Ecuador y sus políticas de viviendas sociales

Comunidades del milenio: un espacio donde los pobres ejercen su derecho a vivir dignamente que, claramente, no está en Chile

Ver una noticia como esta da un poco de rencor en contra de nuestro Chile, que tan pocas garantías nos da a los chilenos

Ver una noticia como esta da un poco de rencor en contra de nuestro Chile, que tan pocas garantías nos da a los chilenos. Si pensamos que no tenemos derecho a una salud digna, que no se reconoce la educación como un derecho, que los artículos de primera necesidad tienen el mismo impuesto que un perfume (pienso en el derecho a la comida), pensar en la vivienda digna como un derecho, en nuestra realidad da un poco de risa. Por esta razón, es importante que comencemos a mirar otros modelos de gobernar en América Latina, porque son un ejemplo de que se puede construir una sociedad con políticas públicas más solidarias. Sobre todo en un país como Chile, en el que tenemos el cobre, una de las cosas más extensas entre los países del mundo y un terreno fértil para una actividad agrícola y maderera. Plata es lo que menos debería faltarnos. Sin embargo nuestro estado, por el hecho de ser chilenos, no nos garantiza nada. Ni siquiera el tránsito libre por las grandes alamedas, ya que todas están jodidas con los TAG.
Por esta razón, los invito a ver esta noticia de nuestro país hermano, Ecuador, en donde las viviendas sociales son proyectos llenos de dignidad.
No olvidemos que en Chile existieron proyectos habitacionales como la Villa Olímpica, la Villa Portales, Las Torres de Tajamar, que se construyeron en similar espíritu y que hoy, que somos un país infinitamente más rico, a los pobres se les entregan viviendas con cañerías plásticas, en departamentos en los que las habitaciones son tan pequeñas que, a penas cabe una cama; con muros que son incapaces de contener el peso de una repisa con libros y podría seguir enumerando.
Hay que recordar a los deudores habitacionales y los grandes problemas que han tenido en esta materia, sin que se les de solución por parte de las empresas ni del Estado.
Ojalá que proyectos como estos sean una invitación a la reflexión respecto del rol que juega el Estado en Chile y que, más temprano que tarde comencemos a exigir, cuando menos, una explicación más clara respecto de los fondos públicos y la utilización que de ellos se hace, más allá del discurso de rendición de cuentas, que se van en índices, porcentajes y cifras que ni la mitad de la población entiende.
Tampoco podemos olvidar lo escandaloso de ciertos proyectos habitacionales de los que han sido depositarios, la gente más pobre en nuestro país. Hay que mencionar las casas Chubi y las casas Copeva por decir lo menos. Hay que darse una vueltecita por las poblaciones y ver las estructuras carcelarias o mortuorias que son los blocks; la falta de áreas verdes, los patios comunes, la falta de iluminación que hay en las comunas más pobres. A ver si aprendemos a bajar el moño y el arribismo, tan típico chileno y aprendemos a mirar un poco a nuestros vecinos latinoamericanos.
Agencia Andes

En un espacio donde antes solo había monte, ahora se levanta la comunidad Tablada de Sánchez, un complejo urbanístico donde se reasentaron familias pobres del cantón Chone, en Manabí. Fotos: Danny Mera/Andes

Chone, Manabí, 28 oct (Andes).- En medio de las montañas de la campiña de Manabí (litoral) y alejados de la cabecera cantonal, un grupo de campesinos experimenta un nuevo estilo de vida con las comodidades que solo tienen las grandes ciudades del país.

Rodeado por verdes cerros, donde dominan los cultivos de café, plátano, mandarina y otros productos agrícolas se abre paso un complejo urbanístico que resalta por sus calles asfaltadas y señalizadas, casas de arquitectura impecable, canchas deportivas, alumbrado público, áreas recreativas, laboratorio de computación y otras comodidades.

No es una ciudadela privada por las que sus dueños suelen pagar altas cuotas, sino más bien un proyecto habitacional construido con fondos estatales para beneficiar a familias pobres de este sector de la costa ecuatoriana.

Se trata de la Comunidad del Milenio Tablada de Sánchez, ubicada en la parroquia Santa Rita del cantón Chone. Esta área es habitada por 81 familias de la zona rural, reubicadas por el gobierno ecuatoriano para dar paso a la construcción del megaproyecto hídrico conocido como Multipropósito Chone, que dotará de agua potable y riego y controlará las inundaciones en este vasto sector manabita.

El megaproyecto acabará con décadas de abandono en Manabí, una de las provincias más afectadas por los contrastes de la naturaleza y de la falta de previsión de las autoridades como son las inundaciones en época de lluvia y la sequía en tiempos de verano.

Parque en la comunidad Tablada de Sánchez, en el cantón Chone, Manabí

En la comunidad del milenio se respira el aire a cacao, sal prieta (una crema a base de maní, maíz y otras especias), mandarina y paz, por eso también toma el nombre de Ciudad Jardín.

En esta pequeña localidad sus habitantes viven en armonía con la naturaleza. Desde sus balcones se domina la amplia geografía de esa zona manabita caracterizada por las elevaciones de la cordillera tropical de Colonche, que recorre la costa ecuatoriana.

La Comunidad Tablada de Sánchez fue inaugurada el pasado 29 de agosto por el presidente Rafael Correa y el pasado viernes recibió la visita de los vicepresidentes de Ecuador y Colombia, Jorge Glas, y Germán Vargas Lleras, respectivamente.

El segundo mandatario colombiano se llevó una grata sorpresa de este complejo inmobiliario. “Esta es una bella comunidad, es un ejemplo de lo que se puede hacer. Yo sé de construcción, soy constructor, fui ministro de vivienda en mi país y les puedo decir que aquí se puede apreciar el esfuerzo de calidad y servicio en cada casa”, expresó.

Este comentario lo hizo luego de recorrer esta urbanización, ubicada a 260 kilómetros al suroeste de Quito, acompañado de una comitiva de autoridades de su país, para observar el desarrollo de algunas obras de infraestructura y vivienda en Ecuador.

En este reasentamiento hay 9 casas de una sola planta que han sido adecuadas para las familias que entre sus integrantes tienen personas con capacidades especiales.

A más de las canchas de uso múltiple, centro comunitario, parque con juegos infantiles, iglesia y otros servicios propios de las ciudades, la ciudadela cuenta con una biblioteca e infocentro, que es un espacio donde los comuneros tienen acceso gratuito al internet, herramienta indispensable para superar el analfabetismo digital.

La Ciudad Jardín cuenta con canchas deportivas.

“Ahora vivo dignamente. Mis hijos tienen donde jugar, donde aprender y tengo tantas comodidades que nunca antes tuve”, dijo Daysi Rezabala, una sencilla moradora del reasentamiento.

Ella recuerda los tiempos en que vivió en una casa de caña en medio de la montaña, sin vías de comunicación y sin ningún servicio ni asistencia de autoridad. “Eran tiempos muy difíciles, si alguien se enfermaba no había cómo sacar a los enfermos hasta el pueblo… no teníamos ni luz, ni agua”, relata con tristeza.

La habitante y otros vecinos reconocen que al principio se opusieron a la reubicación, engañados por el discurso de dirigentes de la comunidad que respondían a intereses de grupos políticos de oposición al gobierno, que no querían la construcción del proyecto multipropósito Chone.

“Ahora que ha pasado el tiempo puedo decir que el presidente Rafael Correa siempre tuvo la razón. Se cumplió todo lo que se prometió y aquí estamos felices en una bonita casa y conservamos tierras para continuar con la agricultura”, manifestó Rezabala, esposa y madre de dos menores.

Un parque con una jardinera son el espacio público ideal para el encuentro de la comunidad.

Actualmente en Ecuador existen otras dos comunidades del milenio más, ubicadas en las poblaciones amazónicas de Playas de Cuyabeno y Pañacocha, en la provincia amazónica de Sucumbíos, donde petroleras extraen crudo, principal producto exportable del país.

La política del gobierno de Ecuador es que los habitantes de las zonas donde se desarrollan los proyectos estratégicos sean los primeros beneficiados, a diferencia de épocas pasadas constaban como los sectores más marginados.

El vicepresidente Glas indicó que se aspira hasta 2017 construir otras 200 comunidades de similares características. Allí, otras familias como las de Daysi Rezabala aprenderán que vivir dignamente no es una dádiva sino un derecho.

jb/ar

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