Respondió a las amenazas

Moncada: Pence comete un crimen y viola cartas de la OEA y la ONU

Al embajador venezolano no se le permitió participar en la sesión de la OEA en la que el vicepresidente estadounidense volvió a amenazar a Caracas y a pedir nuevas sanciones

Por Chevige González Marcó

07/05/2018

Publicado en

Política / Venezuela

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El embajador venezolano ante la Organización de Estados Americanos (OEA), Samuel Moncada rechazó las declaraciones emitidas el día de hoy por el vicepresidente estadounidense Mike Pence, quien ante el organismo regional anunció más sanciones contra Caracas y descalificó el proceso electoral que se vive en la nación sudamericana.

«No aceptamos a EE.UU. como tribunal ni autoridad de nada. Somos libres», señaló Moncada. Al tiempo que recordó que Wahington»viene amenazando a toda la región, extorsionando y cohersionando a toda la región».

El diplomático recordó que en el artículo 20 de la carta de la OEA prohíbe todas las medidas cohersitivas contra los Estados miembros y destacó que no es posible «permitir que vengan a agredirnos nadie, desde ningún lugar, mucho menos el vicepresidente de un imperio racista que lo ha probado con toda la región«. Advirtió que el propósito de Pence es detener las elecciones del 20 de mayo en mayo en Venezuela.

Moncada dijo que la intervención de Pence significa «un día triste para América, pero de dignidad para Venezuela». Denunció que durante la sesión no se le permitió defender la posición de Caracas ante el discurso injerencista del vicepresidente estadounidense. “El vicepresidente Pence cometió un crimen internacional, violando la carta de la OEA y la ONU, y la gente lo aplaude”, advirtió.

 

Trump denigra de la región

Asimismo, reiteró que el mandatario estadounidense Donald Trump se ha expresado en términos denigrantes sobre algunos Estados miembros de la OEA y los ha amenazado con revocar el programa Estatus de Protección Temporal (TPS, por su sigla en inglés).

«El programa TPS se lo quitaron ya a centenares de Miles de familias de El Salvador, de Honduras, de Nicaragua, de Haití (…) 800.000 latinoamericanos van a ser expulsados de este país y este presidente dice que se preocupa por la región».

 

 

 

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