Latinoamérica

Pepe Mujica: Capitalismo trae injusticia, desigualdad y guerras

El presidente uruguayo José Mujica calificó como muy atrasadas a las burguesías latinoamericanas y advirtió que no les pediría que se conviertan en socialistas, pero sí que sean buenos burgueses.

Por Ángela Barraza

26/02/2015

Publicado en

Latinoamérica / Política

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Mujica

 

“Nuestras burguesías son muy atrasadas, son burguesías capitalistas, pero tienen una mentalidad precapitalista; en todo caso dependiente”, precisó en una entrevista publicada en la edición de ayer del diario mexicano La Jornada.

Asimismo sentenció que el capitalismo está agotado y por tanto debe dar paso al socialismo democrático, según reseñó PL.

Mujica subrayó que el mundo ha vivido las últimas tres centurias bajo el capitalismo, que si bien desarrolló ciencia y tecnología, también por su egoísmo trajo consigo “la injusticia, la desigualdad, las guerras”.

Ahora parece haber dado todo de sí; lo lógico es que el socialismo democrático lo reemplace, pero los tiempos de la historia son largos. Precisó que el capitalismo se desarrolló durante tres siglos sin permitir los mecanismos de democracia política.

Según el presidente uruguayo el proceso de integración resulta un gran desafío para el continente.

“En América del Sur, y en toda América Latina, tenemos un gran desafío por delante. Si no creamos mecanismos que nos vayan integrando, que nos puedan dar una presencia internacional de peso, vamos a continuar como hojas sueltas en el viento”, explicó.

En su opinión, en el mundo “se están organizando gigantescas unidades. China es un Estado plurinacional viejísimo; la India por el estilo. Estados Unidos, con el poder y las necesidades que tiene, con Canadá detrás y México, ese bocado al alcance de la mano, ya está convertido en una unidad. Europa, con todos los problemas que atraviesa, sigue en el proyecto de conformar una gigantesca unidad”.

¿Y qué hacemos nosotros en este mundo, un montón de repúblicas aisladas que vienen corriendo de atrás? Seguimos metidos en el proyecto nacional. En los países determinantes de América Latina, los dirigentes hablan y asumen un discurso integracionista, pero desde el punto de vista práctico, están metidos hasta las orejas en las contradicciones del Estado nacional, insistió.

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