que exista, en un cargo de tal importancia y trascendencia como el de tesorero, un personaje vinculado a la industria farmacéutica, en una institución que brinda atención de salud, es preocupante. Claramente hay intereses comprometidos; porque parte del festival de millones que se reúnen en las 27 horas de amor, están justamente vinculados a medicamentos.

A nivel político, también el caso puntual de la Teletón es paradigmático, ya que Délano es el financista de las campañas electorales de la UDI, amigo personal de Piñera, además de ser su asesor. Por otra parte, don Choclo Délano es pariente de Ernesto Silva, -presidente de la UDI- quien recibió más “aportes reservados” de Penta, para su campaña electoral.

 

Otros datos a tener en cuenta dentro de este marco son:

La cuenta 24500-03, donde se reciben los aportes, es del Banco de Chile cuyos dueños también son los Luksic quienes además aportaron al mundito oscuro de la política a través de Banchile Corredores de Bolsa S.A y Banchile Administradora General de Fondos.

Además, esta multimillonaria familia tiene grandes empresas mineras como Los Pelambres y Esperanza, y que, en las elecciones presidenciales de 2013, aportaron 2.3 millones de dólares, lo que supera los 1200 millones de pesos.

 

Otra empresa que hace lo suyo en Teletón, es Copec.

Como directores de este holding empresarial figuran Bernardo Matte Larraín y Roberto Angelini Rossi. Pertenecen también a la familia Angelini: Celulosa Arauco y Constitución, Abastible, Compañía Minera San Francisco, Aserraderos y Paneles Arauco y ni más ni menos que la empresa pesquera Corpesca , involucrada en el escándalo del financiamiento a la política, por el pago de 25 millones de pesos, realizados a la diputada Marta Isasi –quien obtuvo el cupo a su distrito gracias a la UDI-, en el marco de las votaciones a la controvertida ley de pesca.

Respecto de la familia Matte puedo decir que auspician a Teletón con cuatro marcas asociadas a sus empresas: Confort, Ladysoft, Babysec y Cotidian. Estas cuatro marcas están vinculadas a CMPC que produce este tipo de productos y luego los comercializa. Además, también financió a la política en 2013, según la información de SII, con importantes aportes reservados. Según lo declarado por la propia empresa, el monto sería equivalente a 1.3 millones de dólares.

DISCAPACIDAD = MENDICIDAD

 

Aplaudir la Teletón es celebrar la discriminación y segregación en que viven las personas con discapacidad en nuestro país.

Alejandro Hernández

Presidente y Director Ejecutivo Fundación Nacional de Discapacitados.

 

De todo lo expuesto anteriormente, quizás el problema más importante que hay que abordar respecto de Teletón es el tema cultural que existe en torno a la discapacidad.

La solución para los discapacitados no está en crear cada vez más centros de rehabilitación sino en generar políticas públicas en salud y educación que apunten a la  integración y no discriminación.

La Teletón, para sensibilizar a la gente monta un espectáculo macabro de sobre-exposición de niños con serios problemas. Es un show morboso que vincula las dificultades con una actividad que resulta mendicante.

Ya vimos anteriormente, a través de un ejercicio económico, que un solo grupo de poder podría financiar todo un año de teletón, sólo con el 1% de sus ganancias. Seguramente el Estado, que recauda el 20% de cada una de estas empresas, tiene recursos para hacer de la Senadis (Servicio Nacional de la Discapacidad) una institución poderosa, con mayor alcance y cobertura de lo que Teletón abarca. Pero insisto en que la solución no pasa exclusivamente por el servicio asistencial de salud, sino también por un tratamiento integral de los discapacitados, como sujetos de derecho. Es alarmante la cifra de personas discapacitadas que, actualmente se encuentran cesantes. Las mismas empresas que pagan por estar en Teletón y que donan cifras importantes, quizás deberían realizar el ejercicio de, en vez de donar dinero, de donar puestos de empleo para darle independencia y solvencia económica a estas personas, en vez de ponerlas en TV a pedir plata.

Esta gente necesita dignidades que el show televisivo sólo les quita, al crear el estereotipo de discapacitado = mendigo.

Cualquier campaña que se pretenda realizar respecto de los derechos de las personas con discapacidad se ve amordazada por la Teletón y el espectáculo mediático farandulero.

Es impresentable que en cada teletón, se realicen análisis de los rostros televisivos que quedaron fuera, en vez de concientizar a las empresas de que inviertan en estos capitales humanos de técnicos y profesionales con discapacidad para que los integren en sus espacios laborales. Y también es hora de que nos preguntemos cuáles son los intereses reales que están comprometidos para que el Estado no tome cartas en el asunto.

Síguenos y suscríbete a nuestras publicaciones