Tras reclamo de una transeúnte

Constructora prohíbe piropos y acoso callejero entre sus trabajadores

Proyecto de ley que sanciona el acoso sexual en público se mantiene estancado en el Senado, a pesar de haber sido ingresado en 2015.

Por Felipe Menares

22/03/2017

Publicado en

Chile / Género / Política / Portada

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Foto: Canal 13

Foto: Canal 13

En una obra de la constructora Echeverría Izquierdo, cercana a la esquina de Argomedo con Portugal, en la comuna de Santiago, decidieron terminar con los piropos hacia las mujeres. Con un cartel que da hacia la vía pública, anuncian que «En esta obra no silbamos a las mujeres y estamos en contra del acoso callejero».

El origen de la medida radica en un reclamo realizado por una mujer hace dos semanas, luego de recibir un piropo de uno de los trabajadores de la faena. De acuerdo a Sebastián Carril, prevencionista de riesgo de la construcción, decidieron tomar esta medida «para poder controlar y respetar a las mujeres que pasan por fuera de la obra», según detalló a Canal 13.

En tanto, Frank Melo, uno de los trabajadores de la obra, manifestó que «por un lado, igual es bueno, porque no siempre los piropos son agradables, porque igual hay algunos que se funden o gritan cosas groseras y a las mujeres igual le molesta. Pero no todos somos así».

Francisca Valenzuela, presidenta OCAC.

Francisca Valenzuela, presidenta OCAC.

De todas formas, evidentemente contrariado, el trabajador sostuvo que «no todos estamos a favor, porque uno es hombre; no todos nos aguantamos y menos aquí, que pasa cualquier chiquilla».

Por ahora se encuentra en evaluación la posibilidad de replicar la medida en otras obras de la constructora.

Desde el Observatorio Contra el Acoso Callejero (OCAC) valoraron la medida. En conversación con El Ciudadano, su presidenta, Francisca Valenzuela, comentó que «el Observatorio está totalmente a favor de que las empresas puedan tomar como iniciativa de política interna todo acto que motive la erradicación y prevención de violencia, (tanto) de índole sexual, como el acoso sexual callejero».

Proyecto en el congelador

En 2015 fue ingresado al Congreso el proyecto de ley que sanciona el acoso sexual en público. Si bien fue aprobado en la Cámara de Diputados, actualmente se encuentra estancado en el Senado.

Algunas de las estipulaciones del proyecto establecen sanciones de presidio menor (61 a 540 días) a quienes realicen una acción sexual que implique un contacto corporal contra la voluntad de una persona mayor de 14 años que provoque en la víctima intimidación, hostilidad, degradación, humillación o un ambiente ofensivo.

En este sentido, el proyecto entiende por acoso sexual el que realiza de forma abusiva, en lugares públicos o de acceso público, una acción sexual distinta del acceso carnal, que implique un hostigamiento capaz de provocar en la persona las sensaciones antes descritas. 

Por tanto, si los actos de hostigamiento mencionados son de carácter verbal o se ejecutan por medio de gestos, se impondrá una multa de una unidad tributaria mensual ($45 mil aproximadamente).

22 03 17 - piropos construccion - piropo

Si esos actos implican la captación de imágenes, videos o cualquier otro registro audiovisual del cuerpo de otra persona o de alguna parte de él, se impondrá una multa de cinco a diez unidades tributarias mensuales (225 mil a 450 mil pesos aprox.).

No obstante, si tal registro es divulgado por medios de difusión, se impondrá una multa de diez a veinte unidades tributarias mensuales (450 mil a 909 mil pesos).

Cuando el hostigamiento fuere realizado a través de conductas físicas, tales como abordajes o persecuciones intimidantes, o bien por medio de actos de exhibicionismo, obscenos o de contenido sexual explícito, se impondrá una multa de diez a veinte unidades tributarias mensuales (450 mil a 909 mil pesos).

«Es una pena que tengamos que ver que las empresas a nivel interno tengan que tomar medidas de este tipo y que, paralelamente, tenemos voluntades políticas flojas y que el proyecto de ley ingresado hace dos años se encuentre estancado en la Comisión de Derechos Humanos del Senado», apunta Francisca Valenzuela desde el OCAC.

Sin embargo, la dirigenta realiza un contrapunto y explica que «la legislación siempre tiene que ir acompañada de un enfoque preventivo y educativo. Eso es fundamental y súper importante. Y en el caso de violencia sexual y de género, tiene que ver con poder hablar de estos temas, con romper mitos, con informar más y darlo a entender como un problema social, no solo de mujeres».

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