Editorial: Piñera y Mañalich conducen a Chile al despeñadero

Con el ingreso a la Fase 4, Chile se pone, por lejos, a la cabeza de los países con más propagación de esta pandemia en Latinoamérica, lo que muestra que las escasas y erráticas medidas tomadas por el Gobierno para contener la enfermedad no están surtiendo efecto.

Por Daniel Labbé Yáñez

16/03/2020

Publicado en

Chile / Editorial / Política / Portada

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Por El Ciudadano

El Presidente Sebastián Piñera dio a conocer la mañana de este lunes que Chile había ingresado a la Fase 4 del Coronavirus dado que los infectados se duplicaron en un día, alcanzando las 155 personas, 80 más que la jornada anterior.

“Esta es la etapa más compleja, sabíamos que iba a llegar y estamos preparados para enfrentarla, es la etapa en que se produce circulación viral y dispersión comunitaria de esta enfermedad», dijo Piñera.

Con el ingreso a la Fase 4, Chile se pone, por lejos, a la cabeza de los países con más propagación de esta pandemia en Latinoamérica, lo que muestra que las escasas y erráticas medidas tomadas por el Gobierno para contener la enfermedad no están surtiendo efecto.

Es dable señalar que las cifras reales de contagiados deben ser muchísimo más altas que las expuestas por el Ministerio de Salud (Minsal), dado que en Chile los exámenes son pagados y preferentemente se toman a sospechosos con síntomas. Hay denuncias de personas con síntomas de contagio que han llamado al número dispuesto por el Minsal y nadie les ha contestado.

A este ritmo de crecimiento del brote, en cosa de una o dos semanas la situación alcanzará niveles críticos como los conocidos en Italia y España, como informó a El Ciudadano un médico de salud pública que prefirió reservar su identidad.

Es llamativo y grave que Piñera confesara que sabía que alcanzaríamos la Fase 4, teniendo todas las herramientas para impedirlo y en circunstancias que no tomó las medidas adecuadas para evitar que la propagación se disparara.

Tardíamente, cuando ya estamos en Fase 4, de propagación extrema del virus Covid-19, el Presidente Sebastián Piñera anuncia tibias y otras muy equivocadas medidas para atacarlo.
En comparecencia ante la prensa, anunció la mañana de este lunes el cierre de “todas las fronteras” a partir del próximo miércoles 18, lo que “no afectará la entrada y salida de carga ni del personal asociado, de forma de garantizar el normal abastecimiento de los bienes y servicios en nuestro país”, según dijo.

El nuevo anuncio establece que los chilenos y residentes podrán ingresar al país pero en cuarentena obligatoria. Además, considera la prohibición de realizar cualquier evento con más de 50 personas y que se endurezcan las penas para quienes no cumplan estas medidas. También dispuso que funcionarios públicos -¡¡mayores de 75 años!!- podrán trabajar desde sus hogares. ¿Cuántos funcionarios públicos tienen esta edad en la que los trabajadores deben estar descansando?

Además, el ministro de Salud Jaime Mañalich ratificó que la campaña masiva de la vacuna contra la influenza que comenzó este lunes 16, continuaría. Ante las consultas respecto de regulación de precios a los medicamentos y artículos de desinfección, el secretario de Estado respondió con evasivas.

Foto: Prensa Presidencia

Los estudios epidemiológicos y los análisis de la evolución de la crisis en los países afectados demuestran que el “distanciamiento social” es la mejor forma de controlar su propagación. Así lo evidencia el Washington Post en el estudio ¿Por qué brotes como el Coronavirus se propagan exponencialmente y cómo aplanar la curva?, publicado este 14 de marzo.

Recordemos que el Covid-19 es extremadamente contagioso, tres veces más que la gripe, lo que anticipa una propagación geométrica diaria: 1-2-4-8-16-32-64-128-256… Lo más grave es que, a diferencia de la gripe, también se contagia durante las dos semanas que dura su incubación, incluso antes de tener síntomas.

Ante este escenario, para evitar tener una catástrofe sanitaria y reducir el impacto de los errores hasta ahora cometidos, el Gobierno debió este lunes extremar medidas. Pero otra vez perdió la oportunidad, optando por arriesgar la salud de la población, en decisiones que inevitablemente derivarán en muertes.

ANÁLISIS DE LAS MEDIDAS

La medida de cerrar fronteras se toma en forma extremadamente tardía, puesto que debió haberse efectuado cuando estábamos en Fase 1 para evitar el ingreso de contagiados, como nos confirman los expertos consultados para la elaboración de esta nota.

Si bien siempre ayuda que no sigan llegando nuevos propagadores de la enfermedad, a esta altura esta prohibición resulta absolutamente insuficiente si no va acompañada de otras definiciones mucho más radicales, que ya se deberían haber implementado y que ahora, en Fase 4, aún no ven curso.

Piñera debió decretar la cuarentena total de la población, lo que supone la paralización completa de la actividad productiva y comercial, salvo las absolutamente necesarias para abastecer a la población de alimentos, medicamentos y otros insumos indispensables para enfrentar la crisis. Y otras tareas insustituibles para la mantención de servicios básicos.

Además, el Gobierno debe acompañar estas decisiones -aún no tomadas- de postergación de pagos de deudas bancarias, hipotecarias y de otros tipos, hasta que la situación se normalice. Esto, debido a que muchas personas no pueden dejar de producir porque viven el día a día y temen perder sus empleos.

Piñera y Mañalich también debieron haber decretado el control de precios de los artículos de primera necesidad, con el fin de evitar la especulación. Nótese que para citar un solo ejemplo del alcance de esta, la cadena de farmacias Salco Brand estuvo vendiendo -el sábado 14- a 3 mil pesos el pack de tres mascarillas desechables. Lo hacía en momentos en que el ministro de Salud hacía un llamado a utilizar mascarillas en el transporte público, definición cuya utilidad fue retrucada por eminentes especialistas y la Universidad de Chile.

“No, las mascarillas no sirven en población general asintomática. Sí, las mascarillas pueden aumentar riesgo de contagio (se tocan + la cara, contaminan al desecharlas). Sí, recomendar mascarillas a población general es irresponsable pues causa desabastecimiento en centros salud”. Es lo que acotó vía Twitter la reconocida epidemióloga María Paz Bertoglia, dejando K.O. al titular de Salud.

Asimismo, el Ejecutivo debió haber anunciado el testeo gratuito y masivo para detectar el brote de Coronavirus, los que se toman en muy pocos centros de salud, y no se realizan a domicilio, como correspondería.

Tampoco se ha determinado la implementación masiva de hospitales de campaña equipados para acoger la gran demanda que se generará por atención, cuando los contagiados sean miles, siendo los anuncios muy acotados en esta materia. Así también, se hace necesario más recursos para la alicaída red hospitalaria pública.

La única medida importante para reducir el impacto del brote de este nuevo Coronavirus la tomó la ciudadanía y sus organizaciones intermedias que le impusieron el cese de clases presenciales, contrariando lo definido por Piñera y Mañalich, quienes el viernes 13 anunciaron que no se tomaría esta medida.

En efecto, el sábado 14 las universidades de Chile y Católica tomaron esta determinación, la que fue seguida por las municipalidades y otros establecimientos educacionales, que marcaron su propia agenda ante el descrédito del Estado. Cuando esta medida ya estaba tomada, Piñera anunció -domingo 15- el cese de las actividades académicas. Pero ya no tenía validez. Otra vez llegó tarde.

Este lunes 16 la ciudadanía dio otro ejemplo de civismo, el que se expresó en una escasa concurrencia al Metro de Santiago en comparación a un día normal, lo que evidencia que la población ha optado por autocuidarse, informándose a través de redes alternativas a las oficiales, que nada educan respecto de los riesgos que se corren.

Para peor, la medida de implementar justo este lunes 16 la campaña de vacunación contra la influenza -que ningún efecto tiene en contra del Coronavirus- ha provocado que miles de personas se aglomeren en los consultorios, lo que echa por tierra cualquier esfuerzo por contener la crisis. Nadie se ha esforzado por aclarar que esa vacuna no protege del Coronavirus y que dichas aglomeraciones son un brutal foco de contagio.

En el Consultorio Quebrada Verde de Valparaíso, por ejemplo, al mediodía de este lunes había una cola de dos cuadras de viejitos esperando ser vacunados. Algo similar se verificaba en el consultorio de Plaza de Justicia de la misma ciudad. Es una situación que se expandía por todo Chile.

Al cierre de esta nota, la población pide vía redes sociales extremar las medidas, teniendo como tópicos más comentado en la red del pajarito #CuarentenaCoronavirus #CuidemonosEntreTodos y #QuédateEnCasa. También se expande un llamado a realizar una huelga general de autocuidado y contra el mal gobierno.

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