Baja participación electoral tiene a todos con los nervios de punta

¿Voto obligatorio, voluntario o electrónico? El debate que abre la abstención

La baja sostenida en los índices de participación electoral en las recientes elección presidenciales y municipales puede acentuarse en los comicios del próximo 23 de octubre, dando pie a una ser de iniciativas que buscan reponer la obligatoriedad del voto. Un discusión donde la élite política pone todas sus fichas, para recuperar la legitimidad perdida por sus actos.

Por Jose Robredo

13/10/2016

Publicado en

Chile / Política / Portada

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En las pasadas elecciones municipales de 2012, con la implementación del sistema de inscripción automática y voto voluntario, las campanadas de alerta en los partidos políticos tradicionales y la élite se encendieron en vista de la crisis que se les venía encima. El 60% de abstención era la primera señal concreta de la ciudadanía de su desafección de la política. 

El hecho repitió, aunque con menos contundencia las elecciones presidenciales donde la participación alcanzó casi el 50%. Sin embargo, las luces quedaron encendidas para reinstalar la discusión respecto si participar de los eventos electorales debe ser voluntario u obligatorio.

De esta forma se han presentado una serie de ideas respecto de como revertir la abstención para aumentar los niveles de participación electoral de los ciudadanos. La reinstauración del voto obligatorio o el uso de plataformas electrónicas como el voto electrónico han sido puesto en la mesa por diferentes parlamentarios.

En este sentido, el senador Francisco Chahuán (RN), otrora defensor del voto voluntario, es uno de los más fervientes defensores de la vuelta de la obligación de ejercer el voto. Su argumento se basa en que «Estamos frente a una crisis de legitimidad que es multifactorial, que no solo se relaciona con una crisis de confianza con la política, sino que también la interpersonal y se rompió el sentido de comunidad. Estamos en una cultura del metro cuadrado».

Al mismo tiempo, Chahuán recalca que esta desafección tiene que ver con el momento social del país más allá de su situación política y declara que «Existe ausencia de un proyecto colectivo de nación, y eso va a acompañado de la indiferencia de los procesos sociales y políticos. Chile se encuentra en medio de una transición entre el país que somos, el que queremos ser y el que soñamos. Chile no se reconoce a sí mismo ni culturalmente ni territorialmente».

En palabras del diputado y jefe de bancada del PPD, Ramón Farías, quién además impulsa la instalación de la plataforma de voto electrónico en el país, señala que el escenario abtencionista que se encuentra en ciernes tiene relación con que la ciudadanía, no percibe importancia en su actuar y que para revertir la situación «creo que la gente tiene que sentir que su voto es importante. En la próxima elección se cierra la etapa del binominal y habrá distritos más grandes y con mayor cantidad de diputados, poniendo de ejemplo el distrito donde que represento que pasa de tener dos diputados a siete».

Y al mismo tiempo, cree que se deben asumir responsabilidades por ambas partes, clase política y ciudadanía, para la superación de este momento «Hay que reencantar a la ciudadanía, pero se requiere tener ganas de ser reencantadas. Este no es un esfuerzo de la clase política, también debe ser de los medios o del gobierno de turno. También los medios deben ayudar a que la gente se acerque a votar, para cambiar a los que no  nos gustan. Porque la gente dice «no vamos a premiarlos con el voto» lo que es todo lo contrario a lo que sucede en la realidad».

Una mirada diferente respecto a lo plateado por los dos parlamentarios es la que sostiene el director del Margister de Política y Gobierno de la Universidad Diego Portales, Fernando García Naddaf, quien sostiene que el debate respecto del voto obligatorio es una estrategia de la élite para revertir el escenario de deslegitimidad y sostiene que el escenario político «Yo creo que lo leen demasiado bien y quieren disponer del escenario político a su favor. Lo peor que puede pasar es que volvamos al voto obligatorio, que solo hace que vote gente que no tiene ningún interés por votar».

«Con esto termina votando casi como poner un like en Facebook. Y esto significa que se tiende a favorecer a quien realiza un mejor trabajo de publicidad política, se vuelve todo en una espectacularización de la política» señala Naddaf a la hora de criticar cualquier insinuación para el retorno del voto obligatorio.

Voto obligatorio y repolitización

Sin embargo, la posición de Chahuán es invariable e incluso sostiene que el voto obligatorio es una inyecció de oxigeno del modelo cuando sostiene que «Tenemos la oportunidad de oxigenar la política y la participación ciudadana. El voto obligatorio es una parte de la solución, que también debe considerar transparencia, más competencia política, retomar la Educación Cívica».

Y agrega resuelto que «Lo que debemos resolver es mirando la participación electoral en las elecciones municipales. Si se da el caso una de una baja participación, yo estimo que bordeará el 30%, habrá claramente una deslegitimazción de las autoridades electas. Sería la ratificación de la crisis política que vive el país».

«A la clase política le interesa sólo que vaya mucha gente a votar, pero no la calidad del voto. Ellos con pocos se sienten deslegitimados, así que mientras vaya más gente la hacen más legitimas. Eso raya en la inmoralidad. Si la clase política quiere de verdad que a gente vote, hay que invertir en educación cívica, en educación pública, repolitizar la sociedad. Esto no se logra obligando a la gente de votar, esto tiene relación con el modelo de mercado en el que vivimos, donde buscas comprar una zapatilla» replica García Naddaf al respecto, dando cuenta de la incapacidad de la élite por asumir el escenario que han construido en estos años.

De la misma forma el académico de la UDP sostiene que la vía para revertir los paupérrimos niveles de participación electoral se debe basar en «La repolitización de la sociedad es distinto a meter a la gente en el voto obligatorio. El voto obligatorio nos lleva a una democracia utilitarista y vacía. Finalmente eso refuerza la despolitización y el voto voluntario da más espacios a la politización junto con entregar la responsabilidad a los actores políticos y públicos para darle interés a los abstencionistas a que vayan a votar».

Voto Electrónico ¿Una salida?

En medio de este debate surgió la idea de implementar el voto electrónico como un medio a través del cual la ciudadanía pueda participar, como decía la ya añeja publicidad de TV, «sin moverse de su escritorio».

Quienes han llevado adelante esta propuesta es la bancada de diputados del PPD, la que a través de su jefe, el parlamentario Ramón Farías, sostiene que  «Si bien no es la solución, es una manera de dar facilidades para que la gente pueda votar. El voto electrónico implica que una persona que esté en Arica, aun estando en San Joaquín, pueda votar».

Al mismo tiempo, Farías argumenta en favor de esta iniciativa la reducción de los costos del proceso electoral ya que  «Esto podría significar un importante ahorro en términos de papelería o lápices. Hemos calculado que en una elección se podría recuperar la inversión en tecnología».

Respecto de este tema Fernando García se muestra contrario y sostiene que «No me gusta la idea del voto electrónico, porque está vinculado a la técnica y ésta es un factor de disociación de la sociedad. El voto electrónico es un factor más de despolitización, finalmente el votar es un ritual comunitario».

Respecto de esta propuesta, el diputado Farías expresa que le presentaron la iniciativa al ministro del Interior, Mariano Fernández,  y que éste expresó que existían «algunos problemas como la autenticación de datos, pero se abrió desarrollar una mesa de trabajo en esta materia. Espero que en la elección de 2017 se pueda llevar a cabo una experiencia piloto».

De todas formas queda trecho para concretar cualquiera de las alternativas, e incluso para sostener al voto voluntario en el tiempo, a pesar de que los niveles de participación electoral se mantengan bajos. Y la crispación social frente a la política se mantenga en ascenso.

José Robredo H.

@joserobredo

El Ciudadano 

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