Sigue el culebrón en el oficialismo

Valdés en penumbras, Nueva Mayoría en coma y un reajuste en punto muerto

El rechazo del proyecto de reajuste fiscal presentado por el gobierno se convirtió en un puzzle casi imposible de solucionar para La Moneda. Junto con eso reavivó el fuego al interior de la Nueva Mayoría. Mientras tanto el sector público sigue paralizado a la espera un respuesta a sus demandas.

Por Jose Robredo

09/11/2016

Publicado en

Chile / Política / Portada

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El martes 8 de noviembre, jornada en que el gobierno encajó una segunda derrota consecutiva en el Congreso con el rechazo a la propuesta de reajuste a los empleados fiscales, marcó quizás uno de los puntos más bajos entre el gobierno, su coalición y, al mismo tiempo, complicó más la ya frágil relación en la interna de la Nueva Mayoría.

Este nuevo capítulo de desencuentro al interior del oficialismo pone en evidencia que no existen punto alguno de encuentro respecto a como seguir adelante en los quince meses que le quedan en el gobierno. Aún más, no se perciben acciones que permitan enmendar el rumbo.

La negociación con los empleados fiscales se encuentra estancada en la última propuesta del Ejecutivo, el ya famoso 3,2% de ajuste, que no convence ni a los partidos de la Nueva Mayoría y, por supuesto, a los funcionarios del sector público.

En este sentido, el vicepresidente de la CUT, Nolberto Díaz, explica a El Ciudadano que el actual momento radica en la incapacidad de gestión del gobierno que según él se traduce en «una tozudez sólo explicable por la soberbia del ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés». Al mismo tiempo agrega que «hay  una voluntad decidida del movimiento sindical, de la Mesa del Sector Público de hacer entender al gobierno del error en el que ha caído».

Sobre el futuro de las negociaciones Díaz recalca que «Nosotros vamos a hacer lo que nos corresponde, y esto es esperar la señal del gobierno para reponer el ajuste. No creemos que el gobierno pueda dejar este año sin reajuste al sector público«.

Valdés, el malo de la película

Durante todo el proceso de negociación del reajuste fiscal la figura del ministro de Hacienda Rodrigo Valdés ha sido determinante. Él ha llevado el pulso de las conversaciones y, por ende, se le carga toda la responsabilidad política de los resultados de las mismas.

Sin embargo, para el cientista político y académico de la Universidad Academia Humanismo Cristiano, Rodrigo Gangas, es el equipo político en pleno el que debiera asumir el peso del fracaso del gobierno en esta materia.

Al respecto señala a El Ciudadano que «el problema es de relato político, tarea que le atañe al comité político. No creo que toda la culpa sea de Valdés».

El aludido ministro de Hacienda apuntó a la actuación de los parlamentarios oficialistas por el resultado de la votación que terminó rechazando el proyecto de reajuste, ya que según él “teníamos un acuerdo con los presidentes de la Nueva Mayoría, el cual no lo pudimos ejecutar en momentos en que estábamos construyendo un nuevo trato con los partidos. Eso tiene que llevar a una reflexión política profunda”.

Al respecto, Gangas es duro en señalar que los acuerdos entre un gobierno debilitado y su coalición desunida no tienen asidero pues «qué sentido tiene buscar acuerdos en una coalición que está absolutamente quebrada, es un infantilismo o, incluso, peca de ingenuidad».

El futuro de Valdés, tal como el del resto del equipo político de la presidenta Bachelet, se encuentra en entredicho. Y las presiones por un definitivo y profundo cambio de gabinete aumentan.

Ante este escenario, Rodrigo Valdés señala que “como ministro de Hacienda yo me debo a la Presidenta de la República y seguiré siendo su ministro mientras cuente con su confianza».

Nueva Mayoría, una bolsa de gatos

La semana pasada la coalición de gobierno dio una verdadera bofetada a La Moneda al rechazar en bloque en la Cámara de Diputados el proyecto de reajuste. Tras pasar a Comisión Mixta y ser nuevamente rechazado, el proyecto se repuso ayer casi sin modificaciones.

Para evitar sorpresas el ministro Valdés junto al resto del comité político se reunieron el lunes para lograr un acuerdo que permitiera, finalmente, aprobar la cuestionada propuesta de reajuste.

Pero nuevamente el gobierno se quedó sin espalda política de sus parlamentarios. En la votación en la sala de la Cámara de Diputados, la bancada en pleno del PC dio su negativa junto con algunos diputados DC, Radicales, Socialistas y PPD.

Esto provocó una nueva crisis en la Nueva Mayoría, la que ya no puede considerarse como una coalición de gobierno sino que como una familia mal avenida.

Resultado de esto es que seis de los siete presidentes de los partidos del conglomerado (DC, PS, PR, MAS, IC y PPD) emitieron la tarde del miércoles una carta pública respaldando la gestión del gobierno y, en específico, del ministro Valdés. Junto con eso cargaron la responsabilidad del fracaso del proyecto a la votación en bloque del PC, «quitándole hierro» a la actuación de sus propios parlamentarios.

Ante El Rechazo Al Veto Presidencial by El Ciudadano on Scribd

Dentro de sus párrafos destaca que  «Como presidentes de partidos de la Nueva Mayoría reconocemos el esfuerzo hecho por el gobierno en cuanto al reajuste ofrecido a los trabajadores del sector público, en un escenario de restricción económica que obliga a ser responsables en el uso de los fondos fiscales», así comienza la misiva, donde agregaron que «de igual manera, respaldamos la conducción económica encabezada por el ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés«.

Además la misiva recalca que «el actual momento económico que vive el país hace necesario actuar con responsabilidad, dejando de lado medidas populistas de corto plazo que comprometen necesidades de los chilenos que más lo necesitan, tal como lo señaló la Presidenta de la República».

Por último la carta da cuenta del «tirón de orejas» a los parlamentarios radicales, socialistas, PPD y DC que votaron en contra de la propuesta y la «repasada» que se le hace al PC cuando expresa que «hubo parlamentarios de todas las colectividades que no cumplieron con lo acordado y en el entendido que esto obliga a una reflexión interna de cada partido (…) lamentamos la decisión corporativa del Partido Comunista de votar en bloque en contra de su propio Gobierno, fuera de los márgenes de lo acordado por todas las colectividades».

Respecto del recado de sus pares de la Nueva Mayoría, el presidente del PC, Guillermo Teillier, expresó que «nuestros votos no fueron incidentes en el rechazo del proyecto, intentamos hasta última hora para que el proyecto mejorara. El proyecto ya estaba perdido al momento de nuestra votación».

«Lo que acordamos era hacer todo el empeño en lograr que el proyecto se aprobara. Nosotros hemos buscado de recomponer las relaciones al interior de la Nueva Mayoría y el gobierno«, finalizó el diputado por San Miguel, Pedro Aguirre Cerda y Lo Espejo.

Demasiados frentes abiertos tienen por delante el gobierno y la Nueva Mayoría para avanzar con miras a la recta final del mandato o al nuevo período electoral, según sea el caso.

Una cosa sí es segura, que esta novela está lejos de terminar.

José Robredo H. 

@joserobredo

El Ciudadano 

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