Valoraciones opuestas entre Gobierno y guerrillas

15 años de Plan Colombia: un balance controvertido

Mientras las FARC-EP consideran que no hay mucho que celebrar, porque consideran la estrategia como "triste y dolorosa", Juan Manuel Santos y los artífices del Plan hablan de "éxito" contra el narcotráfico y para el fortalecimiento institucional.

Por Meritxell Freixas

05/02/2016

Publicado en

Latinoamérica / Política / Portada

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El Plan Colombia, el acuerdo bilateral suscrito por los entonces presidentes Andrés Pastrana y Bill Clinton, cumplió 15 años desde su implementación. Frente a la efeméride, tanto el Gobierno colombiano como las FARC-EP hicieron un balance de la estrategia, que fue calificada como un “un éxito militar y político” por los primeros, pero valorada como “un fracaso” por la guerrilla.

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El programa, que costó unos 10 billones de dólares, se diseñó –teóricamente- para generar una revitalización social y económica, terminar el conflicto armado en el país y crear una estrategia contra el narcotráfico.

Sin embargo, el comandante guerrillero, ‘Pastor Alepe’, subrayó que el Plan Colombia fue un «fracaso» porque ni logró su «objetivo público» de erradicar el narcotráfico ni su «objetivo no público y verdadera esencia» de aniquilar a los movimientos insurgentes de Colombia.

Los detractores de dicho plan consideran que ante todo sirvió para reforzar los servicios de seguridad colombianos en su lucha contra los grupos insurgentes, que su verdadero balance en la erradicación del narcotráfico no está comprobado y que durante los primeros ocho años del Plan hubo un marcado incremento en el número de víctimas del conflicto interno colombiano.

En este sentido, las FARC-EP consideran que no hay mucho que celebrar de estos 15 años, ya que su balance es «triste y doloroso», por el aumento del número de «víctimas, desplazamiento y desapariciones forzosas», además de provocar el problema de los «falsos positivos» e «incitar la guerra y el odio».

Además, denunciaron que este programa derivó en la agudización del paramilitarismo, ajusticiamentos extrajudiciales y pobreza en todo el país.

Sin embargo, el Gobierno colombiano defiende el éxito de ese plan que, según señaló el presidente Juan Manuel Santos, «ha sido un instrumento muy útil, muy eficaz, de ayuda por parte de los Estados Unidos a la lucha de Colombia contra el narcotráfico, el fortalecimiento de sus instituciones, de sus fuerzas armadas. Los resultados están a la vista».

En la misma línea se expresó el secretario de Estado de EE.UU., John Kerry: «Ayudó a transformar una nación al borde del colapso en una democracia institucionalmente fuerte con niveles de violencia históricamente bajos», dijo.

Para el expresidente y padre de la iniciativa, Andrés Pastrana, “el Plan tuvo un éxito sorprendente en un plazo muy corto. Tanto que Estados Unidos replica hoy el modelo —especialmente en su contenido social— en conflictos en los que la fusión de narcotráfico y terrorismo amenaza la paz mundial”. “Sin embargo, hoy se da una nueva bonanza coquera gracias a las exigencias de las Farc y las concesiones del Gobierno. Esto marca el fin del Plan”, agregó en relación con los diálogos de paz sostenidos por ambas partes en los últimos años. “Al mundo le costará reconocer esta nueva Colombia, tan indulgente con el delito que tanta gente buena le costó”, aseguró.

Meritxell Freixas

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