Política

Ernesto Silva no aguantó la presión al interior del partido: Renunció a la presidencia de la UDI

Con puchero al final de su declaración, Ernesto Silva, involucrado en el caso Penta y sobrino político de uno de los controladores del holding Penta, renunció a la presidencia de la UDI. Dio un paso al costado de la directiva producto de la presión al interior del partido y del evidente descrédito a su figura tras su vinculación al peor escándalo de los últimos tiempos, que además ha dejado claro que los políticos legislan en favor de los poderosos.

Por Jimena Colombo

11/03/2015

Publicado en

Chile / Política / Portada

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Esta tarde  Ernesto Silva renunció a la presidencia de la UDI. Debido a su vinculación  al caso Penta y su parentesco con Carlos Alberto Délano -uno de los controladores de Penta que ya ha sido formalizado- Silva fu reiteradamente presionado desde el interior del partido, desde la ciudadania y desde Renovación Nacional para dejar su cargo en la directiva de la tienda. Sin embargo, hasta ahora Ernesto Silva había mantenido distancia con las voces opositoras a su dirigencia y con su postura clásica no había hecho más que predicar la unidad al interior del partido, cuando se oían las críticas a su imagen,a Ena Von Baer,Iván Moreira y todos los involucrados en Penta.

Escoltado por Javier Macaya, el renunciado gremialista antes de dejar su cargo, convocó a un consejo general del partido para el 10 de abril. Silva reconoció que la «conducción del partido debe ser reconocida por los militantes». Señaló comomotivo para ese cónclave, la conformación del Consejo Asesor Presidencial que creará un marco regulador para la relación de la política y los negocios y por el riesgo de división al interior del partido, provocado a su juicio, por las declaraciones de algunos personeros.

Silva destacó el Consejo de Bachelet como un «acto republicano»  y aseguró que «Se ha entendido que los problemas no afectan sólo a un partido sino que a todo el sector político en su totalidad». Los actores políticos tenemos la responsabilidad de buscar un acuerdo para mejorar sustancialmente nuestra institucionalidad».

En su declaración que comenzó aproximadamente a las 16.30 horas, Silva señaló que:

«Todos sabemos que la UDI ha vivido momentos difíciles. Nuestro principal dirigente fue asesinado y fuimos mencionados en un caso que no vale la pena mencionar. Pese a eso la UDI es el partido más grande de Chile. La crisis que vivimos hoy es de naturaleza distinta. La UDI debe estar con unidad». Luego agregó que,  las «Declaraciones de nuestros dirigentes han afectado nuestra unión. Bajo esas circunstancias he tomado una decisión muy difícil. Junto con convocar a este acto, presento mi renuncia a la directiva de la UDI».Y finalmente reconoció que «Como presidente de la UDI y en lo personal me han tocado momentos difíciles, di la cara siempre, enfrenté lo que me tocó enfrentar con coraje y transparencia, siempre he creído que quien ha estado a ser el primero debe estar dispuesto a ser el último. Desde ya le digo a quien asuma como presidente que puede contar conmigo para lo que sea».

Finalmente Silva expresó que esta dispuesto a cooperar con la nueva dirigencia del partido y agradeció a su familia por el apoyo. Entre pucheros y su temple  care’palo Ernesto Silva dio un paso al costado como presidente de la UDI. Dado su evidente vinculación al caso Penta, que además empeoró al conocerse ayer la emisión de boletas falsas y con las críticas de los miembros de la UDI que se han visto perjudicados con el escándalo, Silva no tuvo otra opción más que demostrar un poco de decencia con los miembros del partido y dejó la presidencia.

Sumado a lo anterior, el senador Iván Moreira, se sumó a la salida anunciada por el presidente de su partido y compañero en la mesa directiva. El parlamentario, también cuestionado por su conexión con los dineros del Caso Penta, dejó su cargo a disposición del partido afirmando que “después de este gesto yo siempre he tenido mi renuncia a disposición de la mesa. Lo que he hecho una vez que Ernesto tomó la decisión, la he hecho efectiva” y afirmó además, que Silva tuvo «un gesto de hombría y valentía».

A pesar de que ya no guiará a los gremialistas y seguramente la gente de la derecha agradece su gesto, la renuncia de Silva no es tan significativa. Lo que siga ahora, es que quienes ocupan un lugar en el Congreso y se han visto involucrados en estos escándalos, como Von Baer, renuncien a ese cargo conferido por la ciudadanía.  Silva sólo está lanzando un salvavidas a su colectividad y su renuncia, más allá del clima político que evidencia no genera impacto como podría generar la renuncia del Congreso de los otros Penta-involucrados.

 

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