Jazmín Aguilar es la gran sorpresa que remece la carrera senatorial en Valparaíso

"Mi fuerza no está en una cúpula, sino en cada caleta, en cada valle y en cada actor social y político de la región que ha entendido que es hora de un cambio profundo," afirmó Aguilar a El Ciudadano en Valparaíso.

Jazmín Aguilar es la gran sorpresa que remece la carrera senatorial en Valparaíso

Autor: El Ciudadano
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El panorama senatorial en Valparaíso ha explotado. En medio de la rutina de los nombres tradicionales, emerge una candidata que no solo desafía las encuestas, sino que redefine el juego político regional: Jazmín Aguilar Ortiz, del Partido Radical, se alza como el fenómeno electoral que capitaliza el descontento y atrae los focos del país.

Su profundo conocimiento técnico y social se ha convertido en la llave maestra del descontento. Aguilar irrumpe con la fuerza de quien no le debe nada a nadie, probando que la capacidad y la empatía barren con el lastre del apellido y la política de favores.

El Músculo: Un Mosaico de Alianzas «De Cordillera a Mar»

El verdadero músculo de la candidatura de Aguilar es el amplio respaldo que ha logrado articular. La estrategia «de Cordillera a Mar» ha cimentado alianzas primero ciudadanas, sumando a pescadores, agricultores, dirigentes, organizaciones sociales, y de manera crucial, a los trabajadores del patrimonio, el turismo y la cultura de toda la región. Este apoyo de base se complementa con alianzas políticas sólidas que le dan viabilidad.

«Mi fuerza no está en una cúpula, sino en cada caleta, en cada valle y en cada actor social y político de la región que ha entendido que es hora de un cambio profundo,» afirmó Aguilar a El Ciudadano en Valparaíso.

La Agenda Inquebrantable: Declaración de Guerra al Centralismo

En esta contundente entrevista, Aguilar desnudó una agenda inquebrantable que es una declaración de guerra al centralismo y la desigualdad, probando que su plan va más allá de las consignas.

Su visión es la de una Región de Valparaíso que se autogestiona. Aguilar promete «romper con la inercia del abandono» impulsando el Royalty Portuario, un mecanismo clave para financiar la reconversión y la seguridad laboral de los trabajadores. Además, su compromiso con la descentralización es innegociable: propone la creación de Nodos Logísticos que conecten directamente al agricultor con el puerto, reactivando la economía desde sus raíces.

Pero la agenda es, ante todo, humana. Desde su pericia como psicóloga y profesora, la candidata se hace cargo de la deuda social urgente. 

«La salud mental ya no puede ser un asunto de ricos; será una política de Estado», enfatizó Aguilar, señalando su foco en la Salud Mental Sin Espera. 

Su compromiso se extiende a las familias, garantizando un compromiso legislativo para las Infancias TEA, asegurando los recursos y la dignidad que merecen los niños, niñas y adolescentes con Trastorno del Espectro Autista.

Sus credenciales no son solo títulos, son su trinchera: Aguilar no solo promete, ha trabajado en el barro. Es psicóloga, profesora, experta en inclusión laboral y una reconocida intérprete en lengua de señas de la Teletón, lo que le otorga una voz técnica y moral que nadie puede ignorar.

Su mensaje es simple y demoledor:

«Nosotros no venimos a competir, venimos a transformar Valparaíso. El Senado debe dejar de ser una oficina en Santiago y convertirse en un motor de cambio regional. Mi bandera es la de quienes exigen que el Congreso abra los ojos y legisle desde la verdad del territorio,» sentenció Aguilar.

El ascenso de Jazmín Aguilar es la prueba de fuego para el establishment. Con la fuerza de la ciudadanía organizada y el apoyo político necesario, ha pasado de ser una referente social a desbancar figuras históricas, asegurando un escaño que llevará una agenda técnica, social y profundamente regionalista al centro del debate. El tablero se ha dado vuelta: el factor Aguilar es imparable.


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