Los diputados socialistas, Daniel Manouchehri y Daniella Cicardini, exigieron a la Fiscalía que proceda a investigar el pago de $1,7 millones que habría recibido el parlamentario republicano. Cristián Araya como parte de una operación política destinada a dañar su imagen pública.
Un reportaje publicado el miércoles por CIPER Chile reveló una escucha telefónica del OS-7 en la que el conservador de Bienes Raíces de Puente Alto y figura clave en la arista “Muñeca Bielorrusa”, Sergio Yáber, asegura haber entregado dicha suma a Araya.
Según la investigación, el dinero estaría asociado a acciones destinadas a perjudicar a Manouchehri y Cicardini, y aparece en el mismo entramado de influencias que rodeó la defensa del exministro de la Corte de Apelaciones de Santiago, Antonio Ulloa, recientemente acusado constitucionalmente por su vínculo con la red liderada por el abogado Luis Hermosilla, imputado por delitos tributarios, soborno y lavado de activos en el marco del «Caso Audios» y quien mantenía una red de influencia con importantes actores del mundo político, judicial y empresarial de nuestro país, que incluye presiones, tráfico de influencias y posibles pagos por gestiones judiciales.
En ese marco, Manouchehri y Cicardini, autores de la acusación contra Ulloa y querellantes en la causa contra Hermosilla, indicaron que los antecedentes del reportaje confirman la existencia de un “operativo político” dirigido a desprestigiarlos en plena ofensiva anticorrupción.
La investigación se basó en al menos tres llamadas del conservador de Puente Alto, Sergio Yáber, que fueron interceptadas por el OS7 a inicios de octubre,
En uno de los diálogos pinchados, Yáber -investigado en la arista bielorrusa del caso Hermosilla por presunto lavado de dinero -comentó que le había entregado $1,7 millones al diputado republicano Cristián Araya.
En otra conversación, en la que hablaba con su esposa sobre una cita en su casa con el diputado, señaló que en dicho encuentro quería pedirle apoyo para salvar de la acusación constitucional al ahora exjuez Antonio Ulloa.
“Va a ir, estamos en campaña, pero hace rato que yo me había comprometido (…). Pero, no va por eso, lo cité porque necesito amarrarlo con el tema de nuestro amigo [Ulloa], pa’ que la bancada se ponga”, dijo a su esposa.
Según reveló el medio citado el traspaso del dinero se habría realizado después de un almuerzo entre Yáber y Ulloa en el restaurante Lumière Bistró.
La tercera llamada interceptada sacó a la luz que Araya le había enviado antecedentes por WhatsApp a Yáber sobre el diputado socialista Daniel Manouchehri, uno de los impulsores de la acusación contra Ulloa, y que él se los entregaría al entonces magistrado para que generara “un golpe de prensa”.
Asimismo, en las conversaciones salió a relucir el nombre de la también diputada socialista Daniella Cicardini y de presuntos antecedentes para perjudicarla.
El reportaje destacó que parlamentario Cristián Araya es hermano de Carolina Araya, jefa de gabinete de José Antonio Kast y una de sus más cercanas asesoras desde que el candidato republicano empezó su carrera por la Presidencia de la República.

«Nosotros no le tenemos miedo a nadie de esta mafia”
Tras conocerse el contenido de las llamadas interceptadas por el OS7 los diputados Manouchehri y Cicardini indicaron que la Fiscalía debe investigar el dinero entregado por Yáber a Araya.
“Como una rata de alcantarilla, el diputado Cristian Araya habría entregado información a una red de corrupción para difamarnos a la diputada Cicardini y a mí. En la escucha telefónica, Yáber dice que le pasaron $1.7 millones a Araya. La hermana de Araya es la mano derecha de José Antonio Kast. ¿Sabía de esto el candidato presidencial Kast?”, señaló Manouchehri.
“Si un miembro de esta trama afirma haber entregado $1.700.000 a un diputado, la Fiscalía debe investigarlo ahora. ¿Era un pago por la información que estaba entregando el señor Araya? ¿Era un aporte ilegal a la campaña? ¿Lo sabía Kast, cuyo círculo más cercano aparece mencionado?”, indicó.
También, agregó que “ojalá, esto esté dentro de las donaciones legales de campaña, porque si no estaríamos en presencia de un delito”.
Sobre la filtración de “antecedentes”, con la cual buscaban Yáber y Araya buscaban desacreditarlos ante la prensa, el diputado socialista aseveró que «son actitudes de una verdadera rata de alcantarilla, nosotros no le tenemos miedo a nadie de esta mafia», consignó Bio Bío Chile.
El parlamentario socialista dejó en claro que este tipo de operaciones políticas no los amedrentan tanto a él como a Cicardini en sus acciones contra la corrupción, por lo que anunció que presentarán una denuncia ante la Fiscalía para esclarecer los hechos.
“Quiero decirles desde acá que los vamos a seguir enfrentando, no nos van a intimidar ni hacer retroceder (…) no solo tiene que actuar la comisión de Ética de la Cámara de Diputados, sino la Fiscalía”, manifestó Manouchehri.
Asimismo, calificó el contenido de las conversaciones interceptadas como “extremadamente grave.»
«Aquí no estamos ante un simple antecedente, estamos frente a indicios de una red que opera como mafia dentro de las instituciones. Nosotros no le tenemos miedo a nadie de esta mafia y quiero decirles desde acá que los vamos a seguir enfrentando. No les tenemos miedo, no nos van a intimidar, no nos van a hacer retroceder, porque acá Chile necesita una justicia para la gente honesta», enfatizó.
«Intentaron destruirnos porque incomodábamos demasiado»
Por su parte, la diputada Cicardini sostuvo que las revelaciones confirman que los ataques en su contra no fueron casuales.
“Intentaron destruirnos porque incomodábamos demasiado. Lo que publica CIPER demuestra que estas operaciones no solo tenían origen político, sino que incluso podrían haber movido plata para dañar nuestra imagen. Esto debe investigarse a fondo. Llevaremos el caso a Fiscalía y a la Comisión de Ética. Si esto se confirma, estamos ante un hecho miserable que daña la credibilidad del Congreso y la confianza del país”, afirmó.
También indicó que a Cristián Araya “se le debe investigar por este millón setecientos que se le pagó, para entregar qué antecedentes y qué datos él manejaba, para lograr un solo objetivo: generar daño de imagen al diputado Manouchehri y quien habla”.
“Yo encuentro que este tipo de situaciones son tremendamente lamentables, yo espero que se investigue (…) Si es que esto es así, el diputado Araya es un político miserable que no se merece el respeto de nadie porque es parte de las operaciones políticas que solo le hace daño a nuestro país“, planteó.
Ambos parlamentarios resaltaron que el reportaje de CIPER refuerza la gravedad del sistema de favores judiciales expuesto en el Caso Hermosilla, que incluye escuchas, tráfico de influencias, presiones, favores cruzados y vínculos con el exjuez Ulloa y la arista de la “Muñeca Bielorrusa”.
“Fuimos quienes denunciamos esta red, acusamos a Ulloa y llevamos varias aristas del caso Hermosilla a Fiscalía. Sabemos cómo operan estos tentáculos. Lo dijimos y lo reafirmamos, estas redes operan para proteger a poderosos, instalar mentiras y perseguir a quienes los enfrentan. No retrocederemos”, remarcaron.

