Un Congreso de mujeres trabajadoras rurales e indígenas culminó en la capital paraguaya, Asunción y su declaración final, divulgada este martes, reivindicó el socialismo como horizonte al que aspiran llegar junto con la clase trabajadora y explotada.
El evento, al cual asistieron 600 delegadas de todo el país, reunió a mujeres de los pueblos originarios Mbyá Guaraní, Avá Guaraní, Toba Qom, Ayoreo, Enxet, Enlhet Norte, Guaraní Occidental, Guaraní Ñandéva y Pa’i Tavyterã; así como campesinas de todas las edades.
El Congreso llamó a construir el poder popular acumulando fuerzas al fragor de las luchas cotidianas por la igualdad y resaltó que sin la participación femenina no hay socialismo pues las mujeres son protagonistas de sus propias historias y de las del país.
El documento aprobado por la reunión denunció que las mujeres del sector popular son las víctimas más vulnerables del sistema capitalista y patriarcal, el cual roba sus territorios y semillas, utiliza sus cuerpos como mercancía y viola su derecho a una vida digna y sin violencia.
El Congreso también respaldó a las poblaciones de las riberas del Río Paraná a las que, señalaron, les quieren arrebatar las tierras que hicieron habitables con sus manos, su sangre y sus esperanzas.
Paralelamente, se solidarizaron con los asentamientos campesinos que sufren envenenamiento criminal por los agrotóxicos y con las comunidades indígenas amenazadas de exterminio en sus propios territorios.
Finalmente, llamaron a la unidad de todos los sectores para la construcción del Congreso Democrático del Pueblo como herramienta de lucha con antecedentes de victoria y rechazaron la privatizadora Ley de Alianza Público-Privada impulsada por el gobierno.