Ecuador: Qué es la Ley de Herencias

Según lo que se puede apreciar de la propuesta de Ley de Herencias, ésta no afectará al 98% de la población ecuatoriana

Ecuador: Qué es la Ley de Herencias

Autor: Arturo Ledezma

Según lo que se puede apreciar de la propuesta de Ley de Herencias, ésta no afectará al 98% de la población ecuatoriana. Solo un 2% de la población se vería en algo afectada, indirectamente. El que sí estaría afectado es el 0,1% de la población que tiene más ingresos, es decir la burguesía.

Por ejemplo, una familia promedio con tres hijos y con un patrimonio de $420.000, no pagaría nada, porque la mitad, es decir $210.000 iría a la cónyuge porque es parte de la sociedad conyugal, y los otros $210.000 se dividiría entre los 3 hijos ($70.000 por cada uno) y la norma señala que se cobraría la tasa a partir de $70.800.
Según se puede apreciar, la propuesta tiene varias disposiciones, entre ellas un rubro adicional de $35.400 cuando la familia tiene un bien inmueble (casa), por ello el cálculo se inicia desde $70.800. Lo mismo sucederá con los niños menores de edad y las personas con discapacidad, quienes recibirán un beneficio adicional de $35.400.

La familia tipo (mamá, papá con 3 hijos) con un patrimonio de menos de $600.000 pagará con esta nueva Ley menos que con la tabla anterior de las herencias.

Además, la norma trae consigo un beneficio especial para los empleados: cuando una familia pudiente tenga que pagar el impuesto de herencias puede repartir el equivalente en acciones gratuitas entre los trabajadores.

El menaje de una casa heredada (artefactos, muebles, entre otros) no está dentro del impuesto a la herencia, ni siquiera se lo tomará en cuenta.

¿Quién tiene un patrimonio de $420.000?: no las clases populares, ni media, ni siquiera incide en la clase media alta; sólo la burguesía es la realmente afectada.

REDISTRIBUCIÓN DE LA RIQUEZA

En este contexto, la Ley de Herencias busca equidad, justicia y menos desigualdad.

La propuesta enviada a la Asamblea cierra huecos en la legislación que permitía que las personas más ricas, usando artilugios legales, no paguen los impuestos.

En la actualidad existe una norma legal vigente desde 1927, por lo que esta no es una ley nueva, incluso se realizó una reforma  en 2008 a través de la Ley de Equidad, en donde se establecieron porcentajes que van desde el 0% hasta el 35% para las herencias, donaciones o legados cuya base imponible supere los $ 68 mil (la base se actualiza anualmente conforme a la inflación).

En 2013, el traspaso de una herencia por $250 millones que no canceló ningún impuesto por ser  parte de un fideicomiso, motivó que el Servicio de Rentas Internas (SRI) investigara esos casos. Por lo cual, uno de los principales objetivos del proyecto de Ley de las Herencias será evitar que grandes grupos económicos usen fideicomisos para eludir sus obligaciones tributarias; ya que casi todas las empresas que funcionan en el país utilizan la figura de fideicomisos, pero un alto porcentaje lo hace para proteger su patrimonio.

Está previsto que el proyecto de ley establezca mecanismos para frenar la elusión, por ejemplo, incorporando requisitos de acuerdo al tipo de fideicomiso, y fijar altos impuestos para quienes hagan mal uso de ellos.

En ese sentido, la intención del Gobierno es romper las viejas estructuras económicas y propender a la redistribución de la riqueza, por ejemplo, a través de becas de estudio en universidades extranjeras. Únicamente 34 ecuatorianos han recibido herencias millonarias.

La recaudación en 2014 por el impuesto a las herencias fue de $10,6 millones, lo que representa  el 0,05% del PIB, por lo que el Gobierno insiste en que la reforma tiene un fin de utilidad social y no recaudatorio.

Si la ley estuviera en vigencia se  restaría el valor recibido por la base ($35.400), que daría un resultado de $ 2.100 sobre el monto mínimo. Sobre ese excedente se haría el cálculo del porcentaje a pagar (2,5%), lo que equivaldría a $ 525 por cada heredero. El cónyuge no paga ningún tipo de impuesto porque por derecho le corresponde el 50% de los bienes adquiridos dentro de la sociedad conyugal. El 50% restante se divide para el total de herederos, que en orden de privilegio van así: hijos, nietos y demás familiares.

LO QUE DEBE SABER SOBRE LA NUEVA LEY
• El impuesto a la herencia existe desde 1921. No es un nuevo impuesto, como dicen.
• 3 de cada 1.000 ecuatorianos reciben una herencia al año.
• 3 de cada 100.000 ecuatorianos recibe una herencia mayor a 50.000 dólares.
• Apenas el 0.05% de personas que reciben alguna herencia, reciben un valor mayor a los 500.000 dólares.
• En un lapso de 5 años, apenas 5 personas recibieron una herencia mayor a un millón de dólares.
• El impuesto a la herencia se grava POR HEREDERO, no por herencia.
• El primer tramo de la tabla de impuesto establece que los herederos que reciban una herencia de 35.400 dólares no pagan nada.
• Del universo de potenciales herederos del Ecuador, el 94% de ellos están en el tramo que paga CERO impuesto.
• Con la franja exenta de 35.400 dólares, apenas 2 de cada 10.000 ecuatorianos pagaría impuesto a la herencia.
• Del universo de potenciales herederos del Ecuador, apenas el 0.03% está en el último tramo que paga los impuestos más altos.
• Es importante tomar en cuenta que la ley contempla exenciones.
• A los herederos hijos menores de edad, además de la franja inicial de 35.400 dólares de herencia exenta de impuesto, se agregan otros 35.400 dólares más. Igual es el caso para personas con discapacidad.
• Para herederos beneficiarios de bienes inmuebles, además de la franja inicial de 35.400 dólares de herencia exenta de impuesto, se agregan otros 35.400 dólares más.
• De este modo, el piso de herencias (si en ellas se hallan bienes inmuebles) que pagan impuesto se eleva a USD 70.800 (de acuerdo a casos específicos).
• En ese sentido, 9 de cada 10 herederos en el Ecuador son susceptibles de aplicar a las exenciones en el impuesto a las herencias.
• En el caso de empresas, si el heredero no posee dinero para asumir el impuesto, puede pagarlo mediante la cesión de acciones a los trabajadores. Es decir, el dinero nunca va al Estado.
• Esto demuestra que la aplicación de este impuesto no tiene fines recaudatorios, sino de redistribución y democratización de la riqueza.
• Es más, lo que se recauda por este tributo no supera los 10 millones de dólares anuales, cifra minúscula si se la compara con los más de 34.000 millones del presupuesto del Estado.

Fuente: Nuestroamericano visto en PIA


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