Refichaje de los Partidos Políticos: Hecha la norma, hecha la trampa

Uno de los efectos de la crisis que ha vivido el sistema político en estos últimos años ha sido los esfuerzos de parte de los representantes de la institucionalidad por tratar de lavar en algo la cara de los partidos, quienes son apuntados como los principales articuladores del derrumbe del modelo binominal.

La serie de investigaciones por financiamiento ilegal de campañas políticas, corrupción, pauteo de leyes por parte de grupos económicos a parlamentarios y otra serie de ejemplos, se convirtieron en caldo de cultivo para que el gobierno de Michelle Bachelet intentara reaccionar a través de la convocatoria de la Comisión de Transparencia -más conocida como «Comisión Engel»- que, entre sus propuestas, destacó el refichaje de los partidos políticos que se encontraban legalizados y que eran protagonistas de los escándalos.

¿De qué iba la idea? Simple: los partidos que se encontraban legalizados a la fecha tienen hasta el 14 de abril de 2017 para reinscribir o refichar a sus militantes, inscribir a nuevos adherentes hasta alcanzar el 0,25% de la votación de diputados de la última elección, vale decir 17.500 militantes. Escenario, a primera vista, simple considerando que hay partidos que aparecen con 100 mil firmantes.

Sin embargo, la meta ha sido en extremo compleja de cumplir. Eso, a pesar de la serie de facilidades que se han dado a los partidos tradicionales en desmedro de los partidos emergentes. La desventaja ha levantado las críticas de los partidos de fuera del duopolio, que han solicitado prorrogar los plazos casi como una suplica ante la posibilidad de desaparecer.

Aun no existe un registro claro de la cantidad de militantes nuevos o refichados, dado que los partidos cuentan con la información de las fichas entregadas al Servel pero éste todavía no sabe las que se encuentran validadas.  Sin embargo, los partidos que ya tiene la tarea hecha son la DC, PS y RN; mientras que la UDI, PC, PPD (que tendría cerca de 8 mil inscripciones) y PR (que alcanzaría los 11 mil) se encuentran entre los más complicados.

En medio de este escenario los partidos tradicionales han ocupado toda su maquinaria para ejercer la mayor presión posible al Servicio Electoral para que «flexibilice» los procedimientos para realizar el refichaje. Hasta este martes  los pasos consistían en llenar una ficha de inscripción o reinscripción frente a un testigo de fe (notario) y reficharse a través de la web del Servel ingresando la clave única que se obtiene personalmente en el Registro Civil o Chile Atiende. Tras los lamentos de los partidos, organismo electoral cedió a las presiones y agregó un tercer mecanismo: realizar la inscripción a través de correo electrónico, eliminando la tercera clave.

Uno de los más insistentes en la presión ejercida ha sido ha sido el PPD, colectividad cuyo padrón registra casi 90 mil militantes pero sólo ha podido refichar a casi el 10%.  Su presidente, Gonzalo Navarrete, ha señalado que “la exigencia de la clave única no es ninguna obligación legal, por lo que nosotros vamos a solicitar formalmente al Servel que facilite el sistema de reafiliación con el número de verificación del carnet de identidad, que debería ser suficiente para verificar la autenticidad de la identidad de la persona que se quiere reafiliar. Y si quieren, se puede confirmar con un correo electrónico”.

Respecto de esta medida el presidente del Consejo Directivo del Servel, Patricio Santamaría, señaló que «se acordó implementar una nueva formula de refichaje, sin el uso de la clave única que ha generado algún problema. En lo sucesivo cualquier persona puede enviar un mail con la copia escaneada de la cédula de identidad y nosotros recibiremos la información y se ratificará el refichaje. Esto será una reafiliación por correo«.

Como reza el dicho «en el camino se arregla la carga».

«Reflejo de la crisis política»

Mientras los partidos tradicionales no han asumido su responsabilidad en el alto nivel de desafección de la ciudadanía con la política, y sólo buscan excusas burocráticas para justificar las dificultades en el proceso de reinscripción, existen actores que sostienen que este proceso más es otro botón de muestra, tal como fueron las pasadas elecciones municipales, para dar cuenta de lo profundo del quiebre de la política tradicional y la ciudadanía.

Al respecto el presidente del Consejo del Servel señala a El Ciudadano que «hay que tener presente que la situación actual de lo que se vive. Si ponemos la atención de lo engorrosos de los procedimiento y no consideramos la desafección ciudadana, estamos errando en el análisis«.

«Desde mi punto de vista personal, hay que tener la necesidad de partidos políticos serios y sobre esa base adoptar los acuerdos. En momentos de desafección de la política más que los plazos es ver si se cumplen los objetivos para tener una democracia sana», dice Santamaría.

Mientras, el analista y académico Ernesto Águila señala a este medio que «hay una situación de desprestigio del sistema de representación política y eso ha dificultado el cumplimiento del requisito para que los partidos sinceraran los padrones«. Al mismo tiempo, sostiene que el hecho que partidos que pretenden llevar candidatos presidenciales se encuentren en un situación compleja con su reinscripción puede agravar más el escenario político criollo.

En este sentido, el experto sostiene que «esto puede tener consecuencias políticas inesperadas. Por ejemplo el Partido Radical o el PPD tienen que inscribir a los candidatos presidenciales. En el caso de Lagos (Guiller no milita en el partido Radical), no tendría partido para participar en las primarias del dos de julio«.

Siendo consultado respecto de la evaluación de este proceso, Patricio Santamaría señala que «es difícil hacer una evaluación por el mecanismo y procedimiento establecido en la ley y solo podemos conocer el avance de los partidos una vez que nos hacen llegar las fichas de inscripción. Solo conocemos los datos vía online, por el mecanismo de la clave única«.

«Las leyes de la comisión Engel fueron aprobadas de forma rápida porque la clase política estaba apurada por lavar su imagen. Ahora vemos las consecuencias y esto tocaría el corazón mismo del actual sistema político», agrega Águila en este punto.

¿Y los partidos emergentes?

Mientras los partidos políticos han logrado mantener cierta condescendencia de parte del Servel a la hora de escuchar sus solicitudes para facilitar su reinscripción, los partidos que se encuentran en proceso de inscripción o formación señalan que la cancha es «dispareja». Por ejemplo, el único mecanismo con el que cuentan para realizar  el proceso de inscripción de militantes es que firmen las fichas ante notario, lo que representa una dificultad por la falta de disposición o los costos que esto supone.

Por este motivo realizan una fuerte crítica a la posición que el Servicio Electoral ha tomado ante las presiones de los partidos del binominal.

Para Sebastián Depolo, presidente de Revolución Democrática, la situación «es impresentable» ya que se están «bajando las condiciones y violando el espíritu de la ley que señala que para recibir el financiamiento público, que ya reciben desde abril del año pasado, deben contar con el 0,25 de la votación de diputados y no lo consiguen por la crisis de los mismos partidos».

En esta misma línea, Karina Oliva, presidenta de Poder Ciudadano -que a la fecha está inscrito en cuatro regiones y que realiza el proceso en otras cuatro- sostiene que “es el colmo» y agrega que «ellos tienen la capacidad de fichar sin notario, nosotros como partido en las regiones en que no estamos constituidos tenemos que hacerlo con un ministro de fe y con un notario público«.

Los representantes de las organizaciones que integran en el Frente Amplio coinciden además en que es evidente que el sistema político está buscando la forma de sostener las cuotas de poder que hasta ahora tienen.

Para Depolo, en tanto, el escenario requiere que los principales presidenciables del bloque binominal se pronuncien. «Esto requiere que personajes como Guillier y Lagos se manifiesten con que si están o no deacuerdo con la rebaja de requisitos» recalca el presidente de RD.

Oliva, a su turno, destaca que lo que se está viendo es un claro desprecio por la ciudadanía ya que «es una falta de respeto con la ciudadanía, y la actitud del presidente del PPD es un claro ejemplo. Ellos se sienten por sobre la ley”.

Finalmente Depolo sintetiza el escenario explicando que «los partidos le están metiendo un gol al Servel y éste se está amedrentando por el actuar de estos partidos«.

@joserobredo

El Ciudadano