La ofensiva contrareformista de Zaldívar y Walker

Durante los últimos días hemos sido testigos de diversas declaraciones por parte de los senadores de la DC Ignacio Walker y Andrés Zaldívar poniendo en duda uno de los principales ejes programáticos del gobierno de la presidenta Michelle Bachelet y el gobierno de la Nueva Mayoría: la meta de alcanzar la gratuidad universal en educación superior al 2020. Pero estos embates contra el programa no son nuevos, ni se circunscriben sólo al último tiempo.

Por Director

12/07/2015

Publicado en

Chile / Política / Portada

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conspirando

 

 

El senador Ignacio Walker indicó esta semana que llegar a la gratuidad universal en 2020, “es una cuestión que tiene una serie de complejidades tanto conceptuales como financieras” y que además es una medida “sin consulta a los partidos”. Al parecer, el senador Ignacio Walker no participó de las decenas de jornadas de discusión programática, donde asistieron tanto partidos políticos, como actores de la Sociedad Civil, en donde de forma participativa se construyó el programa de gobierno.

 

Por su parte, el senador Andrés Zaldívar ha dicho que hoy lo principal es cumplir con la disciplina fiscal, ya que sin ella “este país puede irse por un tobogán (…) en ese sentido soy estrictísimo: si las platas alcanzan, se hace. Si no alcanzan, no se puede hacer”. Queda claro que el senador DC es estricto para recortar y reticente para recaudar. Zaldívar, sí, el mismo que fuese ministro de Hacienda del presidente Frei Montalva a los 27 años, y que el año pasado fue parte del selecto grupo de personas que confeccionó el protocolo de acuerdo para la Reforma Tributaria, en el episodio que fuese conocido por la ciudadanía como la “cocina”.

 

Recordemos que fue en esa misma “cocina” donde “se guisó” el artículo transitorio de la Reforma Tributaria donde se autorizó a las empresas que habían iniciado el proceso de fusión bajo la antigua ley, llamado goodwill, puedan terminarlo antes del 31 de diciembre de 2015, permitiendo que la AFP Cuprum eluda $80 mil millones y que AFP Provida eluda 183 mil millones de pesos. De hecho, son 33 sociedades en total, las que han presentado al SII sus declaraciones juradas anunciando que fusionarán sus sociedades para usar este mecanismo antes de su limitación este año. Al parecer el senador Zaldívar no pensó que esos miles de millones pudieron haberse usado en la Reforma Educacional, al parecer ahí no pensó en la disciplina fiscal.

 

En lo que va de gobierno, el senador Andrés Zaldívar nos ha deleitado con frases célebres contra reforma, entre las que podemos encontrar: “Las reformas no se imponen a machete” (Radio Cooperativa, 10 de julio 2014), “Ciertos acuerdos no pueden hacerse de cara a la opinión pública” (senador Zaldívar en pleno proceso de “cocina”, 14 de julio 2014).

 

Pero es en las últimas semanas donde los senadores de la DC han hecho suyo de forma más explícita el discurso de la Sofofa y la CPC, para fundamentar en el proceso de reformas la baja del crecimiento económico, en una tesis de disciplina fiscal autoimpuesta a costa del programa haciendo creer a la ciudadanía que son las reformas las culpables de la baja del crecimiento y que por tanto tienen que ellos pagar el costo de una economía afectada por factores externos.

 

Si no contenemos esta ofensiva conservadora, que busca frenar las promesas de campaña, la abstención y el populismo serán los actores principales en las próximas elecciones municipales, parlamentarias y presidenciales.

 

Esta ofensiva contra los cambios institucionales, se asemeja a lo que ocurre hoy en diversos países en Latinoamérica, como Ecuador, Brasil o Venezuela y se ve expresado en diversas ofensivas contrareformistas, económicas y políticas, con el fin de generar incertidumbre y confusión en las personas para impedir el avance de las reformas, los procesos de cambio y politización social. La diferencia es que en Chile esta ofensiva contra el cumplimiento de las promesas presidenciales, expresadas en el programa de gobierno, proviene desde el interior del propio oficialismo.

 

No es que los senadores Zaldívar y Walker vislumbren una alianza con la centro-derecha. Pero hay que reconocer que a la DC no le ha ido bien en el pacto de centro izquierda. Recordemos que en 1990 la DC tenía 15 senadores, 38 diputados y el 31,67% del electorado. Hoy en cambio, tienen 7 Senadores, 21 diputados y sólo el 19% de los votos. A eso se le suma 18 años sin poder llegar a La Moneda.

 

Ha llegado la hora de la verdad para el programa de gobierno de la presidenta Bachelet y para la Nueva Mayoría. No habrá una segunda oportunidad para esta coalición de gobierno, cuyo elemento fundante es el programa de reformas y no los deseos de un partido, cualquiera sea este, de las intenciones de un pre candidato presidencial o de un veterano Senador.

 

Lo planteado por los senadores Ignacio Walker y Andrés Zaldívar, no son matices programáticos, sino que son diferencias de forma y de fondo, que son leídas por la ciudadanía como ataques al programa de gobierno. Creo que así como en otras ocasiones se ha pedido aclarar las opiniones de senadores respecto de sus partidos, la DC debería aclarar a su debido tiempo sus intenciones, antes que sea tarde y la desconfianza se instale.

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