Las dudas que se presentan para implementar la Reforma Laboral

Un año y ocho meses fue el tiempo que le costó al gobierno el poder aprobar en el Congreso su proyecto de Reforma Laboral, que fue promulgado en agosto del año 2016 y que durante su tramitación generó una serie de tensiones al interior de la Nueva Mayoría, lo que fue aprovechado por la derecha para bloquear el proyecto. Finalmente, elementos como la titularidad sindical, que era considerado como «el corazón del proyecto» o la situación en la que quedan los llamados grupos negociadores, fueron vetados por el gobierno tras ser declarados como inconstitucionales por el Tribunal Constitucional, la tercera cámara inventada por la derecha para obtener sus objetivos.

De todas formas el proyecto venía con problemas de origen. El no incluir la negociación por rama, una de las demandas más sentidas de los trabajadores, ya generaba resquemores de la profundidad de la iniciativa; junto con eso que desde La Moneda no dieran señales de convencimiento respecto de la titularidad sindical fue otro de los elementos críticos durante el desarrollo del debate legislativo.

Entonces a cuatro meses de su promulgación y a cuatro de su implementación, a pesar de la serie de directrices emanadas de la Dirección del Trabajo, son más dudas que certezas las que aparecen en el horizonte de los trabajadores en relación al Código del Trabajo

En este sentido, el economista e investigador de la Fundación Sol, Gonzalo Durán, señala a El Ciudadano que «Yo creo que va a ser un proceso bastante complejo, sobre todo en relación a la implementación de los servicios mínimos. Recordemos que la Reforma Laboral pone fin al reemplazo con letra chica porque crea los servicios mínimos de inmediato, lo que significa que los sindicatos deberán proveer de servicios de emergencia para que la empresa siga operando».

«Hay muchas dudas con respecto a como se determinarán los servicios mínimos y lo más probable es que esto termine en los tribunales, entonces ahí tenemos un desafío que es mayor y que se viene venir» agrega Durán.

Mientras que el vicepresidente de la CUT, Nolberto Díaz, sostiene que la implementación de la Reforma Laboral permitirá dar cuenta de los vacíos que tiene y de la necesidad de hacerse cargo de ellos. De esta forma declara a este medio que «esta reforma tiene que dar una batalla en la práctica y para eso están los dictámenes que está sacando la Dirección del Trabajo. Vemos que habrá dificultades en los puntos que tocan las resoluciones del TC, allí donde la derecha coludida con Tribunal Constitucional negaron la titularidad sindical, eliminaron la extensión sindical por área de servicio».

«Nosotros esperamos que la letra chica que ha acompañado la definición del reconocimiento legal del derecho a huelga y el fin del reemplazo en la practica no funcione y lo que tengamos en la practica tengamos una ley que ponga fin al reemplazo que ha hecho tanto daño al movimiento sindical» destaca  Díaz.

Un elemento importante de la nueva etapa de la relación empleador y trabajador tiene relación como se llevarán a cabo los procesos de negociación colectiva y el derecho a huelga de los empleados en caso de no llegar a acuerdo. La letra chica que lleva la ley en este punto sólo genera duras.

En este punto Durán sostiene que «La negociación colectiva debe entenderse como un proceso en el cual los actores de la producción deben determinar sus condiciones de trabajo y en ese sentido trabajadores y empresarios midiendo sus fuerzas. Si incorporas la presencia del Estado corremos el riesgo que ante un estado neoliberal vaya a favorecer los intereses del empresariado. Ahí tenemos algo que no es del todo favorable a los trabajadores».

Y además agrega que «cabe recordar que la Reforma Laboral  incorporó el denominado «daño moral» que quiere decir que frente a una huelga los empresarios podrían acudir a los tribunales acusando a los huelguistas de daño moral. El que puede ser que aparezca un afiche o rayado donde diga «tal por cual del gerente suelta las lucas» y eso puede significar que los dirigentes sindicales sean acusados en tribunales de violencia o daño moral».

En tanto, el dirigente de la CUT sostiene que, en esta materia, queda en vista la actitud del empresariado, el que busca por todos los medios busca adelantar las negociaciones colectivas e imponer sus condiciones antes del uno de abril. De esta forma sostiene que «A nosotros nos parece sospechoso el apuro de los empresarios de negociar antes del primero de abril, y en todas aquellas ha actuado con mano dura aplastando al movimiento sindical. Tengo la esperanza que después del primero de abril la cosa cambie».

Reglón seguido el investigador de la Fundación Sol sostiene que «Hay varias cosas que hay por verse, en la mayoría de los puntos quedaron cabos sueltos durante la discusión legislastiva. El empresariado seguirá insistiendo ya no por la vía de la negociación en el parlamento sino que de trabarlo en los tribunales».

Para Nolberto Díaz el escenario que se abre a partir del primero de abril es el del choque permanente de los trabajadores con el empresariado ya que «Esta es una ley que terminará de tramitarse en la realidad. Esperamos que las cosas se cambien a través de los tribunales de justicia, que van mucho más adelante que el parlamento».

Mientras que al finalizar, Gonzalo Durán recalca que «producto de la reforma, producto que se mantienen los elementos filosóficos del plan laboral hoy los trabajadores van a estar peor de lo que estaban antes de la reforma laboral y eso es mucho decir. Los trabajadores tendrán condiciones más adversas».

José Robredo H. 

@joserobredo 

El Ciudadano