Y si un liderazgo se sostiene en el apoyo de la gente, ¿es dictadura?

Cuando el Papa Francisco dice que: Jesucristo fue también popular, y le fue como le fue; por todo lo que viene el Papa haciendo, si bien parecería un solapado sermón el que hace el Papa al comportamiento populista de Jesucristo; no deja de ser a la vez, la ratificación de que para el Papa; es […]

Por Arturo Ledezma

21/09/2015

Publicado en

Latinoamérica / Política

0 0


dictadura

dictadura

Cuando el Papa Francisco dice que: Jesucristo fue también popular, y le fue como le fue; por todo lo que viene el Papa haciendo, si bien parecería un solapado sermón el que hace el Papa al comportamiento populista de Jesucristo; no deja de ser a la vez, la ratificación de que para el Papa; es también la posibilidad de cargar o no, la cruz que Cristo cargó hace más de 2000 años; y no por ser popular, si no que fue el precio que pagó para ser el salvador de la humanidad. Tal vez Francisco no está tan convencido de ese reto, pero la cruz está ahí, y será decisión de él cargarla o no.

Fue una cuestión de opción; más que de predestinación, la que Cristo tomó el cargar su cruz, pues si hubiese sido fruto de la simple predestinación, de la fatalidad, del destino; no hubiese tenido mucho sentido su muerte en la cruz, pues todo ya hubiese estado predestinado; si no que fue el amor que sentía hacia la humanidad, que ésa su entrega para morir crucificado, fue también su resurrección.

Entonces no es que Cristo se ha sostenido como el líder -salvador, si prefieren- del mundo católico por ése su predestinado liderazgo de ser el hijo de Dios únicamente; si no que ésa condición como tal la adquirió al morir crucificado, para la salvación de la humanidad. No en vano es que cada navidad también él re-nace. Y desde ya éste acontecimiento, no es sólo fruto del simple peso de su liderazgo; si no es sobre todo la esperanza que encarna para el mundo católico, la salvación de las almas. Pero además adquiere ése connotado convencimiento; por la voluntad de la gente, de la comunidad católica del mundo entero, que celebra, y cifra sus esperanzas en que el mundo, y la humanidad en su conjunto puede seguir el ejemplo de entrega, que Jesucristo legó al mundo católico, para su salvación; no para ser popular.

Es por ello que las palabras del Papa, sobre que el líder que sostiene su liderazgo acaba siendo un tirano, no tienen sentido; si el sostén de ese liderazgo no contase con el apoyo y reconociendo de la gente; tal como no hubiese tenido sentido su muerte de Cristo, si la gente, sus seguidores no reconociesen que no murió por ser “popular”; si no que lo hizo para la salvación de la humanidad.

Es en ese sentido que el liderazgo del presidente Evo Morales no se asienta en la notoriedad; en ¡cuán popular!, pueda ser para que la gente lo asuma como su líder; si no que para Evo, su vida es el servicio para la gente. No en vano ha dicho hace poco en una entrevista, que para él, el (ser) vicio a la gente es como un vicio, y que es lo único que lo llena como ser humano. Vale decir su realización personal se da a partir de poder servir a la gente.

Cabe preguntarse entonces, ¿sí será tal vez por ese reconocimiento que la gente hace del liderazgo de Evo que se sostiene, como se ha sostenido hasta ahora, como líder de la gente; no sólo la boliviana, si no de otras partes del mundo?  Y valga la aclaración, que ése reconociendo, por si acaso; no tiene nada que ver con que se salve o no la gente; si no que es un reconocimiento por lo que  nace en favor de la gente.

por Rolando Prudencio Briancon
visto en ALAINET
Tags: Opinión, Internacional, Política, Rolando Prudencio Briancon, Dictadura

Síguenos y suscríbete a nuestras publicaciones

Comparte ✌️

Comenta 💬