Omisiones y manejo mediático

¿Por que en Chile los medios de comunicación están obsesionados con Venezuela?

En Chile, la prensa no habla de las grandes potencias, ni de los países más cercanos económica y geográficamente. Nada parece importar tanto como el acontecer diario de la nación caribeña.

Por Leonardo Buitrago

17/01/2019

Publicado en

Chile / Medios / Política / Venezuela

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Venezuela es el país que llena las páginas y contenidos en los medios de comunicación chilenos, mientras tanto la agenda de sus naciones vecinas pasa desapercibida, así como también el desarrollo de las tensiones en política internacional.

Para algunos analistas esta situación se debe a  las supuestas  violaciones del gobierno de Nicolás Maduro al sistema democrático  y los derechos humanos.

Pero si así fuese, si de verdad el interés de la prensa fuese meramente altruista y de vocación de denuncia, los titulares de los medios  deberían  destacar el número de palestinos asesinados a manos del ejército Israelí, los líderes sociales asesinados en Colombia o el incremento de los índices de pobreza registrados en Argentina, como  consecuencia de las políticas neoliberales aplicadas por Mauricio Macri.

Venezuela no ocupa la agenda de la prensa  chilena e internacional solamente por la crisis económica que atraviesa. La razón de fondo se presenta en términos de cálculo político-económico.

20 años de agresiones

En los últimos 20 años, esta nación,  bajo el liderazgo del expresidente Hugo Chávez (1999-2013) y luego de Nicolás Maduro (2013- a la fecha)el gobierno venezolano se ha opuesto a los intereses del gobierno de Estados Unidos , que ve en la primera reserva  certificada de petróleo del mundo y la octava de oro, un botín apetecible, que le permitiría asegurar sus planes de crecimiento.

Por décadas Venezuela fue considerada un  país aliado de  Washington , tal y como lo es Chile en la actualidad; los gobernantes servían a los dictámenes de la Casa Blanca y el petróleo estaba bajo el control de una supuesta empresa nacional, que a su vez respondía a las transnacionales norteamericanas y europeas.

La delicada situación que atraviesa esta nación no se originó hace seis años cuando Maduro asumió la presidencia, ni tiene una sola explicación, sin embargo destaca una constante: desde el inicio del proceso revolucionario los ataques políticos y económicos de Washington no han cesado.

La voluntad de Hugo Chávez de enfrentarse al imperialismos fue castigada por las administraciones de Bill Clinton (1993-2001), George Bush (2001-2009) y Barack Obama (2009-2017).

Desarrollo social

No todo ha sido crisis en los últimos 20 años de Venezuela. Chávez y su gobierno lograron emprender un programa de desarrollo social jamás visto en la región, que supo aprovechar el repunte del precio del petróleo, ocasionado en gran medida por el resurgir de la Opep, que él mismo lideró. Los recursos obtenidos se transformaron en inversión social, en educación, salud y vivienda .

Gracias a la denominada política de misiones sociales (gratuitas) en una década  el chavismo logró reducir el índice de pobreza del 49,4% al 27%.

Estos logros jamás abrieron la edición de un noticiero en Chile, tal y como lo hace actualmente la falta de medicamentos o alimentos en Venezuela.

Crisis y guerra económica

La crisis en Venezuela existe y es palpable. Cuando Maduro asumió la presidencia en 2013, el precio del crudo,que por años se mantuvo en un promedio de 100 dólares por barril, bajó estrepitosamente hasta menos de 40 dólares, lo que afectó la entrada de recursos a los países petroleros.

Desde Washington se diseñó y ejecutó una guerra económica a través de sanciones, aislamiento y otras tácticas que rayan en el terrorismo. Se generó un desabastecimiento inducido de los alimentos y artículos de primera necesidad para que la población tuviera que hacer largas colas para poder adquirirlos.

Se impulsó un contrabando de extracción de estos productos hacia Colombia, donde se comercializaban a un valor debajo de los precios de venta de este país.

Asimismo, se propinó desde las casas de cambio de la frontera colombo-venezolana, un ataque sistemático a la moneda oficial, el bolívar, para que perdiera su valor frente al dólar, disparando la inflación a niveles sorprendentes hasta para los propios economistas.

«Existen estudios serios para sostener que ambos fenómenos han sido inducidos desde el exterior. La inflación, ya que se trata de un país donde los precios están fuertemente determinados por el valor de la moneda con relación al sistema cambiario. Y el desabastecimiento, porque es una consecuencia directa del bloqueo decretado por Estados Unidos, ambas políticas que ya se implementaron con éxito en el Chile de la Unidad Popular”,  planteó  Patricio López en su artículo “Ver a Venezuela sin caricaturas”.

Bloqueo a medicinas y alimentos

Aunque los medios de comunicación advierten sobre  la falta de acceso a los alimentos, medicamentos e insumos médicos, parecen olvidar el bloqueo financiero impuesto sobre el gobierno venezolano.

https://www.youtube.com/watch?v=d3NjOUl2_ow

En 2017 desde Caracas se denunció el bloqueo de 1.650 millones de dólares en bonos para el pago de medicamentos y alimentos para el pueblo venezolano por parte de la proveedora de servicios financieros Euroclear.

Sin embargo esta noticia no tuvo la repercusión internacional como los contenidos sensacionalistas que hacen mención a que infantes venezolanos mueren porque su madre no tiene leche para alimentarlos.

Migración real

Mención aparte merece la migración de venezolanos a países latinoamericanos como Colombia, Perú, Ecuador, Argentina y Chile.

En las calles, en los comercios, en las oficinas, escuelas y hospitales chilenos se está haciendo cada vez más común encontrarse a venezolanos que han dejado su tierra por la complicada situación económica.

Sin embargo, esta situación se ha magnificado como parte de una campaña internacional para desprestigiar al gobierno venezolano.

Aunque es noticia mundial que más de 1,1 millones de venezolanos están radicados en Colombia, según la administración de Iván Duque; también es importante señalar que 6 millones de colombianos residen en Venezuela y gozan de los mismos derechos de salud, educación y alimentación que los nacidos en la nación bolivariana.

Legitimidad de Maduro

En El Mercurio, El Dínamo y La Tercera se sigue muy de cerca los acontecimientos políticos de Venezuela. Los contenidos de las últimas semanas se han ceñido a la supuesta ilegitimidad del nuevo mandato presidencial de Maduro para el periodo 2019-2025, y el rechazo de gobiernos del bloque neliberal como el de Chile, Argentina, Perú, Colombia y el resto de los integrantes del llamado Grupo de Lima.

Estos medios hicieron eco de postura de estos gobiernos de derecha  de no reconocer la legitimidad de los comicios de mayo de 2018 en los que el mandatario venezolano resultó reelecto al obtener el 67,7% de los votos.

No obstante, en sus textos no aparecen datos importantes como que en las elecciones participaron 9.387.499 votantes,  que equivalen al 46% del total convocado, y que las mismas fueron acompañadas por más de dos mil observadores internacionales de Asia, Europa, Latinoamérica, el Caribe y el propio Estados Unidos, que  certificaron tanto el proceso como los resultados.

Para el emporio mediático fue relevante que la abstención de los comicios venezolanos fue de 53% , que casualmente fue el mismo porcentaje de los celebrados en 2017 en Chile , que llevaron a Sebastián Piñera a volver al Palacio de la Moneda.

 Escenario político

Mientras los periódicos y portales llenan sus contenidos con hipótesis sobre cuál será el destino de Maduro y cómo saldrá del poder, su visión les impide ver las fortalezas del chavismo y las debilidades de la oposición.

Aunque existe un amplio número de venezolanos dentro y fuera de las fronteras de ese país que rechazan a Maduro y aspiran que salga del gobierno, es cierto también que otro amplio grupo permanece fiel a la revolución bolivariana y sale a votar en cada llamado electoral.

Gracias a esto ha sido posible que el chavismo haya salido victorioso en 23 de 25 comicios celebrados en los últimos veinte años, y que han cumplido con los estándares internacionales.

La oposición que es vista desde afuera como una víctima de un gobierno dictatorial, es un hervidero de intrigas y desunión. Carece de liderazgo y de un proyecto de país que ofrezca alternativas y soluciones a los problemas que aquejan al pueblo venezolano.

Su más reciente ficha es el hasta ahora casi desconocido Juan Guaidó, quien a principios de enero asumió la presidencia de la Asamblea Nacional (AN), que se encuentra en desacato desde 2016.

El diputado y dirigente del partido de ultraderecha Voluntad Popular es el peón dentro del nuevo intento golpista orquestado por la oposición,  Washington y la Organización de Estados Americanos (OEA).

El denominado presidente interino, ante la supuesta ilegitimidad de Maduro, ya comenzó a cobrar interés mediático al protagonizar el pasado domingo un falso positivo, en el que fue “arrestado” por  un grupo de funcionarios del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin),  quienes actuaron de forma unilateral y en un procedimiento irregular que cuenta con los signos de un complot, el cual fue denunciado y condenado por el gobierno venezolano.

https://www.youtube.com/watch?v=d3NjOUl2_ow

El objetivo del falso positivo, captado por un teléfono celular y difundido de inmediato por las redes sociales, tanto en Venezuela como en el exterior, es tratar de reavivar las protestas, acciones violentas y sediciosas de abril y julio de 2017, que dejaron más de 100 muertos, mil heridos y millonarios daños en bienes públicos y privados.

El próximo capítulo de este guión posiblemente tenga lugar el próximo miércoles 23 de enero, fecha a la que está convocando Guaidó  a los seguidores de la oposición para que tomen las calles , bajo la promesa de  instaurar “un gobierno de transición” que llame a nuevas elecciones presidenciales.

Allí una vez más los medios chilenos e internacionales tomarán en cuenta una parte de la realidad, una porción que seguro servirá a los intereses dominantes.

 Sin embargo, “la situación de Venezuela es compleja y no permite reducirla a eslóganes, simplificaciones y prejuicios. «Ni a favor ni en contra”, tal y como planteó Patricio López en su artículo.

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https://www.elciudadano.cl/venezuela/comisario-involucrado-en-falso-positivo-de-guaido-tiene-vinculos-con-la-derecha/01/13/

https://www.elciudadano.cl/venezuela/en-venezuela-los-medios-de-comunicacion-no-tienen-patente-de-corso-para-mentir/06/05/

 

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