"Generación Dorada" del PPD

Peñailillo, Riquelme y Cía. fuera de La Moneda: ¿El fin del G90?

Fueron criados políticamente por los próceres de la vieja guardia concertacionista, protegidos por Bachelet y creyeron que podían pasar máquina desde los diferentes puestos estratégicos de gobierno que ocupaban en la administración de la Nueva Mayoría. 23 meses después se encuentran fuera de Palacio, sin capacidad de influir y atrincados por una serie de investigaciones en curso.

Por Jose Robredo

19/02/2016

Publicado en

Chile / Política / Portada

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g90

En los últimos días, en medio del escándalo protagonizado por el ex administrador de La Moneda, Cristián Riquelme, y la serie de contratos que empresas ligadas a él tenían con diferentes estructuras del Estado, se mencionó frecuentemente a la “G90”.

Formada en la última década de la centuria pasada al interior del PPD, en su mayoría se conocieron en la Universidad del Bío Bío, donde se iniciaron en política como dirigentes universitarios. El grupo fue consolidándose al interior del aparato estatal bajo el alero de personajes como Ricardo Lagos, Sergio Bitar o Francisco Vidal, que vieron en ellos a la savia nueva de sus respectivos proyectos políticos.

Luego llegó Bachelet, que en su primer gobierno los consideró para diferentes funciones, para luego convertirlos en su segunda administración en el llamado círculo de hierro.

Rodrigo Peñailillo, Cristián Riquelme, Harold Correa, Flavio Candia, Héctor Cucumides y Carolina Cucumides, son algunos de los nombres que han destacado en los diferentes perfiles que han sido publicados sobre la “G90” y de los que se puede concluir que tenían capacidad técnica y operativa pero, sobre todo, una insaciable sed de poder.

El desarrollo de los acontecimientos ha dado cuenta de este último punto y de las consecuencias que tuvo tanto para los integrantes del grupo como para el mismo gobierno.

“El momento actual es el de un fracaso de renovación de la élite»

“Este era un grupo que se venía posicionando con fuerza en las estructuras de poder al alero de personajes importantes de la vieja guardia de la Concertación. La G90 resultaba un ser un grupo con ansias de poder que quería irrumpir rápidamente en las posiciones de poder de las estructuras y fue lo que los llevó a cometer errores importantes”, señala el académico de la Escuela de Ciencias Políticas de la Universidad Academia de Humanismo Cristiano, Rodrigo Gangas, al analizar el derrotero de esta facción del PPD.

A su vez, el sociólogo y analista político Alberto Mayol agrega un punto para explicar cómo este grupo perdió de una vez, y quizás por un buen tiempo, los altos niveles de influencia que alguna vez tuvo, al expresar que “su grado de articulación era escaso”. Falta de redes de apoyo y vinculación con los actores políticos tradicionales se cruzan en este sentido.

Lo que para Gangas explica el que no pudieran finalmente ganar la batalla sostenida al interior de la Nueva Mayoría con los representantes de la vieja Concertación. Esto finalmente decantó en que en este minuto se encuentren haciendo su pasantía por el desierto de la política y del poder.

“Hay que distinguir dos cosas: la G90 era una generación importante, pero para generarle un grado importante de competencia a la vieja guardia, claramente requiere algo más importante de lo que era hasta hoy”, destaca el académico de la UAHC.

Para Mayol, en tanto, lo que sucede con este grupo tiene que ver con que “el momento actual es el de un fracaso de renovación de la élite, sin dejar entran ni contenidos ni personas nuevos. Hemos visto cómo se termina este fenómeno, sin mayores posibilidades de tomar una posición ventajosa. Y tampoco está claro de que actores nuevos tomen el lugar de los viejos, a pesar de que estos últimos se encuentren en plena crisis”.

“Creo que la derrota es muy estructural para este grupo, y en lo inmediato no hay posibilidades de recuperación”, expresa tajante Mayol.

Esto, a pesar de que los protagonistas de esta historia tuvieran aprendida la lección de cómo funcionaba el mecanismo de la política tradicional, lo que para Gangas se da por tener lógicas diferentes respecto de sus “maestros”. “Ellos aprendieron rápidamente cómo funcionaba la máquina, pero la vieja guardia de la Concertación respondía a un funcionamiento diferente, mientras que la G90 respondía a un modelo de empresario político”, señala.

¿Para el gobierno se inicia una nueva etapa? Alberto Mayol cree que el escenario se mantendrá, considerando que “el problema del gobierno es que está partido por la mitad en su interior. Puede mejorar, pero no volver a un escenario positivo importante, y eso sólo dependerá de la capacidad de coordinación que tengan”.

Habrá que ver si muerto el perro – los perros para este caso – se acaba la rabia.

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