La Quinta Vergara festinó con él

«Checho» Hirane ridiculizado en Viña: Las yayitas del humorista que invitan a hacerlo pebre

El comediante Juan Pablo López consolidó su rutina en el Festival caricaturizando sarcásticamente al locutor de Radio Agricultura. ¿Cómo llegó Hirane a convertirse en una verdadera piñata sobre el escenario? Su defensa del legado de Pinochet, su antiallendismo y su cercanía con criminales como Miguel Krassnoff y Armando Fernández Larios lo han convertido en uno de los rostros públicos asociados a la dictadura más despreciados en nuestro país.

Por Daniel Labbé Yáñez

21/02/2017

Publicado en

Chile / Medios / Política / Portada

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Juan Pablo López«Nunca en la vida pensé que me iba a reir tanto con #ChechoHirane en la quinta (sic)», ironizó la noche de este lunes en su cuenta de Twitter Cristian Alegría. Esa fue la tónica en redes sociales tras la presentación en el Festival de Viña del Mar del comediante Juan Pablo López, la que probablemente alcanzó su mayor punto de hilaridad cuando el exponente del stand up decidió incluir a Sergio Hirane en su rutina… Pero para ridiculizarlo.

En pocas palabras, López ficcionó con cómo sería enfrentar con Hirane como compañero de batalla una situación extrema. El resultado fue la reducción del popular locutor de radio Agricultura a una simple caricatura de un militar penca. “Los gringos tienen a Rambo, Rocky, Schwarzenegger… y nosotros a Checho Hirane”, disparó el comediante. La risotada fue unánime.

¿Por qué «Checho» Hirane? ¿Qué ha hecho o dejado de hacer para convertirse en la piñata de un humorista con ganas de descargar palos de acidez e ironía en alguien?

Krassnoff, Pinochet y el modelo

Lo de si «Checho» Hirane es o no gracioso siempre tiene una importante carga de subjetividad. Lo de la noche de este lunes de López no iba necesariamente por ahí. El tema con el ahora locutor radial es que el tipo es un facho orgulloso, de esos inclinados hacia el lado oscuro de la fuerza.

Hirane es reservista del Ejército de Chile. Eso de alguna forma es la expresión más pragmática de su posición política e ideológica frente a varios temas. El 19 de septiembre de 2014 desfiló por primera vez en la Parada Militar como soldado. Un momento que calificó como «emotivo». Lo hizo desgarrado de una pierna. «Siempre he tenido problemas con la izquierda», le dijo en tono humorístico días después a LUN. Pero lo hizo igual. «Con la emoción y la adrenalina no hay espacio para que duela nada», aseguró.

Desde esa lógica apunta y dispara Sergio Hirane.

Foto: UPI / Sebastián Beltrán

Foto: UPI / Sebastián Beltrán

Antes de eso fue cadete de la Escuela Militar durante tres años. El brigadier Miguel Krassnoff, uno de los criminales más emblemáticos de la dictadura cívico- militar chilena, fue su teniente de escuadra. Hasta ahora, el otrora agente de la CNI ha acumulado condenas de prisión por al menos 250 años por diferentes crímenes en los que participó, siendo la “Operación Colombo”, en donde se asesinó a 119 opositores a la dictadura, uno de los más importantes de ellos.

«Checho» lo fue a visitar al Penal Cordillera. «Para mí no es ningún problema ir a ver a cualquier persona que está detenida», se justificó en enero de 2014 en el programa Mentiras Verdaderas cuando fue encarado por esta cercanía con el ex militar. «A mucha gente que participó de la CNI obviamente que los conocía porque fueron compañeros míos en la Escuela Militar», agregó.

Hirane ha contrajurado que no es pinochetista. Su defensa, dice, es al modelo económico que impuso el tirano en nuestro país. «Yo a Pinochet le agradezco el modelo económico que dejó, que ha sido ejemplo en todo el mundo. Nunca la historia de Chile había tenido un período tan virtuoso como en los últimos 30 años», le dijo a Ignacio Franzani también en Mentiras Verdaderas el 2015.

Miguel Krassnoff

Miguel Krassnoff

Lo que el tipo no esconde eso sí es su antiallendismo y su legitimación del golpe de Estado. «Pinochet llegó a Chile porque existía un Allende. Si no hubiera existido Allende no habría existido Pinochet. Y Allende destruyó este país. Lo dividió en dos; hoy le levantan museos y todo lo demás, pero los jóvenes no vivieron eso, les contaron una historia que no existe. Allende destruyó el país económicamente, socialmente y lo dividió en dos», sostuvo en el espacio de La Red. 

La desigualdad y los bolivianos

Son esas declaraciones públicas y las que emite a través de su programa Conectados con Agricutura las que lo han ido transformando en un sujeto insalubre para muchos. Como cuando ninguneó la importancia de la desigualdad en un país como Chile, el más desigual de la OCDE, donde los ingresos del 10% más rico son 26 veces más altos que los del 10% más pobre. «La desigualdad no es lo importante. Lo importante es la pobreza. La desigualdad es parte de la esencia del ser humano», ha señalado el humorista, y no como parte de una de sus rutinas.

Checho Hirane AgriculturaLa conclusión es que, como ocurre con gran parte de la derecha, mientras una parte de la sociedad intenta avanzar económica y culturalmente, los «chechos» Hirane hacen taco, cuando no ponen marcha atrás.

Como ese día de septiembre de 2016 en que intentó retomar un rato su carrera de humorista recurriendo a la vieja broma de burlarse de los bolivianos por no tener acceso al mar. “Se comunica a todos bolivianos que al término del partido deberán abandonar el estadio por Andes. Por Pacífico ni cagando tendrán salida”, señaló en su cuenta de Twitter en el marco de un partido de fútbol entre esa selección y la de nuestro país.

Fernández Larios y el bar Romeo

Sin embargo, definitivamente es su cercanía con el oscuro pasado reciente del régimen de Pinochet el que pavimentó el camino para que llegara nuevamente a la Quinta Vergara, pero no arriba del escenario sino que de un columpio. Hirane no tan solo no tiene ningún problema en legitimar a un criminal como Miguel Krassnoff. Fue amigo personal de uno con el que el brigadier tendría que pelear el primer lugar del podio si hubiera que elegir a los más sádicos y perversos agentes de aquellos años, el teniente Armando Fernández Larios.

«Fuimos buenos amigos. Iba mucho al (bar) Romeo y salíamos a andar en moto, que era una pasión que compartíamos. Todo su lío judicial siempre lo ignoré. Yo creo que me lo ocultó para protegerme”, ha contado «Checho», quien supuestamente terminó peleándose con el integrante de la Caravana de la Muerte por líos personales.

Cabe recordar que en diciembre de 2016, el ministro Mario Carroza procesó a Fernández en calidad de autor de los delitos de secuestro agravado y homicidio calificado de Manuel Sanhueza Mellado, crimen ocurrido en 1974 en el norte del país.

Armando Fernández Larios jovenEl ex teniente Fernández Larios está imputado igualmente por su responsabilidad en el delito de homicidio calificado de Ronni Moffitt, asistente del ex canciller Orlando Letelier, asesinado junto a la mujer. Es por este hecho que el pasado 5 de diciembre la Corte Suprema aprobó la solicitud de extradición en contra del ex militar y del agente de la DINA Michael Townley.

Antes de esto, Fernández se convirtió en el integrante más joven de la Caravana de la Muerte y con sus 22 años pasó a ser uno de los criminales de la dictadura más recordados por los sobrevivientes de la Caravana, debido a su nivel de perversión y sadismo a la hora de asesinar prisioneros.

Uno de ellos fue Winston Cabello, cuya historia está relatada en el libro “Historia de un hombre que se negó a huir”, en donde su hermana, la autora Zita Cabello-Barrueto, cuenta el proceso llevado a cabo para conseguir condenar en Estados Unidos a Fernández Larios, quien -según los testimonios reunidos- lo asesinó con un corvo durante el paso de la Caravana por Copiapó.

De ese tipo «Checho» Hirane se hizo uno de sus mejores amigos cuando en Chile se torturaba y asesinaba a mansalva. Con él brindaba en esos días de mujeres en cuarteles con ratones en la vagina y helicópteros arrojando cuerpos al mar.

En esas jornadas donde no había tragos amargos como el que debe haber tomado la noche de este lunes cuando se sentó a ver qué tal el desconocido Juan Pablo López en la Quinta Vergara. Eran las noches de jarana en el bar Romeo, ese que fundó junto a Miguelo y en donde coincidían militares y la farándula de la dictadura de los años de Pinochet.

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Hirane ha dicho no conocer sobre las violaciones a los derechos humanos cometidas por gente que frecuentó más allá de lo que sabemos todos. Es más, ha sostenido una y otra vez estar absolutamente en contra de ellas. Hay que reconocer que el tipo a veces sí puede ser chistoso.

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