Pueblo argentino marcha contra la violencia institucional

Bajo la consigna “los pobres también tenemos derechos”, miles de personas se movilizaron desde el Departamento Central de la Policía Federal en Buenos Aires hasta la sede de la Policía Bonaerense en la ciudad de La Plata en la denominada “Marcha Nacional de la Gorra” para denunciar los hechos de violencia institucional contra los jóvenes pobres y exigir la democratización de las fuerzas de seguridad y la justicia. También hubo actos en las ciudades de Mendoza, Rosario y Córdoba.

Pueblo argentino marcha contra la violencia institucional

Autor: Arturo Ledezma

Violencia-policial-marcha-300x200La jornada de lucha fue motorizada por la reciente aparición del cuerpo sin vida de Luciano Arruga, un joven de barrio humilde desaparecido en enero 2009 luego de haber sido detenido en el destacamento policial de Lomas del Mirador (Buenos Aires).

Numerosas organizaciones sociales y políticas, junto a familiares de víctimas de la violencia policial impulsaron la multitudinaria marcha que desde hace ocho años se realiza en Córdoba para denunciar los casos de gatillo fácil y  apremios ilegales por parte de las fuerzas de seguridad.

Con gorras como las que usan los jóvenes de todo el país, y las consignas “ni un joven menos” y “no somos peligrosos. Estamos en peligro”, reclamaron “el nunca más de la violencia de las fuerzas de seguridad contra los pibes que viven en los barrios pobres”.

Violencia institucional madresDe la marcha participaron la Asociación Madres de Plaza de Mayo, el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), H.I.J.O.S., la Asociación Miguel Bru, la Liga Argentina por los Derechos del Hombre, Ctera, Suteba, CTA, Movimiento Nacional Campesino Indígena, Tupac Amaru, Juventud Peronista, Movimiento Evita, MPR Quebracho, CTD Aníbal Verón, Movimiento Estudiantil Liberación, entre otras organización. Y estuvieron presentes las madres de varias víctimas de la violencia institucional, entre ellas las de Sebastián Bordón, Mariano Witis, Martín Aranda, Ezequiel Demonty, Jonathan Ezequiel Lezcano y Miguel Bru.

A través de un documento los manifestantes remarcaron que los ataques contra los jóvenes de los barrios pobres “no son casos aislados” ya que “las instituciones policiales legitiman un clima de guerra contra un estereotipo de delincuente y encuentran en la lucha contra el crimen un peligroso discurso que fundamenta su despliegue e intervención territorial constante y creciente en zonas vulnerables” de la Capital Federal y el Gran Buenos Aires. Agregaron que en la actualidad “se presentan escenarios similares en distintos países del continente, con resultados sociales y políticos de alto riesgo para los pueblos”.

En este sentido, las organizaciones denunciaron el incremento de los casos de violencia institucional de la mano de la aplicación de políticas de mano dura, tal como el Plan de Emergencia en Seguridad y la creación de Policías Comunales lanzadas este año por el gobierno provincial de Daniel Scioli.

“No hay registro de la cantidad de casos de abuso policial y los pocos que pudo constatar el Registro Nacional de Casos de Tortura y/o Malos Tratos son 73 (entre diciembre de 2010 y septiembre de 2013)”, señalaron en el texto, y añadieron que “en 62 de los hechos, las víctimas lograron individualizar a 278 victimarios ejerciendo violencia física, lo que da un promedio de más de 4 agentes por hecho”.

Los manifestantes recordaron que Luciano Arruga “era hostigado por la policía de su barrio; su hermana escuchó sus gritos bajo tortura en el Destacamento de Lomas del Mirador y [después] ocultaron su cuerpo durante cinco años y ocho meses”.

La aparición de su cuerpo el pasado 17 de octubre en el cementerio de la Chacarita fue “la gota que rebasa el vaso” y su caso “es símbolo de una problemática social persistente” en todo el país, consideraron las organizaciones.


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