“El legado de la dictadura en materia laboral sigue vigente a pesar de la reforma”

El lunes primero de junio el gobierno celebraba el despacho desde la comisión de Trabajo de la reforma laboral y destacaba la aprobación del fin del reemplazo de los trabajadores en huelga. La ministra del Trabajo Ximena Rincón señalaba que “Nos ponemos a la altura de la legislación internacional en esta materia y creemos que es un gran avance, una gran noticia, no sólo para los trabajadores sino para nuestro país en general”.

En conversación con El Ciudadano el economista e investigador de la Fundación Sol Gonzalo Durán señala que “es mucho decir pues de alguna manera cuando uno revisa el proyecto original habían tres puntos que fueron muy criticados por los sindicatos. Ellos (el gobierno) proponían que se establecieran la figura de servicios mínimos, que están destinados a proteger los bienes de la empresa, garantizar la prestación de servicios de utilidad pública y por último la prevención de daños al medio ambiente. El proteger los bienes de la empresa no existe en la legislación comparada ni en las normativas de la OIT, lo que es la “letra chica” para hacer finalmente inocua la huelga”.

Respecto del fin al reemplazo en huelga Durán es claro “si bien se aprueba el fin del reemplazo en huelga, se mantienen la figura de servicios mínimos, que es finalmente proteger los intereses del empresariado”

“Acá lo que hay es en cierta medida es empeorar la situación actual. Lo que se hace es formalizar un reemplazo encubierto. Por ello aparece la figura de servicio mínimo, igual va a haber reemplazo eso si que legalizado. Ahora serán los propios sindicatos los que deberán elegir a algunos de sus miembros para la creación de estos equipos de emergencia” agrega el investigador.

Se mantiene el Plan Laboral de la Dictadura”

Al momento de analizar la reforma laboral presentada por el gobierno, Durán es directo en señalar que “no se hace cargo de la deuda histórica que se arrastra desde el año 1979 con el Plan Laboral creado por José Piñera que está orientado a destruir el poder de los sindicatos. Y esta reforma, teniendo la mayoría para desmantelar el legado dictatorial que se sostiene en el reemplazo de los trabajadores en huelga, la negociación por empresa, un paralelismo exacerbado dentro de una organización y la despolitización de los trabajadores no lo realiza. Esos cuatro pilares siguen muy fuertes aprobada esta reforma laboral y sigue intacta la demanda de las organizaciones de trabajadores por eliminar el legado de la dictadura en esta materia”.

“Si se hubiese incorporado la negociación por rama estaríamos frente a un cambio importante, donde se reconoce en el mundo del trabajo. Hoy el 74% de los trabajadores ganan menos de $400 mil pesos líquidos, y en el caso de los trabajadores a tiempo completo el 71,8% gana menos de $400 mil pesos y nuestros gobernantes no son capaces de ponerse a la altura. El 95% países de la OCDE cumple con la negociación por rama” agrega Durán.

Finalmente, Durán plantea que es momento de asumir la responsabilidad de reformar realmente el plan laboral acorde a los tiempos que se viven recalcando que “un plan laboral del siglo 21 tendría que tener una negociación por rama activa de la economía, que permita de manera efectiva el derecho a huelga sin reemplazo de ningún tipo, para que la huelga sea el arma para reivindicar sus demandas, y en tercer lugar que el derecho a huelga no este supeditado en el período de la negociación colectiva, sino que pueda darse la huelga en caso de acciones antisindicales por parte del empleador y por solidaridad”.