Tomás Hirsch sobre acusación constitucional contra ministro Ávila: “Está muy teñida por una crítica política, pero no por fundamentos sólidos constitucionales o transgresión a la ley”

Este lunes las bancadas de oposición presentaron la cuarta acusación constitucional contra un ministro del Gobierno del presidente Gabriel Boric. En esta ocasión se trata del titular de Educación, Marco Ávila, a quien se le ha acusado de incurrir en diversas infracciones a la Constitución relacionadas con el derecho preferente de los padres a educar a sus hijos.

El líbelo acusatorio consta de siete capítulos -transformándolo en el más largo contra un ministro de Educación desde el retorno a la democracia-, los cuales reúnen los distintos argumentos que justificarían la destitución de Ávila. Entre ellos se cuentan infracciones a la Ley General de Educación (LGE) y a la supervigilancia de la Junta Nacional de Auxilio Escolar y Becas (Junaeb), además de los altos niveles de ausentismo y deserción escolar reportados en el país.

Sin embargo, el punto principal de la acusación constitucional tiene que ver con la presunta violación del derecho preferente de los padres a educar a sus hijos, la cual se habría manifestado en la difusión de una guía que promovía la inclusión de los estudiantes LGBTIQ+ dentro de los recintos educativos. Diputados de la bancada social cristiana, conformada por exmilitantes de Chile Vamos y el Partido de la Gente, señalaron al momento de impulsar el líbelo que el ministro Ávila buscaba «confundir la identidad sexual de los niños». Sin embargo, más tarde se dio a conocer que la guía en cuestión no fue elaborada bajo la gestión actual, sino durante el segundo Gobierno de Michelle Bachelet.

Este lunes las bancadas de oposición presentarán la cuarta acusación constitucional contra un ministro del Gobierno del presidente Boric. En esta ocasión se trata del titular de Educación, Marco Ávila, a quien se le ha acusado de incurrir en diversas infracciones a la Constitución relacionadas con el derecho preferente de los padres a educar a sus hijos.

El líbelo acusatorio consta de siete capítulos -transformándolo en el más largo contra un ministro de Educación desde el retorno a la democracia-, los cuales reúnen los distintos argumentos que justificarían la destitución de Ávila. Entre ellos se cuentan infracciones a la Ley General de Educación (LGE) y a la supervigilancia de la Junta Nacional de Auxilio Escolar y Becas (Junaeb), además de los altos niveles de ausentismo y deserción escolar reportados en el país.

Sin embargo, el punto principal de la acusación constitucional tiene que ver con la presunta violación del derecho preferente de los padres a educar a sus hijos, la cual se habría manifestado en la difusión de una guía que promovía la inclusión de los estudiantes LGBTIQ+ dentro de los recintos educativos. Diputados de la bancada social cristiana, conformada por exmilitantes de Chile Vamos y el Partido de la Gente, señalaron al momento de impulsar el líbelo que el ministro Ávila buscaba «confundir la identidad sexual de los niños». Sin embargo, más tarde se dio a conocer que la guía en cuestión no fue elaborada bajo la gestión actual, sino durante el segundo Gobierno de Michelle Bachelet.

Hirsch: “Es un ataque sostenido, reiterado y repetitivo contra el ministro Ávila»

El diputado de Acción Humanista e integrante de la comisión revisora de la acusación contra el ministro Ávila, Tomás Hirsch, expresó su opinión sobre el libelo.

En conversación con Radio y Diario Universidad de Chile, el parlamentario ratificó su compromiso con revisar en detalle la acusación presentada por la oposición, tal como lo hizo cuando los actuales integrante del oficialismo impulsaron este tipo de acciones.

“Yo presenté, durante el periodo del Presidente Piñera, muchas acusaciones constitucionales y cada vez las firmé con el convencimiento de que el tema en cuestión ameritaba una acusación, que había una transgresión a las leyes o a la Constitución. Al mismo tiempo, cada vez estudié muy a fondo los detalles y los elementos que podían dar pie para una acusación y lo mismo voy a hacer ahora”, recordó.

“Tengo una mirada personal sobre el tema, una visión política, pero lo hago con la convicción de que lo que corresponde es estudiar muy a fondo, escuchar a cada una de las personas que van a ir a la comisión y a partir de eso tomaré la decisión”, planteó.

No obstante, Hirsch indicó que a priori, lo que ha visto, “es un ataque sostenido, reiterado, repetitivo y creciente hacia el ministro de Educación por parte de la derecha”.

“En gran medida esos ataques han tenido un dejo de homofobia, de crítica permanente, que se ha enlazado, a veces sutilmente y otras no tanto, con su orientación sexual, y eso a mí me parece que es tremendamente grave”, señaló.

A juicio del diputado la acusación presentada por la posición “está muy teñida por una crítica política, que puede ser legítima, pero no por fundamentos sólidos constitucionales o de transgresión a la ley”.

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