Tras la renuncia de senador Montes a la jefatura de la bancada

¿Qué viene luego de la «rebelión» de los senadores socialistas?

La decisión del parlamentario es otra clara señal de que los puentes entre el gobierno y la Nueva Mayoría son cada vez más débiles, esto gracias a la tendencia del gobierno de negociar con la derecha la agenda legislativa por temor a tener que pasar por el TC. Lo seguro es que el 2017 viene más duro de lo esperado para el gobierno.

Por Jose Robredo

16/12/2016

Publicado en

Chile / Política / Portada

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montes

La decisión del senador Carlos Montes, una de las figuras con mayor ascendencia dentro del PS y reconocido simpatizante de la figura de Ricardo Lagos, de renunciar a la presidencia de la bancada y su presencia en la comisión de Hacienda a desencadenado una nueva crisis al interior del oficialismo.

A través de una carta hizo efectiva su renuncia haciendo duras críticas al actuar del gobierno de Michelle Bacelet, donde destaca que «el estilo del Gobierno es claramente negociar con la derecha, tantearnos a los de la Nueva Mayoría sin mayores consecuencias, cuando hay diversidad, y avanzar sin mayores consideraciones”. Una crítica directa al actuar del ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, durante la tramitación del presupuesto 2017, al negociar los presupuestos para la Gratuidad en educación con la derecha y así evitar pasar, nuevamente, por el Tribunal Constitucional.

“La condición de senador –y de parlamentario en general– no tiene mayor significado en el esquema del equipo político. Normalmente, solo hay instancias formales de discusión. No hay intención genuina de procesar y acoger planteamientos diversos, aunque sea de las bancadas”, recalcaba Montes en su carta de renuncia.

Para el colega y correligionario Alfonso de Urresti, en conversación con este medio, la decisión del senador Montes » busca poner por escrito el cansancio que existe por la sordera selectiva que existe por parte de algunos ministros». Además agrega, que ante el carácter de «rebelión» que se plantea para el actual momento de la relación de La Moneda con el PS, «Esto es una situación meditada por el senador Montes, que siente la desilusión por no tomar en consideración las propuestas presentadas y obviadas en el proceso de discusión presupuestarias».

En tanto para el precandidato presidencial del PS Fernando Atria, la situación es reflejo de la debilidad del gobierno en materia legislativa dado que «la situación del senador Montes tiene que ver con la relación del gobierno con los senadores socialistas y eso apunta a un problema real que se ha notado en la tramitación de la ley de presupuestos. Es evidente la necesidad del gobierno de que la tramitación no esté sujeta al tribunal constitucional y los ha llevado a ceder en demasía a las pretensiones de la derecha».

Coincide con este análisis el cientista político e investigador del Instituto Igualdad -organismo ligado al PS- Ernesto Águila, quien señala que «El gesto del senador Montes hay que tomárselo en serio. Marca un punto de deterioro entre las fuerzas de la Nueva Mayoría y el gobierno, en especial con el equipo político». Reglón seguido señala que «El que se negocie con la derecha para evitar que la glosa de gratuidad termine en el Tribunal Constitucional es entregarse a las logicas de un sistema político don está bloqueada la soberanía popular. Esto es rendirse ante esta lógica y augura un 2017 muy complejo en materia legislativa».

A pesar de las dificultades que proyecte este complejo escenario, el senador De Urresti manifiesta cierta esperanza por el futuro»Esperamos, y creo que allí ha hecho un buen trabajo la ministra Narváez – quién ha estado encima de esta situación-, retomar los puentes y los entendimientos. Reactivación, educación pública y previsión son  tres temas eje y tenemos toda la disposición de apoyo y respaldo para sacarlas».

En palabras del precandidato Atria, la relación del gobierno con el PS no sólo depende de que se mejore la coordinación entre ambos espacios sino que de la voluntad de acercarse al «La pregunta es si hoy están las condiciones para llevar adelante reformas transformadoras. Con la baja aprobación de este gobierno eso se ve difícil, pero eso es parte del problema, de una política que no es capaz de mantener un esfuerzo transformador. Eso es lo que explica la crisis de la política, que hay una demanda transformadora pero que la política institucional no es capaz de satisfacer».

Esto, según Águila, se debe a la impericia del gobierno en su actuar ya que «El gobierno perdió la oportunidad de conformar un bloque coherente para finalizar su gestión, y eso no fue hacer un cambio en el equipo político. Y eso involucraba tener un nuevo horizonte programático, que retomará el discurso transformador que en algún momento tuvo el gobierno. Ese diseño le faltó al Ejecutivo y lo que vivimos hoy son los capítulos de una película conocida».

Respecto de las consecuencias que este hecho puede tener para la Nueva Mayoría, Águila sostiene que esto es un elemento más de la realidad que vive el conglomerado dado que «La Nueva Mayoría es imposible de articular, puesto que hay sectores completamente contradictorio ya que hay sectores antineoliberales y sectores proneoliberal, que incluso se parecen a la derecha. Parte de la oposición a esta administración a estado dentro de la Nueva Mayoría, incluso por momentos liderándola».

José Robredo 

@joserobredo 

El Ciudadano 

 

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