Gustavo Ruz: Lo que Bachelet propone no garantiza una Reforma profunda

El candidato presidencial y representante del Movimiento por la Asamblea Constituyente, Gustavo Ruz, criticó tajantemente las declaraciones de la candidata presidencial, Michelle Bachelet, quien declaró apoyar una cambio constitucional sólo por la vía institucional.

El candidato presidencial del Movimiento por una Asamblea Constituyente, Gustavo Ruz, declaró que lo señalado por la candidata del Pacto Nueva Mayoría “no garantiza que habrá una reforma profunda».

Ante la propuesta de Bachelet de doblar la votación parlamentaria para vencer el binominal, Ruz declaró que «la idea del doblaje es una ilusión inviable y ella y su equipo lo saben, pues, aunque logren doblar en algunos distritos, un gran porcentaje de los parlamentarios concertacionistas son férreos defensores del sistema heredado por la dictadura y trabajan subordinados a las corporaciones trasnacionales para legislar e institucionalizar cada vez más sus privilegios»

Asimismo, el representante del Movimiento por una Asamblea Constituyente indicó que la posibilidad de realizar un cambio constitucional de manera democrática y que todos los chilenos sean partícipes están «más allá de las elecciones del 17 de noviembre, pues las decisiones políticas importantes, tales como: el sistema de previsión social, de salud, tributario, el uso de recursos naturales, todos los temas estratégicos, están determinados desde Wall Street, el FMI y las oficinas de los grandes grupos económicos mundiales».

Junto con ello, para el candidato independiente, la propuesta de Bachelet es una más, tales como la de Edmundo Pérez Yoma, Patricio Walker o Carlos Larraín, ya que es «un intento común entre Alianza y Nueva Mayoría, para bajarle el perfil a la idea de Asamblea Constituyente, ya instalada como demanda mayoritaria de los movimientos sociales».

Por ello, para Gustavo Ruz el mecanismo que se está utilizando es sólo una fórmula de amedrentamiento, ya que «no es lo mismo hacer una nueva constitución de manera democrática y con la participación del pueblo, en tanto poder constituyente originario. Que hacerla entre cuatro paredes como lo hizo la Junta Militar en 1980. Con ello, se estaría cometiendo la misma inmoralidad que cometió Pinochet».

Finalmente el coordinador del Movimiento Constituyente señaló que «el 17 de noviembre no se decidirán los destinos de Chile y de la Asamblea Constituyente, sino que pase lo que pase seguiremos siendo la única demanda que unifica a la mayoría de las chilenas y chilenos hasta su realización».

El Ciudadano