Denuncias por parte de la oposición

Otro revés para Dilma Rousseff  pone en duda la estabilidad democrática en Brasil

“No debo pagar por lo que no hice”, afirmó Rousseff tras enterarse que El Tribunal de Cuentas desaprobó los gastos destinados a programas sociales en 2014 por considerarlos consignados de manera irregular para disimular el déficit fiscal. ¿Cómo continuará el panorama político en Brasil?

“No debo pagar por lo que no hice, no hay nada contra mí”, comentó Dilma Rousseff, visiblemente consternada, cuando supo que el Tribunal de Cuentas, desaprobó sus gastos destinados a planes sociales como “Bolsa Familia” y “Mi Casa, Mi Vida”, ejecutados en 2014 por considerar que fueron consignados de manera irregular para disimular el déficit fiscal, según informa el diario Página 12.

Esto sucedió horas antes a su viaje a Colombia, donde encabezó una reunión extraordinaria junto gabinete donde para tratar de evitar una crisis agudizada esta semana por el mencionado fallo del Tribunal de Cuentas, que puede derivar en un pedido de impeachment (juicio político) en el Congreso . Rousseff también evaluó las traiciones políticas que se dieron con parlamentarios aliados al gobierno.

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El encuentro del ejecutivo brasilero duró más de dos horas en el Palacio del Planalto. En la reunión con 27 ministros del gabinete nuevo al que había apostado para arrebatar la iniciativa política a la oposición, se analizaron distintos pasos a seguir. Siguiendo la orientación de su consejero Luiz Inácio Lula da Silva, Dilma diseñó un equipo con mayor presencia de ministros del Partido Movimiento Democrático Brasileño (PMDB). Pero allí nacen los problemas.

Los representantes del PMDB se comportan según sople el viento: a veces como oficialistas, subordinados a las prioridades fijadas por el Planalto, y otras veces acerca posiciones con el golpista Partido de la Socialdemocracia Brasileña (PSDB), el cual está encabezado por el ex candidato Aécio Neves,  quien fue derrotado por escaso margen en las presidenciales de 2014.

El Tribunal de Cuentas, quien disparó el conflicto que podría desencadenar en una seria crisis democrática, no es lo que parece. Pese a que su nombre suena más importante y perteneciente al Poder Judicial, en realidad se trata de un ente perteneciente al Congreso y está integrado por juristas y ex legisladores que elevan sugerencias al poder legislativo.

“Cualquiera que circule por los pasillos del poder en Brasilia sabe que los fallos del Tribunal de Cuentas responden a las articulaciones partidarias gestadas en el Congreso y no a juzgamientos objetivos e imparciales” señala Darío Pignotti para Página 12.

Este caso se suma, tal como informamos durante el día de ayer en El Ciudadano, a la denuncia del Tribunal Superior Electoral (TSE), cuando éste decidiera por 5 votos a 2 abrir una investigación a la campaña que concluyó con la elección de la presidenta Dilma Rousseff y su vice Michel Temer. Cabe recordar, en ese sentido, que se trata de la primera vez de la historia brasilera que el TSE abre una acción de impugnación de mandato electivo contra un presidente en ejercicio.

La acción judicial fue presentada por el Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB) y se suma a otros tres procesos, también impulsados por ese partido, que se encuentran en manos de la Justicia Electoral. Las cuatro acciones pueden derivar en multas a la campaña o hasta incluso quitar a la presidenta y su vice del poder. Si el tribunal condenara a Dilma y a Temer, su victoria quedaría impugnada.

¿Cómo continuará la vida política y social de Brasil? ¿Podrá el gobierno salir de estas encrucijadas?

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