Las dudas sobre el nuevo jefe de Gabinete: «Mario Fernández demuestra la debilidad del gobierno»

A cuatro días de la renuncia de Jorge Burgos (DC) como ministro del Interior y el nombramiento del ex embajador en Uruguay, Mario Fernández, como nuevo jefe del Gabinete de Michelle Bachelet, las aguas se mantienen muy movidas para el gobierno dada la serie de interpretaciones del cambio y, al mismo tiempo, por las presiones para realizar un ajuste de mayores proporciones en el corto plazo.

Ernesto Águila, investigador del Instituto Igualdad – ligado al PS – y académico de la Universidad de Chile, al ser consultado por El Ciudadano, sostiene que el cambio sostiene el perfil de Burgos y agrega que «en apariencia el cambio de Fernández por Burgos no significa algo muy diferente a lo que ya teníamos, porque ambos pertenecen al ala conservadora de la DC y tienen visiones comunes en los temas valóricos».

En palabras del cientista político y académico de la Universidad Academia Humanismo Cristiano Rodrigo Gangas,  la salida de Burgos responde a la «incapacidad que tuvo de gestionar al interior del gobierno una agenda propia o la de un ala de un sector de la DC, y eso significó tener importantes desencuentros con la Mandataria que terminan con su renuncia»

En este sentido, el peso específico de Fernández para alinear a un equipo político que cada día da muestras de menores coincidencias y a la vez de disciplinar, aunque sea algo tarde ya, a la Nueva Mayoría, genera grandes dudas considerando su historial en los anteriores de gobiernos de Aylwin, Frei y Lagos, junto con sus características personales que colindan con el bajo perfil y una capacidad de liderazgo menor a la de su antecesor.

Águila señala que una de las posibilidades de que la gestión de Mario Fernández resulte positiva tendrá que ver con el nivel de fiato que logré establecer con la presidenta Bachelet y explica que «en política importa el talante de los políticos. En este caso, Fernández será más disciplinado al liderazgo presidencial que Burgos; entonces Fernández será una pieza que genere más orden al interior del gobierno  que la que generaba Burgos, que terminó siendo el representante de los conflictos de la coalición de gobierno».

{destacado-1}

«Yo creo que los ministros del Interior han cometido un error en la manera de relacionarse con el liderazgo de la Presidenta. Vale decir querer ser empoderado por la presidenta Bachelet, cosa que con ella no funciona… más bien los ministros tienen que generar un liderazgo propio» agrega Águila.

En este punto, Rodrigo Gangas pone un contrapunto pues cree que «Fernández es una figura política poco relevante en el contexto de lo que debe ser un ministro del Interior; no es un peso pesado, lo que demuestra la lejanía de sectores importantes de la Nueva Mayoría respecto del gobierno y sobre todo de la DC».

«Se quiere mantener la línea conservadora de Burgos en el gobierno, pero sus características personales no corresponden a las lógicas que tiene el programa de gobierno, lo que demuestra una debilidad del gobierno para armar un equipo potente  y Fernández era lo que había», agrega Gangas.

A pesar de las dudas respecto a su liderazgo y su posición frente a la Presidenta, el investigador del Instituto Igualdad cree respecto de Fernández que «el personaje tiene ciertas características que pueden permitir mayor ordenamiento programático del gobierno».

Sin embargo, Gangas mantiene su mirada crítptica respecto del rol de Fernández en el gobierno y arremete señalando que «Fernández demuestra la debilidad del gobierno, porque no tiene el peso específico para liderar el equipo político».

Ajuste Ministerial ¿Eyzaguirre, la nueva cabeza de turco?

Tras la salida de Burgos del gabinete, que en primera instancia adujo cansancio para luego especificar que era físico y que prefería el formato de la Concertación al de la Nueva Mayoría, se comenzó de inmediato a plantear la idea de implementar un ajuste en mayor profundidad que enfrente los últimos meses de la administración de Bachelet.

Las bancadas de diputados de la DC y PS iniciaron la presión mediática poniendo el nombre del ministro Secretario General de la Presidencia, Nicolás Eyzaguirre, en el primer lugar de la lista de miembros del gabinete que debieran salir. Su particular estilo de relacionarse con los parlamentarios y el desorden en la agenda legislativa son los principales argumentos para pedir su cabeza.

En este sentido Rodrigo Gangas sostiene que uno de los grandes problemas del gobierno es la debilidad permanente del gabinete y que se refleja en que «la presidenta es el primer fusible que se quema y los ministros hacen su trabajo de forma muy lejana a la figura presidencial».

{destacado-2}

Y agrega respecto de la figura de Eyzaguirre: «A esta altura del partido pareciera ser que Eyzaguirre es el más leal de los leales».

En tanto, Águila sostiene que cualquier cambio en el gabinete tendrá relación con el nivel de cercanía que logren Bachelet y su nuevo ministro del Interior, haciendo hincapié en que «si logra una buena sintonía entre Bachelet y Fernández no sería descartable que venga un cambio de gabinete que ordene el comité político y el resto del gabinete en función de esta dupla».

Al mismo tiempo, se alinea con la tesis parlamentaria respecto de los parlamentarios de la Nueva Mayoría señalando que «lo que se le critica principalmente a Eyzaguirre es el desorden de la agenda legislativa y la disciplina de los parlamentarios en torno a esa agenda, que es la principal tarea de este ministro».

Finalmente, Águila agrega un punto a considerar a la hora de evaluar cualquier posibilidad de salida de Eyzaguirre del gabinete: «Es muy difícil imaginarse al ministro Eyzaguirre subordinado al ministro del Interior. No habría que descartar que pueda estar pendiente un cambio de gabinete profundo».

El Factor Aleuy

Desde que ingresó al gobierno como subsecretario del Interior se tenía claro que sus principales tareas era fortalecer el discurso presidencial al interior del equipo político y el gabinete. De hecho han pasado dos ministros del Interior y el silente, pero efectivo subsecretario, se mantiene en su cargo sin que nadie sostenga en lo mínimo la posibilidad de que pueda salir.

«Creo que Aleuy siempre ha tenido una sintonía especial con la presidenta  y eso no se ha debilitado. Él en algún momento hizo alianza con Burgos pero se bifurcó cuando se puso contestario al liderazgo de Bachelet», sostiene Águila al ser consultado respecto del rol de este militante socialista, miembro de la tendencia «Nueva Izquierda» que agrupa a personajes como la propia presidenta Bachelet, Camilo Escalona, Ana Lya Uriarte (jefa de gabinete de Bachelet) o Patricia Silva (subsecretaria de la Presidencia).

{destacado-3}

«Han pasado dos ministros del Interior y Aleuy sigue incólume. Él es el sostén de la presidencia, es su bastión en el ministerio del Interior» sostiene Gangas respecto de la figura de Aleuy en el ministerio del Interior.

De esta forma, y gracias a la historia política que comparten, en palabras de Ernesto Águila el subsecretario Águila mantiene el margen para seguir en el cargo y operando tal como hasta ahora.

«Bachelet busca en sus colaboradores lealtad absoluta y una capacidad de gestión. Esolo encuentra en Aleuy y su poder no ha disminuido.El ya es un factor por su cercanía con la Presidenta y es a los pocos que escucha, junto con Pedro Güell y Ana Lya Uriarte, por ende seguirá siendo importante».

Finalmente, Gangas sostiene al respecto de la importancia del subsecretario en la acción del equipo político se debe a que «coloca la pelota en el piso respecto de las capacidades o agendas que puedan tener los ministros del Interior».