En medio de la presentación de su Plan de Transformación Digital 2026–2035, el candidato presidencial independiente Marco Enríquez-Ominami dedicó buena parte de su intervención a defender su agenda de igualdad de género y cuestionar la postura de la derecha en temas de derechos sexuales y reproductivos.
“El maltrato a las mujeres nunca se acabó. Desde que existe la humanidad, las mujeres han sido las grandes víctimas”, afirmó Enríquez-Ominami, al detallar propuestas que incluyen 300 mil nuevos cupos en salas cuna, un subsidio estatal de hasta el 70% del salario para la contratación de mujeres jefas de hogar, y una bonificación anual durante 24 meses para cuidadoras.
El candidato sostuvo que la igualdad salarial y el reconocimiento del trabajo de cuidado son “pendientes inaceptables” y subrayó que su propuesta busca trascender las etiquetas políticas. “No se trata de declararse o no feminista, sino de hacer cosas concretas. La realidad tiene que ganarle al lenguaje”, dijo.
Consultado por el avance del voto femenino hacia su contendor José Antonio Kast, Enríquez-Ominami apuntó a lo que definió como “una manipulación sistemática” del debate público. “Las encuestas están viciadas y los debates presidenciales han sido congelados. Nuestros adversarios ya no son las candidaturas, es el sistema”, advirtió, criticando tanto el rol de las encuestadoras como el tratamiento mediático de la campaña.
El candidato también contrastó su visión con la de los sectores conservadores en materia de derechos sexuales y reproductivos. “Yo estoy a favor de que el Estado entregue todas las herramientas para que mujeres y hombres tengamos los mismos derechos. No creemos en imponer la abstinencia como única forma de vivir la vida sexual”, señaló, en alusión a la agenda moral de sus contrincantes.
Aunque la actividad estaba centrada en su plan de soberanía digital, Enríquez-Ominami aprovechó la instancia para unir ambas ideas bajo una misma premisa: autonomía y justicia, tanto en el ámbito tecnológico como social. “Así como queremos que Chile sea dueño de sus datos, también queremos que las chilenas sean dueñas de su destino”, planteó.
El plan contempla triplicar la inversión pública en ciencia y tecnología hacia 2035, desarrollar una ficha digital única y asegurar conectividad 5G en 2.700 escuelas del país. “El problema digital no es tecnológico, es civilizacional. Queremos soberanía digital, Chile para los chilenos en lo digital y en lo energético”, concluyó el candidato.

