Guillier busca cerrar la polémica con el gran empresariado y defiende reforma tributaria: «creo que el que gana más tiene que pagar más»

El candidato presidencial de la Nueva Mayoría, Alejandro Guillier, admitió que se equivocó  al sostener que se iba a «meter la mano en el bolsillo de los que más tienen» durante un acto de campaña realizado en Concepción, generando la reacción en masa del gran empresariado.

Durante el programa «Candidato llegó tu hora» de TVN, el presidenciable oficialista insistió en que los que ganan más deben pagar más impuestos.

En este sentido, Guillier señaló que «fue desafortunada la expresión meterle la mano», aunque comparó la situación que viven los empresarios respecto de la clase media: «a diferencia de la clase media que vive de su profesión como empleado en una empresa, que le descuentan todo, cuando uno es empresario tiene beneficios tributarios».

«Yo creo que el que gana más tiene que pagar más», recalcó el candidato presidencial y actual senador por Antofagasta.

Además, Guillier defendió la reforma tributaria del gobierno de Michelle Bachelet, señalando que con ello se está financiando la reforma educacional: «la reforma a la educación se está pagando con la reforma tributaria y el 0,1 por ciento de los chilenos está pagando el grueso de los nuevos ingresos que han surgido para el financiamiento», y aprovechó a criticar la propuesta de Sebastián Piñera al respecto, señalando que «al echar atrás esa reforma tributaria, porque Piñera lo ha dicho, se deja sin financiamiento la gratuidad para los jóvenes».

«En Chile, la clase media y los pequeños y medianos empresarios pymes son los que se echan al hombro el fondo de la estructura tributaria, porque existen demasiados mecanismos en las grandes empresas y eso se acotó cuando se hizo la reforma tributaria», sostuvo el candidato.

Respecto de la denuncia de Sebastián Piñera sobre supuestos «votos marcados» sostuvo que  «no tiene ninguna racionalidad, porque nunca en la historia nuestra se había objetado el sistema electoral», recalcando que «lo cierto es que nadie puede decir que en Chile el sistema no es genuino».