Buscan exigir menú saludable en locales de comida rápida

¿Agranda su combo por otro ticket Junaeb?: Las críticas al subsidio a la alimentación chatarra

La tarjeta del organismo dependiente del Ministerio de Educación es usada por miles de estudiantes para comer en multinacionales como McDonald´s. Se entiende que lo hagan: las opciones son baratas y rápidas. ¿No será necesario profundizar en la discusión? Hablamos con un parlamentario y una nutricionista acerca de medidas necesarias que se deben tomar respecto a un tema que finalmente afecta la salud pública.

Por Nicolás Massai

07/04/2017

Publicado en

Alimentación / Chile / Política / Portada

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Foto: inspirulina.com

Son las 2 de la tarde de un jueves 6 de abril. El barrio Bellavista se ve repleto de jóvenes que buscan una oferta culinaria. Muchos de ellos tienen en su billetera la tarjeta Junaeb, entregada por este organismo dependiente del Ministerio de Educación, que aporta $32.000 mensuales para el almuerzo de los estudiantes que portan el plástico.

El McDonald´s ubicado en la esquina de Pío Nono con Bellavista se encuentra atestado de jóvenes en búsqueda de un tipo de comida en particular: la rápida. Una investigación de El Mercurio informó que esta transnacional chatarra obtuvo $5.214.323.799 de recursos Junaeb (en patios de comida se gastaron más de 21 mil millones). A esta hora es efectivo: hamburguesas de todos los tipos salen desde el mesón y la máquina especial para las tarjetas con convenio Sodexo, del Ministerio, no para de funcionar.

Desde hace bastante tiempo que distintos parlamentarios han alegado a partir de esta vía para adquirir comida chatarra. Esta semana volvió a reaccionar uno que ya había alzado la voz: el senador Guido Girardi (PPD). Anunció un proyecto de ley que restrinja lo anterior. «Se trata de que las trasnacionales que quieran ser prestadoras de la beca Junaeb tengan la obligación, para poder ser prestadores, de proveer un conjunto de alternativas loables», dice el parlamentario en conversación con El Ciudadano.

Comida contundente

Una chica universitaria llega hasta la caja de McDonald´s y pide un combo. Claro que los $1.600 destinados para ese día, que le entrega la Junaeb, no le alcanzan. Ocupa la cuota que correspondería al día de mañana y un poco más. La tarjeta no pone límites y deja de ser útil cuando se le acaba el crédito, aunque la compra mínima debe estar por sobre los $200.

Dice que no le gustaría que esta iniciativa de Girardi se formalizara. «Cada una ve en qué gasta la plata que le entregan. Estoy de acuerdo con que se restrinja a los más pequeños», afirma.

Resulta mucho más fácil controlar los recursos pagados por Junaeb que se ocupan en alimentos para menores de 18 años. Las asignaciones, en este caso, se ven reflejadas en las bandejas de los casinos utilizadas en los colegios dependientes del Estado. En el caso de los adultos se vuelve más difícil. Estos, envalentonados por la falta de tiempo y el exceso de hambre, prefieren alternativas contundentes y rápidas.

Guido Girardi, senador PPD. Foto: El Mostrador

«Tú puedes hacer sándwiches saludables, pero no basura, no comida que te va a generar un síndrome metabólico al comértelas», dice el senador Girardi, y agrega que no se trata de prohibir, sino que de ampliar la oferta de estos restaurantes para que integren alternativas saludables.

«Yo no estoy por prohibirlo. Estoy por si tú vas al Kentucky Fried Chicken, por ejemplo, tengas cinco alternativas distintas saludables. Hay suficiente conocimiento para que una cadena de comida chatarra pueda ofrecer una línea de productos saludables. Podrían tener cinco alternativas distintas. Hasta platos vegetarianos», dice, y advierte que si el local «no está dispuesto a ofrecer otras alternativas no puede ser prestador de la beca Junaeb. El Estado no puede enriquecer a las empresas que venden comida basura a las personas».

Marcia Basulto, nutricionista de la ONG Animal Libre, cree igualmente que no se puede financiar comida chatarra con fondos públicos: «Si están dando beca Junaeb es para que los estudiantes tengan una salud adecuada. Si saben los pros y contras de la comida chatarra y eligen comerla que lo hagan, pero con otro dinero».

No solo adhiere a políticas como la de Girardi, que intentan aplicar costumbres alimenticias; también critica los lugares que ofrecen, a precio Junaeb, menús saludables. «Les dan un sándwich, un jugo, una fruta y quedan con hambre. Obviamente se van donde les dan más comida y donde sea más rica. Hay una industria ultra mega chatarra para que sigas consumiendo. Si están acostumbrados a estos sabores con mucho sodio, con mucha grasa, obvio que se van a comprar estas comidas», declara.

Marcia Basulto

Pese a todo este rechazo, cree que existen temas anteriores a una medida prohibitiva como la del senador. Involucraría, por ejemplo, educar acerca de los efectos negativos de la comida chatarra. «Si tú lo prohibes de una no lo van a hacer. Se van a ir en contra. Tiene que haber un trabajo de educación. Hay muchas personas que trabajan en el área de la salud que podrían estar educando y no se hace. Tiene que explicarse a los chicos las razones de la comida saludable», afirma.

Un estudio de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) aparecido en enero de este año habló sobre la población con obesidad o sobrepeso en distintas naciones. El panorama de Chile fue alarmante: un 63% de las personas adultas sufren alguna de estas dos enfermedades.

Basulto, de la ONG que lucha por los derechos de los animales, señala que el cambio que deberían aplicar multinacionales como McDonald´s no son tan grandes: «Ese mismo sandwich que te vas a comer imagínatelo en un pan integral, o harina integral, agregándole más verduras. Y esas papas en vez de fritas que sean horneadas. Igual van a quedar ricas».

En ese sentido, añade que un menú saludable contiene frutas, verduras, proteínas y una porción de hidratos de carbono. «Ojalá integral», apunta. Así -dice- se desincentivan enfermedades como diabetes, hipertensión y otras que son provocadas por la mala alimentación.

Este no es el único foco mediático que tendrán que enfrentar las tiendas de comida rápida y chatarra durante 2017. Quedaron compromisos luego de la promulgación de la ley de etiquetados.

¡Pare! Advertencia en los restaurantes rápidos

«Es un contrasentido que los niños símbolos de la comida chatarra no tengan ningún rótulo», dice Guido Girardi.

Los «discos pare» entraron en vigencia el 27 de junio del año pasado. Están pegados afuera de los empaque de alimentos altos en sodio, calorías, azúcares y grasas saturadas. Uno de los problemas es que los sándwiches, papas fritas y este tipo de comidas que se hacen en el momento, como en el caso de McDonald´s o Burger King, no llevan advertencia en ningún lugar.

«El gobierno tiene un compromiso pendiente que tiene que cumplir. La ley de etiquetados obliga a rotular todos los alimentos «altos en». Tenían que enviar un reglamento para que se rotulen aquellos que se fabrican en el momento. Si te van a pasar una hamburguesa normalmente te la pasan en un packing. Ese packing tiene que tener un sello», afirma el senador Girardi. Y concluye: «Yo le voy a exigir al Gobierno que cumpla el compromiso, al Ministerio de Salud».

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